¿Es la hora de reducir las sanciones contra Rusia? Mientras en Bruselas todos confían en su prolongación, en Alemania hay cada vez más escépticos.
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El ministro de Economía alemán ya lo hizo y ahora es el turno de Horst Seehofer, presidente de Baviera, que se entrevistará con Vladimir Putin en su visita a Moscú en febrero. “Tenemos suficientes temas de qué hablar: los refugiados, cómo combatir las causas, la cuestión de Ucrania y las sanciones”, declaró Seehofer a la agencia alemana DPA. “También habría que plantear la pregunta de si las sanciones son por tiempo ilimitado o si habría que hablar de ello”, continuaba el dirigente bávaro.
El lastre de las sanciones
Seehofer tiene a las empresas exportadoras al cuello. El comercio con Rusia se redujo un 30 por ciento respecto a 2015 y las exportaciones han caído casi a la mitad. Para el director de la Cámara de Comercio Alemana (DIHK), Volker Treier, la tendencia continuará a la baja y tampoco las empresas alemanas con sede en Rusia están satisfechas. Según una encuesta de la Cámara de Comercio Alemana en Rusia (AHK), dos tercios de los 850 miembros creen que las sanciones tendrán consecuencias económicas. Y el 80 por ciento dice que no tienen el efecto esperado. “Nuestros miembros dicen que la situación política en Rusia no ha cambiado nada, ni con sanciones ni sin ellas", dijo Rainer Seele, presidente de la AHK en Rusia.
Además, la situación económica rusa ha empeorado. Rusia está en una recesión que todavía no ha tocado fondo y el mercado no volverá a crecer hasta 2017. Una situación de consecuencias nefastas para muchas empresas alemanas.
Por otro lado, también habría que contemplar las sanciones de Rusia contra Turquía. Según la encuesta publicada por la AHK, estas afectan a dos tercios de las empresas alemanas en Rusia. Por ejemplo, a la importación de piezas de Turquía para la industria automotriz, explicó Seele. Los retrasos en las aduanas dificultan las entregas y también hay problemas para contratar trabajadores turcos en Rusia.
Sanciones: a quién favorecen y a quién perjudican
Para el presidente de la DIHK, ya existe una espiral de sanciones. “Temo que las sanciones se conviertan en una Caja de Pandora”, opina. Una situación poco tranquilizadora que hace vulnerable a la cadena de producción alemana que está interconectada entre muchos países.
Por otra parte, las sanciones generan ventajas para competidores como China, que podrían desplazar a mediano plazo a las empresas alemanas. En este contexto, las críticas a las sanciones se hicieron patentes durante el día de las Cámaras de Comercio. “Desde la política, por lo menos se podría tender una mano para volver a repensar algunas sanciones”, dijo Volker Treier. Sobre todo, en lo referente a las restricciones de los mercados financieros.
De forma similar argumentó el presidente de la AHK. “Recomiendo redefinir a Rusia como socio económico estratégico de Europa”, exigió Rainer Seele, que también dirige el mayor consorcio industrial austríaco OMV. La empresa desea invertir pese a las dificultades y el atractivo de Rusia aumentó por la situación de costes, dijo Seele, proponiendo una revisión de las sanciones. Una opinión que también defendió el presidente bávaro: “En la historia ya hubo otras situaciones en las que, a pesar de tratar de mantener el derecho, se intentó volver a un clima normal de conversaciones y a una relación razonable”, afirmó Seehofer.
La encantadora San Petersburgo
La "capital al norte de Rusia" es como un tesoro, ya que tiene mucho que contar sobre la cultura, la historia y el presente de Rusia. La periodista de DW Svetlana Savchenko quedó impresionada con la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Bailar en el casco antiguo
La noche en San Petersburgo es movida y, aunque haya frío, la gente sale a la calle. Hay muchos lugares donde se puede bailar a cielo abierto. La mayoría de las veces, un profesor de baile muestra cómo se hace y luego ya puede comenzar la fiesta.
