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Ecoturismo de carne y hueso

Margarita Arteaga14 de enero de 2004

Turismo en armonía con la naturaleza suena a frase publicitaria, pero en Venezuela ha comenzado a tomar cuerpo y será parte de la agenda del Foro Social Mundial, en Bombay, India, del 16 al 21 de enero.

Ecosistemas tropicales suministran la base para la vida de una gran mayoría de la población mundial.Imagen: AP

La empobrecida península de Paria, en el norteño estado de Sucre, carente de industria y empleo, pero ecológicamente rica, es el escenario de un plan alternativo, desarrollado con la ayuda de la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica GTZ.

La GTZ es una empresa fundada en 1975, que apoya programas tendientes a reformar y mejorar las condiciones de vida y perspectivas de la población de países en desarrollo.

Un modelo

Los proyectos de Paria pretenden atraer el turismo, como fuente de recursos económicos para una zona de bosques nubosos, sabana húmeda y playas tropicales, pero amenazada por una forma degradante de uso de la tierra y de los recursos naturales.

Porto Alegre, Brasil, fue la cuna del Foro Social Mundial en el año 2000. .Imagen: AP

Este modelo será presentado en el cuarto Foro Social Mundial, un encuentro de proyectos alternativos, críticos de la política mundial globalizadora y contrario al espíritu del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), que se llevará a cabo entre el 21 y el 25 de enero.

Contra pobreza

Si bien Paria significa en lengua indígena “tierra de mucha agua”, sus desnutridos habitantes enfrentan escasez de agua potable y la destrucción de los bosques de montaña. Gran parte de la población es analfabeta y no dispone de infraestructura educativa y de salud.

La tala o los incendios forestales amenazan los bosques, que pierden miles de hectáreas cada año.Imagen: AP

Dos vocablos: ecoturismo y agroturismo, forman el proyecto Paria y consisten en la promoción de inversiones para la construcción de infraestructura turística, de microempresas destinadas a pescadores, artesanos, la alfabetización y formación ambiental de su población, de cultivos amigables con la naturaleza y cría de búfalos.

Su fundador, el alemán Wilfried Merle explica que tiene la ventaja de que puede ser puesto en marcha en cualquier parte del mundo.

Escenario

El proyecto modelo abarca las ciudades de Río Caribe, puerta de entrada al parque nacional de la península y hace poco declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, Playa Medina y las tierras en la desembocadura del río Orinoco, donde se desarrolla la cría de búfalos.

De ellos se obtiene carne, leche y quesos, y sirven a la vez para cabalgar en paseos donde es posible ver caimanes, culebras y una gran variedad de aves acuáticas.

En el sitio se cultiva el cacao, la piña, los cítricos y el banano en forma orgánica, en sustitución del maíz, que conlleva un deterioro del suelo por la deforestación, los incendios forestales y la erosión.

El cultivo del maíz y la ganadería extensiva han deforestado y deteriorado el suelo.Imagen: AP

Además el área es sitio de aguas termales y pantanos cuyo lodo es utilizado para mascarillas y masajes.

Maquinaria turística

Paria contrasta con la maquinaria turistica de la mediterránea isla de Mallorca, o a pocos kilómetros con las islas Margarita o Bonaire, en el mar Caribe, donde proliferan grandes hoteles y donde el turismo implica alto consumo de agua, excesiva basura, ruido, y contratación de .personal extranjero, en detrimento de la población local.

Según Merle, “este proyecto modelo no es sólo para Venezuela, sino que puede ser aplicado en cualquier parte del mundo y muestra que es posible vivir de manera razonable sin destruir la naturaleza”.

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