Luego de cinco años, Hans-Joachim Eckert no forma ya más parte de la Comisión de Ética de la FIFA. En entrevista con DW, el abogado alemán dice qué piensa sobre su no reelección.
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Simplemente, no fue propuesto para una reelección. Así de fácil privó de influencia el Consejo de la FIFA el miércoles en Bahréin a los presidentes de las dos cámaras de la Comisión de Ética, el alemán Hans-Joachim Eckert y el suizo Cornel Borbely. El jueves, el Congreso de la FIFA eligió a la colombiana María Claudia Rojas y al griego Vassilios Skouris como sucesores. En entrevista con DW, Eckert relata qué sucedió en Bahréin.
DW: Sr. Eckert, ¿qué piensa sobre su no reelección?
Hans-Joachim Eckert: Estoy tranquilo. No tengo nada que reprocharme sobre los cinco años de actividades en la FIFA. Ya en un principio estaba claro que iba a ser una tarea difícil. Pero estoy algo defraudado por la falta de respeto hacia mi persona y mi trabajo. En el Congreso se me dijo que habíamos trabajado poco y demasiado lento. Yo contesto que para demostrar lo contrario basta con ver cuántos procedimientos llevamos a cabo en ese tiempo. Si la crítica se justifica o no, deben decidir otros.
¿Habló Gianni Infantino, presidente de la FIFA, con usted sobre su trabajo durante su tiempo en funciones o lo sorprende el giro que han tomado los acontecimientos?
No me dijo nada. Joseph Blatter, tampoco. Blatter dijo desde un principio que apoyaba la creación de la Comisión de Ética. Nunca se entrometió, tampoco cuando todo indicaba que sería destituido. También en ese momento se comportó en forma totalmente neutral, lo que lo honra, tanto humana como profesionalmente. En el caso de Infantino, el tiempo no alcanza para poder evaluarlo. Pienso que se informó sobre los procedimientos. Pero, nunca tuvo un contacto directo con nosotros.
¿Tampoco intentó explicarle lo que sucedió?
No, antes tampoco. Fatma Samoura, la secretaria general, dijo hace pocas semanas que apoyaba a la Comisión de Ética y que seríamos nuevamente nominados. Infantino no la contradijo.
¿Qué opina sobre la argumentación "menos europeos, más mujeres”?
Casi me divierte escuchar: "necesitamos una mayor distribución en el mundo” y luego se sustituye un alemán por un griego. Hasta ahora, siempre creí que Grecia pertenece a Europa, pero, evidentemente, tengo otra idea del mapamundi.
¿Qué significa su no reelección para el proceso de reforma de la FIFA?
Los nuevos disponen, sin duda, de la necesaria cualificación profesional. Pero no va a ser fácil proseguir con los procedimientos, ya solo debido al idioma. Por ejemplo, en el procedimiento en relación con el Mundial de Alemania 2006: todos los documentos están escritos en alemán. Y no son 200, sino miles de folios. Van a pasar, seguramente, meses, hasta que los nuevos puedan trabajar en forma realmente eficiente. No hay que olvidar que, menos dos, todos los integrantes de la Comisión son nuevos.
¿Cómo ve usted el papel de la Federación Alemana de Fútbol en esta historia?
Sé que Reinhard Grindel, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), dijo antes del Congreso que la DFB quería mantenernos a nosotros dos en la Comisión de Ética, porque "han hecho un buen trabajo y aportado mucho para que el proceso de reforma iniciado continúe por una buena senda”. El problema es que se votó una lista en bloque y no a favor o en contra de determinadas personas. El presidente de la FIFA presentó una lista en la que nosotros no figurábamos. El presidente de la DFB no podía rechazar toda la lista, pero merece mi respeto que se haya abstenido y no haya simplemente dicho que sí. Para que quede bien claro: no se trata de mi persona. Lo que me molesta enormemente y me duele es el poco respeto de los funcionarios de la FIFA, que no creyeron necesario informarnos sobre la decisión ni hablar con nosotros.
¿Está liquidada la FIFA para usted personalmente?
La FIFA es una organización mundial. Yo formé parte durante cinco años de su Comisión de Ética. Intenté devolverle la integridad, por el deporte y el fútbol. Queríamos darle a la FIFA la posibilidad de decir: estamos en condiciones de arreglar nosotros mismos nuestros problemas. Me parece que es una lástima que no podamos continuar con nuestro trabajo. Si la FIFA está liquidada para mí o no, es secundario. Hay otras cosas en la vida que la FIFA, para decirlo claramente.
Hans-Joachim Eckert, nacido en 1948, trabaja desde julio de 2015 como juez en la Audiencia Provincial de Múnich. Anteriormente, dirigió numerosos procesos de corrupción contra grandes empresas. Desde julio de 2012 fue presidente de la cámara jurídica de la Comisión de Ética de la FIFA, que suspendió, entre otros, al presidente de la FIFA Sepp Blatter y al presidente de la UEFA, Michel Platini.
