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¿Salvar el mundo con economía circular?

Tim Schauenberg
30 de noviembre de 2021

Pasar a una “economía circular” es crucial para la protección climática y la sostenibilidad, según los expertos. Pero ¿qué significa realmente esto y puede funcionar a gran escala?

Unas manos mostrando trozos de PET triturados.
Reconvirtiendo lo viejo en nuevo: el PET triturado puede utilizarse de muchas maneras.Imagen: picture-alliance/dpa/H. Schmidt

Ya sean gigantescas islas de basura en el mar o un cementerio de 40 millones de neumáticos usados en el desierto de Kuwait, visible desde el espacio. El mundo se está asfixiando en basura, con consecuencias devastadoras para el clima, los ecosistemas y la salud humana.

Actualmente vivimos en un sistema económico lineal "diseñado para extraer materias primas, transformarlas en bienes utilizables y, en última instancia, arrojarlas a un vertedero o incineradora, reciclarlas o eliminarlas en la naturaleza”, afirma Leyla Acaroglu, diseñadora, científica social y experta en sostenibilidad.

El concepto contrario a esto se llama economía circular. La idea es evitar los residuos siempre que sea posible y utilizar los recursos una y otra vez para nuevos productos, prácticamente como en la naturaleza.

Ideando los productos desde el final

En el caso del vaso de café "para llevar”, por ejemplo. Aunque es de cartón, está recubierto de una capa de plástico. Esto hace que el reciclaje sea casi imposible o, al menos, poco rentable. Los productos deben "diseñarse de forma que puedan recuperarse, reutilizarse y reciclarse”, señala Acaroglu. 

¿Qué es la economía circular?

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Esto también incluye que los dispositivos y las máquinas se puedan arreglar. Cuando se estropea la batería del teléfono móvil, lo más habitual es comprar uno nuevo porque repararlo es demasiado complicado o tan caro que apenas merece la pena.

La economía circular es algo más que el reciclaje

Cada año se deshechan al menos 1.000 millones de neumáticos usados. El caucho se fabrica a partir de petróleo crudo y es extremadamente difícil de reciclar. Por ello, los neumáticos se queman en plantas de cemento o centrales eléctricas o se transforman en esterillas de goma de baja calidad. El objetivo de una economía circular, en cambio, sería preservar el valor del producto. Debe evitarse el reciclaje en productos de calidad inferior, el llamado infrarreciclaje, del inglés "downcycling”. 

El final de la cadena económica lineal: enorme cementerio de neumáticos en Kuwait.Imagen: Faisal Alnomas/AA/picture alliance

La empresa Pyrum Innovations, ubicada en el estado federado de Sarre en Alemania, muestra cómo hacerlo. Hace unos años, la empresa desarrolló una tecnología que recupera casi por completo los componentes de los neumáticos usados. El petróleo tiene la misma calidad que el crudo. Se necesitó mucho tiempo para convencer a la industria del producto. Entretanto, eso ha cambiado. "No se me ocurre casi ningún país del mundo del que no hayamos recibido ya una consulta”, señala Pascal Klein, cofundador de Pyrum. Para 2025, la empresa quiere construir 50 plantas en Europa y suministrar 100.000 toneladas de petróleo al gigante químico BASF. El petróleo ya se emplea en la producción de tejidos para exteriores de la marca Vaude.

Transparencia en la producción

Cada año, 92 millones de toneladas de textiles usados acaban en la basura, de los cuales solo se recicla un uno por ciento. Una vez recogida la ropa vieja, los recicladores carecen de información sobre los materiales que componen los tejidos. El reciclaje de alta calidad para la industria de la moda no es posible, por lo que se pierden recursos valiosos.

La empresa circular.fashion, con sede en Berlín, está trabajando en una máquina clasificadora inteligente, que reconoce y preclasifica automáticamente las fibras de los tejidos mediante una identificación circular. "Esto nos permite calcular rápidamente qué tipo de reutilización o reciclaje es mejor para este producto”, explica Mario Malzacher, de circular.fashion.

Se tiran enormes cantidades de textiles, pero hasta ahora el reciclaje es limitado.Imagen: picture-alliance/dpa/Soex Group

El concepto de identificación circular se conoce como "pasaporte de producto” a nivel europeo. Es un aspecto esencial del Plan de Acción de Economía Circular de la Unión Europea para una economía del futuro que ahorre recursos. Debe contener información sobre el origen, la composición, las posibilidades de reparación de los productos y cómo tratarlos al final de su vida útil.  

La economía circular no es una fórmula mágica

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Yale podría frenar el entusiasmo por la economía circular. Diversos científicos advierten de la posibilidad de un "rebote”. Esto se refiere al efecto que se produce cuando los productos más eficientes y baratos conducen a un mayor consumo. Por ejemplo, si el bajo consumo de una lámpara LED fomenta la luz encendida todo el día. Lo que se ahorra en producción podría quedar anulado por el crecimiento del mercado. Lo importante del reciclaje es que utilice menos recursos que la extracción y la eliminación, pues de lo contrario aumentará la huella en lugar de reducirla, advierten algunos científicos. Para que esto no ocurra, hay que seguir investigando y aplicando cuidadosamente los enfoques circulares, afirman. 

Sin embargo, aún estamos lejos de la transformación hacia una economía circular, no ha hecho más que empezar. En la actualidad, solamente el 8,6 por ciento de la economía mundial cumple con los principios circulares. Al mismo tiempo, aumenta el agotamiento de los recursos y el consumo, y disminuye el procesamiento de los productos al final de su vida útil. Hace dos años, era del 9,1 por ciento, según el Informe sobre la Brecha de la Economía Circular. Esto significa que el desarrollo está realmente en declive.

Según el Foro Económico Mundial, la transición a una economía circular podría tener un beneficio económico de 4,5 billones de dólares anuales en todo el mundo. La Fundación Ellen MacArthur calcula que el cambio reduciría las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en una quinta parte. Esto es crucial para limitar la crisis climática y lograr el objetivo de neutralidad climática mundial.

(ar/ers)