Imagen: DW/S. Savchenko
En el río Neva
La periferia de la capital en el norte de Rusia, como se conoce a San Petersburgo, tiene su encanto. Huele a agua y el viento cortante no cesa de soplar, pero la gente ya no lo siente más. Al otro lado del río Neva se divisa la Iglesia de la Resurrección de Cristo, una de las más hermosas del país.
Imagen: DW/S. Savchenko
Iglesia de la Resurrección de Cristo
En este lugar, el Zar Alejandro II sufrió un atentado en 1881. Su hijo, Alexander III mandó erigir una iglesia para rezar por su padre. La iglesia se ha utilizado además como teatro y sala de conciertos. Tras 27 años de continuas reformas se ha convertido en un museo desde 1997.
Imagen: DW/S. Savchenko
Tras las huellas de los escritores
Las calles de San Petersburgo están llenas de recuerdos literarios para los rusos. En esta ciudad vivieron los héroes de los famosos escritores como Dostojewski, Tolstoi y Pushkin A veces detallaban las rutas de sus héroes de manera tan minuciosa que hoy podemos seguir sus huellas y sus destinos.
Imagen: DW/S. Savchenko
Viajar como en la época de los zares
Como en otras grandes ciudades europeas, en San Petersburgo también se puede viajar de forma tranquila. En el centro sobre todo puede encontrar con facilidad carruajes para ver los rincones de la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Una ventana a Europa
En Rusia se dice que Pedro I de Rusia abrió una ventana a Europa con la fundación de San Petersburgo. Su residencia en Peterhof también estaba orientada hacia Europa. En el Golfo de Finlandia, los barcos podían navegar por el canal hasta el palacio para honrar al zar.
Imagen: DW/S. Savchenko
Palacio de Peterhof
La gran caía de agua ante el palacio consta de 64 cascadas y 255 esculturas. Cada escultura es una alegoría. La escultura del centro, por ejemplo, muestra a Sansón luchando contra un léon, y simboliza el triunfo contra Suecia en 1709, ya que el león se halla en el escudo sueco.
Imagen: DW/S. Savchenko
El teatro Mariinski
Los visitantes de la ciudad no pueden perderse el centro de ballet y ópera. Este edificio construido en 1860 (izquierda) se amplió en 2013 (derecha). En el teatro Mariinski se han estrenado muchos ballets y óperas rusos, como "Cascanueces" de Tschaikowski.
El parque forma parte de los cinco paisajes ajardinados y se halla a 30 km al sur del centro de la ciudad. Su diseño al estilo inglés fue expreso deseo de Catarina II, llamada la Grande.
Imagen: DW/S. Savchenko
El Palacio de Catalina
En el centro del parque se halla la indiscreta dacha del zar. Desde 1717 se reformó varias veces, ampliada por Catalina II y se convirtió en la sede del kaiser ruso.
Imagen: DW/S. Savchenko
Interiores dorados
Probablemente no se pueda ver tanto oro en el mundo como en los palacios rusos. Bartolomeo Francesco Rastrelli fue el responsable del diseño de la magnífica arquitectura del Palacio Peterhof y del Palacio de Invierno en San Petersburgo.
Imagen: DW/S. Savchenko
Catedral de Nuestra Señora de Kazan
Una de las iglesias más llamativas en San Petersburgo se construyó a principios del siglo XIX tomando como modelo la Basílica de San Pedro en Roma. Aquí se enterró al general Mijaíl Kutusow, un héroe de guerra quien luchó contra Napoleón.
Imagen: DW/S. Savchenko
Museo de Hermitage
Es uno de los museos de arte más grandes e importantes del mundo. Junto con el Palacio de Invierno, este museo forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO del centro de San Petersburgo. Si desea ver toda las exposiciones, tendría que caminar unos 25 km.