En el debate de los candidatos a vicepresidente en EE. UU., Pence y Harris intercambiaron argumentos de manera neutral, una gran diferencia con el debate Trump-Biden. Harris salió mejor parada, opina Carla Bleiker.
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Luego del debate entre el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y la candidata demócrata para ese cargo, Kamala Harris, quedó claro que la actuación de ambos fue mucho más adecuada políticamente que la de sus jefes, la semana pasada. Mientras Donald Trump y Joe Biden se interrumpieron e insultaron constantemente, Pence y Harris llevaron a cabo una disputa más neutral, al menos durante la mayor parte del debate. Un debate en el que no se sintió la necesidad de quitarle el sonido al televisor luego de unos minutos. ¡Qué refrescante! Claro que tampoco todo fue ideal durante este primer y único encuentro de los candidatos a vicepresidente. Ambos interpretaron las preguntas de la presentadora, Susan Page, más bien como una propuesta amable y una oportunidad de promover sus propias posiciones o de criticar las del oponente. Rara vez respondieron directamente a las preguntas. Pero, al menos, entre el actual vicepresidente y la senadora californiana hubo discusiones que los votantes pudieron seguir con atención. Y cuando Pence intentó interrumpir a Harris, esta lo frenó con un tranquilo pero enérgico "ahora estoy hablando yo”, que hizo callar al republicano.
Actuación de Harris podría llevar a los demócratas a las urnas
En general, Kamala Harris salió mejor parada de este debate. Si bien no tuvo ningún momento estelar, como fue el caso durante un debate preelectoral demócrata con su actual jefe, Joe Biden, es posible que haya convencido a potenciales votantes demócratas de no quedarse en casa en noviembre. Se destacó por su crítica severa de la estrategia del gobierno de Trump en la pandemia del coronavirus, así como por su relato lleno de orgullo acerca de la historia de su familia, ya que la madre de Harris emigró desde India hacia EE. UU.
La falta de entusiasmo por Joe Biden, otro hombre blanco y mayor de edad más que aspira al sillón de la Casa Blanca, es un peligro real para los demócratas, y Kamala Harris supo presentarse como una real alternativa este miércoles (7.10.2020) por la noche. Muchas mujeres negras, que no toman posición a favor de Biden, aman a Harris. Y ella no las defraudó. Pence logró, alguna que otra vez, ganar puntos, por ejemplo, cuando no cedió en la pregunta sobre si Biden y Harris planeaban ampliar el número de jueces en la Corte Suprema. Pero, aparte de eso, su actuación fue bastante débil. Harris, por su parte, ganó puntos incluso durante la discusión sobre la Corte Suprema, cuando contó la historia de Abraham Lincoln, uno de los presidentes más venerados de la historia de Estados Unidos. Lincoln tuvo, en 1864, la oportunidad de colocar un nuevo juez en la Corte Suprema, 27 días antes de las elecciones, y no lo hizo porque eso no es lo que corresponde hacer quedando tan poco tiempo para los comicios. El gobierno de Donald Trump, por el contrario, no tiene reparos en cuanto a eso, y está haciendo todo lo posible para que la jueza conservadora Amy Coney Barret ocupe un cargo como magistrada en el tribunal supremo.
Pence ganó puntos con su respuesta
Solo en la última pregunta Pence pudo brillar con una buena respuesta. Una alumna de ocho años le planteó la interrogante de cómo podrían llevarse bien los estadounidenses, si los políticos en Washington no son capaces de hacerlo. Pence se refirió entonces a la recientemente fallecida jueza de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, y a su colega, Antonin Scala, quien murió en 2016. Las posiciones de ambos estaban alejadas ideológicamente, y sin embargo los unía una profunda amistad. "Aquí, en Estados Unidos, podemos no estar de acuerdo, y podemos debatir rigurosamente, como lo hicimos esta noche la senadora Harris y yo”, dijo Pence, "pero cuando el debate termina, seguimos unidos como estadounidenses”, añadió. Lamentablemente, el gobierno de Donald Trump hizo más en los últimos años por dividir a los liberales y a los conservadores, y por sembrar el odio, que por unir verdaderamente a la gente.
(cp/dz)
Dura semana para Donald Trump
La semana pasada fue difícil para el presidente de Estados Unidos. A Donald Trump le gusta ser el centro de atención. Y está acostumbrado a las críticas, a las que reacciona de modo muy particular, pero ¿COVID-19?
Imagen: Saul Loeb/AFP/Getty Images
"¿Por qué no te callas, hombre?"
La pregunta vino del candidato demócrata, Joe Biden. Muchos la hubieran ubicado en boca del actual presidente republicano, Donald Trump. Pero, durante el tan esperado primer debate televisivo, el candidato a reelegirse en la presidencia de EE. UU. interrumpió a su contendiente con tanta frecuencia, que Biden reaccionó visiblemente irritado, y llegó a llamarlo "payaso" (aunque luego se disculpó).
El arte de hablar simultáneamente
Al moderador Chris Wallace también le resultó difícil imponerse frente a Trump, quien a menudo interrumpió en voz alta e intentó monopolizar el debate. Muchas veces, Trump y Biden hablaron al mismo tiempo. Los comentaristas criticaron duramente a ambos contendientes del que consideraron uno de los debates más caóticos de los últimos años. Y, sin embargo, este debate acerca del debate duró poco.
