Raisi ganó la elección presidencial iraní en primera vuelta
19 de junio de 2021
La victoria del candidato ultraconservador fue reconocida por sus principales oponentes y por el presidente saliente, Hasan Rohaní. "Todos sabemos quién ha sido elegido por el pueblo", dijo.
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El ultraconservador Ebrahim Raisi ganó la elección presidencial en Irán del viernes en primera vuelta con casi el 62% de los votos, según resultados oficiales finales difundidos este sábado (19.06.2021). La participación fue del 48,8%, la más baja registrada en el país en una elección presidencial.
Raisi obtuvo "más de 17.800.000" de votos sobre un total de 28,6 millones de sufragios escrutados, declaró Jamal Orf, presidente de la Comisión Nacional Electoral en una conferencia de prensa en Teherán al ofrecer los datos parciales. Los datos finales le dieron 18.926.345 votos del total de 28.933.004 sufragios depositados (un 14% de ellos en blanco o nulos). El censo electoral de este año incluía a más de 59,3 millones de iraníes mayores de 18 años.
Según las cifras parciales brindadas inicialmente por el responsable, el general Mohsen Rezai, ex comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución -el ejército ideológico de la República Islámica-, se ubicaría en segundo lugar con más del 11,5% de los votos, delante del expresidente del Banco Central Abdolnaser Hemati (8,3%) y el diputado Amirhosein Ghazizadeh-Hashemi (3,4%). Según el recuento, hubo alrededor de 14% de votos en blanco o nulos.
Victoria no discutida por sus rivales
"Felicito al pueblo por su elección", declaró antes el presidente saliente Hasan Rohaní en un discurso televisado. "Mi felicitación oficial llegará más tarde, pero sabemos quién ha obtenido los votos suficientes en estas elecciones y quién ha sido elegido hoy por el pueblo", añadió el jefe de Gobierno, sin nombrar al ganador, que todavía no había sido anunciado.
En mensajes en Instragram, Twitter o retransmitidos por los medios de comunicación iraníes, los tres candidatos que enfrentaron a Raisi reconocieron una victoria del ultraconservador. "Felicito a... Raisi, elegido por la nación", dijo el diputado Amirhosein Ghazizadeh-Hashemi, citado por los medios de comunicación iraníes.
El general Mohsen Rezai tuiteó que esperaba que Raisi pueda construir "un gobierno fuerte y popular para resolver los problemas del país". El único reformista en la carrera, el exgobernador del banco central Hemmati, también tuiteó su felicitación a Raisi.
lgc (afp/reuters) Última actualización a las 15:15 CET con los datos finales.
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
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Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.