Dos nuevos nombramientos en la Administración Trump
28 de diciembre de 2016
Trump nombró al representante especial para negociaciones internacionales y al consejero en temas de seguridad nacional, contraterrorismo y ciberseguridad.
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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró este martes (27.12.2016) como representante especial para negociaciones internacionales a Jason Greenblatt, quien trabaja desde hace años para el magnate neoyorquino como director jurídico de la Organización Trump, y como consejero en temas de seguridad nacional, contraterrorismo y ciberseguridad a Thomas Bossert, quien ya trabajó para el expresidente George W. Bush en esta materia.
Jason Greenblatt
Greenblatt ha representado en las últimas dos décadas a Trump y a su familia en materia legal y de negocios, especialmente en aspectos relativos al mercado de bienes raíces en la esfera nacional e internacional. Asesor también del millonario durante su campaña en el tema de las relaciones entre EE.UU. e Israel, Greenblat explicó que su "filosofía, tanto en los negocios como en la vida", se cimenta en que el "camino más fuerte hacia el éxito" consiste en "reunir a la gente y trabajar para unir, en lugar de dividir".
"Jason es uno de mis asesores más cercanos y de mayor confianza y tiene un historial de negociación de transacciones sustanciales y complejas en mi nombre", señaló el presidente electo Trump en un comunicado divulgado por su equipo de transición.
Greenblatt es licenciado en Derecho por la Universidad de Leyes de Nueva York y trabajó para la firma Fried, Frank, Harris, Shriver & Jacobson antes de incorporarse a la Organización Trump.
Thomas Bossert
Bossert desempeñó con anterioridad el cargo de Asesor de Seguridad Interior en la Casa Blanca bajo la Administración de George W. Bush, al que "asesoró en cuestiones de seguridad nacional, antiterrorismo, ciberseguridad y continuidad de operaciones".
Entre otras misiones, encabezó los "esfuerzos para mejorar las operaciones civiles del Gobierno" y fue coautor y redactor en 2007 de la Estrategia Nacional para la Seguridad Nacional, así como autor del informe sobre las "lecciones aprendidas en la respuesta al huracán Katrina", que asoló Nueva Orleans en 2005. Ha estado además muy involucrado en el esfuerzo por desarrollar las estrategias de ciberseguridad en EE.UU. y con anterioridad desempeñó el puesto de asistente especial del presidente en Seguridad Nacional.
"Tom aporta a nuestro equipo de la Casa Blanca una enorme profundidad y amplitud de conocimiento y experiencia para la protección de la patria", destacó Trump, para agregar que el nuevo asesor será un "activo incalculable" para la nueva Administración por su conocimiento de la "complejidad de los desafíos de seguridad nacional, antiterrorismo y ciberseguridad".
Desde 2009, Bossert, que estudió leyes en la Universidad George Washington y de administración de empresas en la Universidad de Pittsburgh, ha dirigido su propio negocio de consultoría de seguridad nacional y formó parte del Consejo Atlántico de Estados Unidos.
FEW (EFE, dpa)
¿Cuánto poder tiene el presidente de EE. UU.?
Quien ocupe la Casa Blanca tiene poder global, o al menos eso se supone. Pero las cosas no son tan claras. Las facultades del mandatario estadounidense son limitadas, aunque el sistema le deja resquicios.
Imagen: Klaus Aßmann
Lo dice la Constitución
La gestión del presidente de Estados Unidos dura cuatro años. Luego de dos periodos, como máximo, debe irse. El presidente es el jefe de Estado y de Gobierno. Él dirige el sistema gubernamental. Dentro de sus tareas está llevar a cabo las leyes expedidas por el Congreso. Cerca de cuatro mil personas trabajan para el Ejecutivo. Es el diplomático del más alto rango.
Imagen: Klaus Aßmann
Control y rendición de cuentas
Los tres poderes tienen facultades para controlarse entre sí. El presidente puede otorgar indultos y nombrar jueces federales con la aprobación del Senado. El presidente nombra, entre otros, a sus ministros y embajadores y somete losnombramientos al Senado. Es uno de los controles legislativos al Ejecutivo.
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El "Estado de la Unión"
El presidente debe informar al Congreso sobre la situacion del país, y actualmente esto sucede a través del Discurso sobre el Estado de la Nación. En él no puede proponer iniciativas de ley, pero el mandatario sí está facultado para subrayar temas de importancia nacional. Con ello, el presidente puede ejercer en público cierta presión política sobre el Congreso.
Imagen: Klaus Aßmann
No puede decir simplemente "no"
Las leyes aprobadas por el Congreso entran en vigor solo con la firma del Presidente. Pero el Presidente puede interponer un veto. La ley vuelve entonces al Congreso. El Congreso puede levantar el veto, con los votos de por lo menos dos terceras partes de los legisladores. Según el Senado, en Estados Unidos han sido revertidos 111 de 1.500 vetos regulares; es decir, poco más del siete por ciento.
Imagen: Klaus Aßmann
Zonas grises
Ni la Constitución ni los fallos de la Corte Suprema establecen límites definitivos al poder del presidente. Una interpretación jurídica da pie al llamado "veto de bolsillo". Bajo condiciones muy específicas, el presidente puede "esconder en su bolsillo" iniciativas de ley, que son declaradas sin vigencia. El Congreso no puede anular este tipo de veto, que ha sido usado más de mil veces.
Imagen: Klaus Aßmann
Indicaciones que son leyes
El presidente le puede dictar a sus colaboradores en el gobierno cómo deben cumplir sus obligaciones. Las llamadas "órdenes ejecutivas" tienen carácter de ley y nadie las debe aprobar. Pero estas indicaciones pueden ser revertidas en la corte, o el Congreso pude emitir un "antídoto" en forma de una ley. El presidente entrante no puede revertir las órdenes ejecutivas de su predecesor.
Imagen: Klaus Aßmann
Saltándose al Congreso...
El presidente puede negociar acuerdos con otros países, aunque al final se necesita la aprobación de dos terceras partes del Senado. Para librar este obstáculo, los presidentes recurren a los llamados "acuerdos ejecutivos". Son convenios que no deben pasar por el Congreso. Están vigentes mientras el Congreso no presente objeciones que anulen la vigencia de los acuerdos.
Imagen: Klaus Aßmann
Declaraciones de guerra
El presidente es el comandante supremo de las fuerzas armadas. Pero es el Congreso el que declara la guerra. No está claro en qué medida el presidente puede dirigir al país a un conflicto armado. El Congreso consideró que con la Guerra de Vietnam se cruzó un límite de tolerancia, y reaccionó emitiendo algunas leyes. El presidente puede abrogarse facultades mientras no haya reacción del Congreso.
Imagen: Klaus Aßmann
El control definitivo
Si un presidente abusa de su poder, la Casa de Representantes puede iniciar un procedimiento de destitución del cargo. Hasta la fecha, ha sido invocado en dos ocasiones, sin éxito. Pero hay un instrumento jurídico más poderoso: el Congreso decide sobre los presupuestos: aprueba las partidas y puede cerrar las arcas públicas al presidente. Autora: Uta Steinwehr (Ilustraciones: Max Assmann)