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Economía circular: la segunda y tercera vida de los residuos

Matilda Jordanova-Duda
16 de diciembre de 2024

Algunas empresas emergentes se centran en la lucha contra los residuos plásticos y el desperdicio de recursos. En la ciudad de Wuppertal, una plataforma las ayuda a establecer contactos y a crecer en todo el mundo.

Residuos textiles en Acra, Ghana.
Montaña de residuos textiles en Acra, Ghana.Imagen: Misper Apawu/AP/picture alliance

En el país africano de Uganda se generan cada día 600 toneladas de residuos plásticos, pero sólo se reciclan 40 toneladas, afirma Sonko Jamal, fundador de Kyuka Ventures Innovation Hub, quien lucha contra la contaminación plástica.

La nueva empresa de Jamal moviliza a jóvenes y mujeres de los barrios marginales de Kampala, la capital de Uganda, para recoger residuos plásticos. Los recolectores reciben unos céntimos por kilo o aportan los residuos al programa de seguro médico Waste Insure. Los desechos mezclados se trituran y se calientan (pirolizan) sin oxígeno y se reconvierten en componentes químicos.

Con la patentada Tecnología de Extracción Reactiva sin Hollín (SFRET), Kyuka Ventures extrae gas sintético, que luego se vende como gas licuado.

Una aceleradora de "startups”

Sonko Jamal lleva tres meses en Wuppertal, en el programa Acelerador de Economía Circular, donde ayudan a crecer a empresas jóvenes emergentes o "start ups”. La economía circular se basa en el concepto de economía sostenible a través de la reutilización y el reciclaje.

El programa en el que Jamal participa forma parte del Circular Valley Netzwerk, donde confluyen alrededor de 270 empresas de diversos sectores, dimensiones y países. Todas tienen el mismo objetivo: la economía circular sostenible.

Ideas de todo el mundo

Hasta ahora, el programa han acogido a más de 120 empresas emergentes de seis continentes: de Argentina, Australia, Estados Unidos, India, Uganda, Nigeria, Tanzania, Países Bajos y Alemania. Construyen bombas de calor de alta temperatura, reciclan textiles, limpian el agua de productos químicos o reciclan plásticos, como la empresa de Sonko Jamal.

"Nuestro objetivo es duplicar nuestra capacidad de procesamiento de residuos plásticos a 20 toneladas por mes, proporcionando energía limpia a 50.000 hogares adicionales. Planeamos establecer centros de recolección de residuos en las principales ciudades y ampliar nuestro programa de Waste Insure a 100.000 usuarios", explica Jamal. Esto creará alrededor de 1.000 empleos verdes, pero para ello necesita inversionistas.

Un buen ejemplo es Plastic Fischer, una de las primeras empresas emergentes del programa de Wuppertal. Esta desarrolla barreras flotantes para pescar residuos plásticos en los grandes ríos asiáticos. Entretanto, trabajan en eso 80 personas en India e Indonesia.

Baterías de vuelta al circuito

La economía circular también establece estándares para contenido reciclado y cambios en las cadenas de suministro, entre otras cosas. Y para ello se requieren redes: cuanto más grandes y diversas, mejor. Circular Valley se está expandiendo ahora por Europa: "Necesitamos ideas de todo el mundo. ¿Y qué mejor que cooperar con nuestros vecinos?", afirma Andreas Mucke, director general de Circular Valley GmbH.

El puerto belga de Amberes y el de Duisburgo, en el oeste alemán, son importantes nodos logísticos en Europa. Grupos de trabajo de ambas regiones vecinas intercambian ideas online desde hace un año, por ejemplo, sobre baterías, afirma Andreas Mucke. Probablemente es imposible superar a China en la producción de baterías para automóviles, pero en tecnologías de reciclaje existe aún la posibilidad de estar a la vanguardia.

"Después de diez años, las baterías estarán fuera de circulación. Entonces no queremos enviarlas a África, sino reutilizarlas aquí como acumuladores y luego reciclarlas", afirma Mucke. Esto significa que las materias primas se quedan aquí y gradualmente nos volvemos menos dependiente de las importaciones.

Sonko Jamal presenta su empresa en el Circular Valley Forum 2024, en Wuppertal.Imagen: Circular Valley/Jan Turek

Derecho al agua potable

El 28 de julio de 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano. Precisamente el mismo día, la empresa instrAction, del sur de Alemania, recibió una patente para su tratamiento de agua.

Desde entonces, instrAction ha desarrollado varios productos absorbentes para filtrar metales preciosos y pesados, bacterias y otras sustancias que se encuentran en numerosos productos, desde cacerolas hasta extintores, y se acumulan en el medio ambiente y en el organismo, provocando problemas de salud.

Con la ayuda de Circular Valley, instrAction busca socios en todo el mundo para comercializar sus "absorbentes inteligentes". Mohnish Pujari, que representa a la empresa de Heidelberg en Wuppertal como director de desarrollo empresarial, cree que "la participación nos permite aprovechar un ecosistema único, que nos brinda acceso a una red de expertos de la industria, socios potenciales e inversores".

(rmr/ems)

 

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