El flujo migratorio de entrada en Grecia no se reduce y ya son más de 11.000 los refugiados que se aglomeran en la pequeña ciudad fronteriza de Idomeni esperando a que Macedonia termine con los bloqueos fronterizos.
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Los refugiados en la ciudad griega de Idomeni esperan que Macedonia, que ayer dejó atravesar la frontera a 510 personas, cese su política de bloqueo fronterizo, informaron este jueves (3.3.2016) medios griegos.
A la ciudad portuaria del Pireo llegaron hoy por la mañana más de 580 refugiados provenientes de las islas del mar Egeo. Se espera la llegada de otros 515 por la tarde, informó la radio estatal. Todos ellos cruzaron el mar desde las costas de Turquía.
En Idomeni, uno de los puntos fronterizos más calientes de la crisis de refugiados que se vive en el sur de Europa, ya se aglomeran más de 11.000 personas. Las autoridades comenzaron a construir el miércoles otro campo de refugiados provisional para alojar a la gente. Las organizaciones humanitarias aseguran que cada vez es más complicado alimentarlos a todos.
El canal de noticias griego Skai recogió testimonios de reporteros que aseguraban que los migrantes estaban empezando a poner nombre, como si de calles se tratara, a los corredores que hay entre las diferentes tiendas del campo. El campo de refugiados, ideado como un lugar de paso originalmente, comienza a tener aspecto de aldea. El canal de noticias mostró incluso imágenes de un barbero que afeita y corta el pelo a los migrantes.
Muchos niños mueren de frío
La situación es dramática, según las organizaciones humanitarias. Las personas que habitan el campo levantaron una sepultura infantil simbólica en la que se lee "Nuestros niños no sólo mueren por las bombas, sino también por frío". Numerosas personas mueren por culpa de las bajas temperaturas, entre ellas muchos niños.
Existe el riesgo de llegar a contraer neumonías, afirmaron médicos griegos a la radio. Los migrantes que permanecen en la pequeña ciudad fronteriza esperan la reapertura de fronteras para continuar su viaje hacia países de Europa central como Alemania. Por ello se niegan a ser alojados en campos de refugiados que estén algo más alejados de la frontera.
Varios migrantes sirios e iraquíes bloquearon hoy el paso de un ferrocarril de carga que intentaba cruzar la frontera en dirección hacia el país heleno, informó un reportero de dpa. Entre los manifestantes que exigían la apertura de la frontera había numerosos kurdos.
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?