Así se miraban los contrayentes en el altar antes de pronunciar el "sí". Con un elegante vestido blanco y velo sujetado con una tiara, Meghan sonríe a Enrique, vestido con el uniforme del regimiento de caballería "Blues & Royals" del Ejército británico.

La actriz estadounidense lleva una tiara con un largo velo y un vestido clásico y sencillo de manga larga y escote barco diseñado por Clare Waight Keller, de la casa de modas Givenchy.

Carlos de Inglaterra junto a su esposa, Camilla. El padre del novio llevó al altar a la novia, cuyo padre no pudo asistir por estar recuperándose de una operación de corazón.

El príncipe Enrique junto a su hermano, Guillermo, a su llegada al enlace. Después llegó la novia a bordo de un Rolls Royce de color negro.

En la imagen, la reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, llegan a la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, para asistir a la ceremonia de enlace de su nieto.

El actor y la abogada de derechos humanos fueron aclamados a su llegada al enlace real.

El exfutbolista David Beckham y su esposa, la ex Spice Girl, Victoria, también desfilaron hacia la capilla de San Jorge, en el castillo de Winsor.

Llegada de la tenista al enlace real. Una curiosidad: Enrique y Meghan invitaron a su boda al menos a una de las ex novias del príncipe: Chelsy Davy (32), con quien el joven tuvo una relación durante varios años. Chelsy fue vista entrando a la capilla de San Jorge.

Entre los primeros invitados famosos que llegaron al castillo de Windsor estuvieron el actor Idris Elba, ganador de un Globo de Oro, la presentadora estrella estadounidense Oprah Winfrey (64) y el cantante James Blunt (44).

Sarah Ferguson, tía del novio, saluda a su llegada al enlace real. En un día soleado, se vio entrar también en la capilla del castillo de Windsor, a las hijas de Sarah y nietas de la soberana, las princesas Beatriz y Eugenia, así como al padre de éstas, el príncipe Andrés.

Selfies y extravagantes atuendos. La boda de Enrique y Meghan ha atizado la creatividad de los admiradores de la realeza. Estas mujeres parecen haber rebuscado a fondo en sus armarios para estar a la altura de la ocasión.

La Guardia Real británica toca una marcha antes de la ceremonia. Banderines de Reino Unido y Estados Unidos se agitan a su paso.

Reino Unido ha calculado que unas 100.000 personas han acudido a presenciar la boda en Windsor, ciudad ubicada a unos 40 kilómetros al oeste de Londres. El arzobispo de Canterbury es el encargado de oficiar la ceremonia.

Miles de personas esperan desde hace horas en las calles de la localidad inglesa de Windsor la llegada del príncipe Enrique y la estadounidense Meghan Markle,

Brasileños, canadienses, británicos y sobre todo estadounidenses poblaron desde primera hora del día los trenes que llegaron a la estación de Windsor, en cuyo castillo se casarán este sábado el nieto de la reina Isabel II y la exactriz de 36 años.

Tras la ceremonia, recorrido de 25 minutos de los novios por destacados lugares de la localidad. Los más apasionados admiradores guardadaron sitio en primera fila, provistos con mantas y comida para resistir el frío y el hambre. Además, tienen a su disposición un amplio surtido de material mercadotécnico para recordar el enlace real en sus casas.

Una encuesta en varias tiendas de recuerdos de Windsor reveló que el recuerdo más popular de todos los productos de mercadotecnia de la boda, que incluía desde tazas y llaveros a toallas, son unos vasos con la foto de la pareja.

Los trenes estaban llenos desde las cinco de la mañana, hora a la que salió el primer ferrocarril desde Londres con dirección hacia Windsor. Los más previsores decidieron acampar en los alrededores del castillo desde hace varios días.