Raisi pide el levantamiento de las sanciones estadounidenses
5 de agosto de 2021
"Apoyamos cualquier plan diplomático que logre este objetivo", subrayó el nuevo presidente de Irán en su discurso durante la ceremonia de investidura.
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El nuevo presidente iraní, el ultraconservador Ebrahim Raisi, anunció este jueves (05.08.2021) durante su investidura que apoyará cualquier iniciativa para levantar las sanciones occidentales, pero advirtió que ni estas ni las presiones impedirán que Irán defienda sus "derechos legales".
Ebrahim Raisi juró el cargo hoy ante el Parlamento, aunque había comenzado oficialmente su mandato de cuatro años el martes, luego de ser inaugurado por el guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei. "Me dedicaré a servir a mi pueblo, a honrar el país, a la propagación de la religión y la moralidad, y a apoyar la verdad y la justicia", juró Raisi, exjefe de la Autoridad Judicial, durante una ceremonia en Teherán retransmitida en directo por la televisión estatal.
El nuevo gobernante sustituyó al moderado Hasan Rohani, cuyo principal logro en sus dos períodos de gobierno fue el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis potencias occidentales. Pero el país enfrenta una profunda crisis económica y social desde que el expresidente estadounidense Donald Trump retiró unilateralmente al país del acuerdo en 2018 y reimpuso las sanciones.
Este jueves, afirmó que apoyará "cualquier plan diplomático" que permita levantar esas sanciones, pero recalcó que ni las sanciones ni las presiones impedirán a Irán defender sus "derechos legales". Raisi defendió el poderío militar de Irán: "nuestro poder en la región crea seguridad", afirmó el presidente, quien defendió que esas capacidades "traen paz y seguridad en otros países", aunque insistió en que el programa nuclear iraní es de carácter pacífico.
A su ceremonia de investidura asistieron unos 70 responsables extranjeros, entre ellos, el presidente afgano Ashraf Ghani y el líder del movimiento islamista Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh. También acudió el negociador nuclear europeo Enrique Mora, quien se reunió el miércoles en Teherán con el ministro de Relaciones Exteriores, Javad Zarif.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, respondió en su rueda de prensa diaria que "ahora estamos abiertos a una séptima ronda de conversaciones", pero añadió que la ventana para las negociaciones con Irán "no es infinita".
lgc (afp/efe) Última actualización con la respuesta de la Casa Blanca.
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.