Autor: Stefan Nestler (PK/DZC)
Blatter, el fin de una carrera (jun. 2015)
La Comisión de Ética de la FIFA puso fin adelantado a la era de Joseph Blatter al frente del fútbol mundial. Su trayectoria atravesó durante cuatro décadas a la institución, en las que venció casi todas las crisis. Casi.
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Blatter: el rey da la pelea
Joseph Blatter no quiere dejar su puesto así como así y este viernes presentó un recurso en contra de la sanción que le impuso el Comité de Ética de la FIFA, sanción que lo inhabilitó por 90 días de su cargo como presidente. Blatter asegura haber recibido un trato injusto y, por medio de sus abogados, dijo sentir "decepción y disconfiormidad" por la suspensión.
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Ambiciones en jaque
Pero la Comisión de Ética no solo suspendió al presidente de la instittución, sino que también apuntó sus dardos contra el jefe de la UEFA, Michel Platini. Esto pone en dificultades al francés, que ambicionaba convertirse en el sucesor del suizo al mando de la institución deportiva. Ahora lo tiene mucho más difícil.
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Carrera veloz
Cuando Blatter llegó a la FIFA en 1975, ya contaba con un currículo interesante. Había sido secretario de la Federación Suiza de Hockey, jefe de prensa de la Asociación Deportiva Suiza y director de relaciones públicas en una empresa fabricante de relojes. A instancias del jefe de Adidas, Adolf Dassler, llegó al ente del balompié y se convirtió en secretario general en 1981.
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En la cima
Luego de ser secretario general bajo la presidencia del brasileño Joao Havelange durante 17 años, el ambicioso Blatter tuvo su oportunidad de alcanzar el poder. En 1998 ganó las elecciones contra el expresidente de la UEFA, Lennart Johansson (izq.), y se convirtió en el sucesor de Havelange. De inmediato comenzaron los rumores de que había comprado votos.
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Enormes pérdidas
Blatter fue acusado continuamente de mala gestión financiera. Apenas un año después de su elección, su propio secretario general, Michel Zen-Duffinen (derecha), se lanzó a la ofensiva y acusó al suizo de haber generado pérdidas en comercialización por más de 100 millones de dólares. Blatter evitó una investigación interna, superó una demanda en los tribunales y sacó del camino a Zen-Ruffinen.
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Y el ganador es... ¡Alemania!
En el verano de 2000, el suizo se convirtió en un hombre determinante para el fútbol alemán. Todos estaban atentos a sus labios cuando avisó que el Mundial de 2006 se realizaría en Alemania. Los fanáticos se alegraron con este cuento de hadas y Blatter, mientras, seguía cimentando su poder dentro de la institución. En 2002 volvió a ganar, otra vez en medio de rumores de compra de votos.
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El enemigo interno
En estos años, un estrecho colaborador de Blatter fue Mohammed bin-Hammam, miembro ejecutivo de Qatar en la FIFA. Apenas Blatter vio en su aliado a un competidor, su relación se rompió. En 2011, Bin Hammam se presentó como rival del suizo en las elecciones de la FIFA, pero surgieron acusaciones en su contra por sobornos. Renunció a la candidatura y después fue suspendido de por vida por la FIFA.
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En los círculos de poder
A Blatter le gustaba codearse con los cícrulos de poder. Secretarios generales de la ONU, presidentes, el Papa... tarde o temprano, el hombre más poderoso del mundo se reunía con todos. En 2004 se encontró con el héroe sudafricano Nelson Mandela, a quien finalmente le prometió que el próximo mundial de fútbol se realizaría en África. De hecho, Sudáfrica tuvo el honor en 2010.
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Contra todos
En las elecciones de 2015, el escenario no parecía tan halagüeño. El surgimiento de varias candidaturas hizo suponer que el camino sería más pedregoso. Pero poco a poco comenzaron a bajarse todos y solo quedó el príncipe jordano Ali bin al Hussein. Ni siquiera la detención de altos funcionarios de la FIFA en Zúrich evitó las elecciones. Blatter volvió a ganar y se lanzó contra sus críticos.
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Sí, renuncia, pero no todavía
Cuatro días después de su polémica reelección como presidente de la FIFA, Joseph Blatter dio un paso al costado. Anunció que dejaría el cargo, pero a comienzos de 2016. Durante 17 años fue el principal hombre de la institución del balompié. Y aunque muchos pidieron que se fuera de inmediato, Blatter se negó. Quería quedarse hasta que su sucesor fuera elegido.
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Y al final...
Así quedaba esta historia. Pero ahora la justicia suiza se lanzó directamente contra Blatter. La acusación: venta de derechos de transmisión televisiva del Mundial a precio de oferta a su exvicepresidente, Jack Warner, además de un dudoso pago millonario a Michel Platini. La Comisión de Ética de la FIFA hizo lo propio, sacando tanto a Blatter como a Platini de circulación.
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La FIFA planea reunión de emergencia
Ahora el comité ejecutivo de la FIFA debe decidir si celebra una reunión de emergencia tras la suspensión de Blatter. La semana entrante la entidad tomará una resolución al respecto, dijo este viernes 9 de octubre un portavoz, quien sostuvo que los miembros del comité consultarán con el presidente en funciones de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou (en la foto), el procedimiento estándar a seguir.