Ecologistas finalizan protestas en Londres con mil detenidos
24 de abril de 2019
Publicidad
La organización ecologista Extinction Rebellion (XR) anunció este miércoles (24.04.2019) que el jueves 25 de abril dará por concluidas las protestas de Londres, que se han alargado durante nueve días y que se saldan con más de 1.000 detenidos.
Los manifestantes exigían al Gobierno de la conservadora Theresa May acciones contra el cambio climático, y la decisión de finalizar las movilizaciones viene después de que el ministro de Medioambiente, Michael Gove, haya accedido a reunirse con representantes de la plataforma.
Con todo, un portavoz de XR matizó señalando que el término de las manifestaciones dependerá de cuáles sean los resultados de ese encuentro. Los activistas celebrarán el jueves una "ceremonia de clausura” de la protesta, que ha bloqueado durante días varias zonas concurridas del centro de la capital, como el puente de Waterloo, Parliament Square, Oxford Circus y Mable Arch.
XR señaló que las movilizaciones, a las que se han unido académicos, cantantes, actores, políticos y científicos, han "cambiado el mundo” y han "abierto un nuevo espacio para hablar de verdades”. "Es el momento de expandir esta verdad a las comunidades alrededor de Londres, a las regiones y naciones del Reino Unido e internacionalmente. En esta era de desinformación, hay que poder decir la verdad”, aseguró.
La organización ecologista adelantó asimismo que constituirá un movimiento de resistencia para seguir forzando a políticos a abordar la crisis del cambio climático. Entre las exigencias del grupo al Ejecutivo se encuentran la de declarar el estado de emergencia climática y ecológica, reducir las emisiones de CO2 a cero para el año 2025 y crear una asamblea ciudadana para lidiar con las decisiones que afecten al calentamiento global.
Desde que comenzara la protesta el lunes de la semana pasada, alrededor de 30.000 nuevos voluntarios se han ofrecido a colaborar con el grupo, que además ha recabado casi 200.000 libras (231.340 euros) en donaciones. (EFE)
Cuatro décadas de movimiento antinuclear
Las manifestaciones antinucleares fueron las parteras del partido ecologista germano, el más influyente de su tipo alrededor del mundo, y allanaron el camino hacia el cambio energético en Alemania. Y la lucha sigue...
Imagen: AP
Nace un movimiento
El movimiento antinuclear alemán surgió a principios de los setenta, cuando una multitud protestó contra la erección de una planta atómica en Wyhl, cerca de la frontera francesa. La Policía fue acusada de hacer uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes pacíficos. En 1975, los planes para construir la planta fueron archivados.
Imagen: picture-alliance/dpa
Desobediencia civil
Inspirados por el éxito de las protestas contra la planta de Wyhl, otras manifestaciones de desobediencia civil fueron orquestadas a finales de los setenta. Aunque no evitaron la construcción de los reactores en Brokdorf y Kalkar, se hizo evidente que el movimiento anti-nuclear era una fuerza creciente.
Imagen: picture-alliance / dpa
“¡No a los desechos nucleares!”
Gorleben ha sido escenario de protestas intensas contra la industria nuclear desde 1977, cuando se anunció por primera vez que desechos atómicos serían almacenados en una mina de sal abandonada, situada en esa localidad. Los habitantes de Gorleben dejaron saber que no permitirían que material radioactivo fuera depositiado cerca de su hogares.
Imagen: picture-alliance / dpa
El poder de la gente
Desde el principio, el movimiento antinuclear alemán unió a pacifistas, ecologistas, académicos, estudiantes, organizaciones religiosas, granjeros y asociaciones vecinales que veían un vínculo directo entre la energía nuclear y la bomba atómica. Por estar en el frente de la Guerra Fría, la amenaza de una conflagración nuclear inquietaba a muchos alemanes.
Imagen: AP
De los márgenes al centro
A finales de los setenta, activistas antinucleares unieron fuerzas con ecologistas y defensores de la justicia social para formar el Partido Verde. Hoy, esa formación es una de las más importantes en el espectro político alemán –obtuvo sus primeros escaños en el Bundestag en 1983– y el Partido Verde más poderoso del mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Pfund
La peor pesadilla se hizo realidad
En 1986, la explosión de un reactor en una central nuclear ucraniana puso a la opinión pública germana en contra de la energía atómica en Alemania. El desastre de Chernóbil y la nube radioactiva que éste posó sobre Europa obligó a muchos alemanes a evitar tomar leche, comer carne fresca o permitir que los niños jugaran con arena por temor a la contaminación nuclear.
Imagen: picture-alliance / dpa
Legisladores verdes
En 1998, los ecologistas se aliaron con los socialdemócratas en calidad de socios menores para gobernar el país juntos. En 2002, el Ejecutivo “verde-rojo” aprobó una ley que prohibía la construcción de nuevas plantas nucleares y limitaba la vida útil de las existentes. Se pautó que la última de ellas debía ser desactivada en 2022.
Imagen: picture-alliance / dpa
Una prórroga para la industria nuclear
La Unión Demócrata Cristiana –el partido de Angela Merkel– siempre se opuso a la ley que le puso fecha de expiración a las plantas nucleares alemanas. Cuando esa formación llegó al poder en 2009, prolongó la vida de las centrales atómicas. Ese fue un duro revés para el movimiento antinuclear.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Ebener
Fukushima lo cambió todo
En 2011, el Gobierno de Merkel vio en la explosión de un reactor nuclear japonés y sus secuelas una buena razón para cambiar de rumbo: pocos días después del suceso, la canciller aprobó una ley que ponía fecha –año 2022– a la desactivación de las plantas atómicas en Alemania. De hecho, ocho reactores germanos fueron apagados ese mismo año.
Imagen: picture-alliance/dpa
La lucha continúa
Las metas del movimiento antinuclear alemán se han ido diversificando con el paso de los años. La apuesta por la energía renovable y la lucha contra los factores que causan el calentamiento global son parte de su agenda. La lucha continúa... Hace poco, un grupo de activistas logró detener al primer bote que transportaba residuos atómicos. Autor/a: Ruby Russell