El número de víctimas mortales del accidente ferroviario ocurrido ayer, miércoles 22 de febrero, en la estación de Once, en Buenos Aires, asciende a 50. El saldo de heridos es de 703 personas, mientras aún hay cerca de 11 víctimas fatales sin identificar y mucha gente sigue buscando a sus familiares, que no aparecen. Se trata de la tercera catástrofe ferroviaria más grave en la historia de ese país.

La búsqueda por parte de los familiares de las víctimas es angustiosa. Muchos recorrieron y siguen recorriendo los hospitales con la esperanza de encontrar a sus seres queridos. A algunos no les queda más remedio que visitar las morgues a las cuales se trasladaron los cuerpos de los pasajeros fallecidos. El director de Defensa Civil de Buenos Aires, Daniel Russo, dijo que el trabajo para rescatar a las personas atrapadas "fue tremendo y angustiante".

La Morgue Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires anunció, según informa el canal Todo Noticias (TN), que “la información respecto del número de personas fallecidas y su identificación corresponde a las autoridades judiciales y del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". El proceso de identificación de las víctimas se inició en el lugar del accidente y continúa en el Centro Coordinador de Emergencias y Catástrofes de esa ciudad, en el cementerio de Chacarita. El Gobierno argentino decretó dos días de duelo nacional por la tragedia, y aún se están delimitando responsabilidades y evaluando posibles reparaciones para las víctimas.
 

Indignación y pedido de explicaciones

La formación de la línea "Sarmiento" tenía ocho vagones y transportaba entre 1.200 y 1.500 pasajeros, dijo el secretario de Transporte de Argentina, Juan Pablo Schiavi. "Suponemos que hubo algún desperfecto con los frenos. El tren impactó a 20 kilómetros por hora contra el paragolpes, esto produjo que se plegara un tren sobre otro", agregó Schiavi el miércoles. El siniestro ocurrió a las 8:30 hs. (11:30 GMT) cuando un tren procedente de la localidad bonaerense de Moreno se incrustó en una de las cabeceras de la terminal ferroviaria de Once, una de las más populosas de la capital argentina. El secretario de Transporte aseguró que el Estado argentino investigará lo ocurrido y entregará al juez del caso, Claudio Bonadío, las grabaciones de la cabina del conductor y tomas de video de la locomotora y de otras cámaras localizadas en esa estación.

Los medios argentinos y las redes sociales se hacen eco de la tragedia transmitiendo la indignación de mucha gente que pide explicaciones a la empresa concesionaria y manifiestan su repudio hacia la "negligencia estatal".
 

Denuncian falta de inversión y negligencia

Trenes de Buenos Aires (TBA), la empresa concesionaria, lamentó el grave accidente, envió sus condolencias a familiares de las víctimas, y dijo que está realizando "todas las tareas de investigación del siniestro para lograr el pronto esclarecimiento del hecho". TBA opera dos líneas de ferrocarriles en Argentina -entre ellas la Sarmiento-, que tienen 378 kilómetros de vías férreas, por las que circulan 1.000 trenes por día y 192 millones de pasajeros al año.

El director de material rodante de la empresa, Roque Cirigliano, se hizo presente en la estación de Once, custodiado por personal policial, y dijo allí que “el servicio de TBA es aceptable” y que se está analizando un posible “error humano”. Su presencia generó revuelo en la estación de Once, informó Todo Noticias, por lo cual Cirigliano tuvo que retirarse en medio de insultos y sin dar más precisiones.

El dirigente de la Unión Ferroviaria, Roberto Núñez, por su parte, denunció "falta de inversión" en los trenes por parte de la empresa concesionaria del ferrocarril Sarmiento y advirtió que esto tiene como consecuencia "irregularidades, deficiencias". "Hay falta de inversión, no se ha hecho lo que se tendría que hacer y hay algunas formaciones que son de la década del '60, '50", alertó el dirigente sindical. Los dirigentes gremiales Julio Piumato y Facundo Moyano apuntaron a la empresa TBA por "desidia" en la tragedia y al gobierno nacional por "falta de control estatal" al no prevenir el accidente, pese a antecedentes de mal funcionamiento de la línea Sarmiento denunciados por delegados de la Unión Ferroviaria.

La operación del sistema de transporte ferroviario argentino fue privatizada en la década de 1990, aunque el Estado tiene a su cargo la regulación y el control del servicio. El secretario de prensa del gremio "La Fraternidad", que agrupa a los conductores de trenes de Argentina, Horacio Caminos, sostuvo que formaciones ferroviarias como la que protagonizó el accidente, "en reiteradas oportunidades presentan deficiencias" y denunció que hay vagones que datan "de la década del '60".

A raíz del accidente, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner suspendió la firma de un acuerdo con la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), prevista para esta tarde, para transmitir las carreras de autos a través de la Televisión Pública, según la agencia de noticias DyN. El arzobispado de Buenos Aires expresó su "cercanía" a los familiares de las víctimas y elevó oraciones por "el eterno descanso de los difuntos".

Por la cantidad de víctimas, la mayor catástrofe fue el 1 de febrero de 1970 en Benavídez, en la zona norte de la Conurbano Bonaerense, donde hubo 236 fallecidos. El 25 de febrero de 1978 un camión con acoplado chocó contra una formación y provocó 55 muertos. En septiembre de 2011, 11 personas murieron y más de 200 sufrieron heridas en un accidente ocurrido entre un ómnibus y dos trenes suburbanos en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires.

Autora: CP/ dpa, rtr
Editor: Enrique López