El presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, dijo este viernes (25.01.2013), durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, que la crisis en Europa empieza a ser superada, pero no desea cantar victoria tan sencillamente. A su juicio, la recuperación en la eurozona no es lo suficientemente robusta como para acabar con la política de crisis de los gobiernos y del BCE.

Draghi afirmó que todas las medidas acordadas el año pasado para consolidar el gasto presupuestario y fomentar el crecimiento tienen que ponerse en práctica de forma decidida el 2013, al tiempo que valoró los “avances en la consolidación fiscal y las reformas estructurales” que han sacado adelante muchos gobiernos, los que ya estarían “dando frutos”.



Confiemos, pero no exageremos

El funcionario dijo que la situación ha mejorado en los mercados financieros gracias la política de dinero barato del BCE y la inyección de aproximadamente un billón de euros en el sector bancario, pero reconoció que en algún momento hay que cerrar el grifo. "A largo plazo no puede haber un crecimiento sostenido que se financie a través de la acumulación ilimitada de deuda", sentenció.

Si bien cree que todavía falta mucho por hacer, Draghi piensa que “el nivel de la actividad económica está en proceso de estabilizarse en niveles muy bajos, pero vemos una recuperación en el segundo semestre del año. Todos los índices apuntan a una mejora sustancial de las condiciones financieras", agregó.

Pero, como ha sido la tónica en los últimos días, los funcionarios dan señales de esperanza al tiempo que llaman a no dejar de trabajar, pues la economía sigue en serios problemas. "Es una situación en la que tienes un contagio positivo en los mercados financieros y para las variables financieras, pero no vemos esto transmitido a la economía en general", declaró.

DZ (Reuters, dpa)