Imagen: Jonathan Ernst/Reuters
A la moda, y sin máscara
Ya el jueves, otro tema pasó a primer plano. Luego se anunció que la consultora de Trump y modelo, Hope Hicks, había dado positivo por coronavirus. Ella acompañó a Trump al duelo televisivo del martes (29.09.2020) y anduvo con él al día siguiente. Fotos del miércoles la muestran junto al yerno de Trump, frente al helicóptero presidencial, sin máscara.
Imagen: Leah Millis/Reuters
Positivo con efectos negativos
Tras el diagnóstico de Hicks, Donald Trump y su esposa Melania fueron también examinados para detectar el virus. El resultado de ambos sacudió a Washington: ¡positivo! Un mensaje que fue noticia y tuvo un impacto en todo el mundo. La bolsa, por supuesto, cayó.
Imagen: @realDonaldTrump/Reuters
Desastre de relaciones públicas
En el duelo de discursos televisivos, Trump se había burlado de Joe Biden: "Cada vez que lo ves, tiene una mascarilla. Podría hablar a 200 pies de distancia y viene con la mascarilla más grande que he visto". Y de repente, Trump, el detractor del tapabocas, tiene COVID-19. Un desastre de relaciones públicas.
Imagen: Kevin Deutsch/UPI Photo/Newscom/picture-alliance
Buenos deseos... y malicia
Todos los jefes de gobierno importantes del mundo le desearon rápidamente una pronta recuperación a Trump y a su esposa, quién sabe si algunos con disimulada malicia. Las burlas maliciosas, en cualquier caso, desbordaron las redes sociales.
Imagen: Mandel Ngan/AFP/Getty Images
En helicóptero al hospital
El viernes por la noche, Donald Trump fue trasladado en su helicóptero al Hospital Militar Walter Reed, a 15 kilómetros de distancia. Pura precaución, aseguró la Casa Blanca. Al parecer, el vuelo al hospital fue demorado hasta el cierre de Wall Street, para evitar un derrumbe de la bolsa.
Imagen: Leah Mills/Reuters
¿Todo en orden?
Tras la primera noche de Trump en el hospital, su médico personal, Sean Conley, y el equipo médico formado en torno a él se unieron para elogiar la salud de Trump. Los medios estadounidenses informaron rápidamente que, según fuentes confidenciales, el estado de salud de Trump era mucho más preocupante de lo que se describía oficialmente.
Imagen: Brendan Smialowski/AFP/Getty Images
El presidente está "muy bien"
Conley, sin embargo, aseguró que estaba "extremadamente" satisfecho con la salud del presidente, que Trump estaba "muy bien". El médico evitó preguntas sobre si había recibido oxígeno adicional. "Los valores del presidente durante las últimas 24 horas han sido muy preocupantes", dijeron otras fuentes. ¿Quién tiene razón?
Imagen: Brendan Smialowski/AFP/Getty Images
¿Presidente o paciente?
Más tarde, el sábado, se publicó una foto que muestra a Donald Trump supuestamente trabajando en asuntos oficiales desde el hospital. No parece un paciente, sino un presidente, casi como en la Oficina Oval, solo que sin corbata. Pero una segunda imagen plantea interrogantes.
Imagen: Joyce N. Boghosia/The White House/Reuters
¿Sesión de fotos?
En la segunda foto, el presidente está de pronto sentado en una oscura sala de conferencias del hospital, meditando sobre una carpeta de documentos. Ambas fotos, esto es evidente en sus metadatos, se tomaron con solo diez minutos de diferencia. Eso provocó un debate sobre si Trump solo se exhibía para una breve sesión de fotos.
Imagen: Joyce N. Boghosia/The White House/Reuters
"No está fuera de peligro", pero regresa a la Casa Blanca
Este lunes (05.10.2020), tras anunciarlo en un polémico tuit y pese a que sus médicos han advertido que "no está fuera de peligro", Donald Trump salió caminando del hospital militar en el que ingresó por apenas tres días para tratarse del COVID-19. Y subió a un vehículo que lo llevó al helicóptero presidencial Marine One, en el que se trasladó de vuelta a la Casa Blanca.
Imagen: Jonathan Ernst/Reuters
"No dejes que domine tu vida"
"¡Me siento realmente bien!", había escrito Trump en Twitter. "No le tengas miedo al COVID. No dejes que domine tu vida. Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos realmente buenos y conocimiento. ¡Me siento mejor que hace 20 años!", agregó, levantando una ola de loas de sus seguidores, tanto como de críticas que lo tildaron de "irresponsable".
Imagen: Erin Scott/Reuters
¡Pulgares arriba! ¿Con razón?
Rumores y suposiciones hay ahora suficientes poco antes de las elecciones. Encima: según una encuesta publicada el domingo 4 de octubre, Biden adelanta en diez puntos porcentuales a Trump, uno o dos más que antes de esta crisis. La encuesta se realizó tras el resultado positivo del presidente al test de coronavirus. El estado de salud de Trump ha pasado a ser relevante de cara a las elecciones.