¿De la ley mordaza a la libertad o hacia un mayor control?
Ramiro Carrillo
24 de mayo de 2018
Después del gobierno de Rafael Correa y en un año de gestión del presidente Lenín Moreno, los medios en Ecuador están viviendo una transformación.
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Los medios de comunicación y los periodistas de Ecuador están viviendo momentos diametralmente diferentes a lo que fue la relación con el gobierno del presidente Rafael Correa, quien estuvo diez años en el poder (2007– 2017).
Su sucesor, Lenín Moreno, cumple este jueves (24.05.2018) su primer año de gestión y hay amplios sectores de la prensa que consideran que en ese lapso pasaron de la mordaza a la libertad en su relación con el gobierno, pero otros opinan que el nuevo gobierno lo que ha hecho es profundizar el control de los medios públicos y privados.
"Es un momento distinto, hay más libertad"
"Es un momento distinto, hay más libertad, es un momento de apertura en contraste con el modelo vertical de poder del ex presidente Correa", señala el director adjunto del diario El Comercio de Quito, Gonzalo Ruiz, al analizar el contraste entre las dos administraciones presidenciales de Ecuador.
Su afirmación se basa en hechos contundentes que volvieron frágil la relación pasada entre el socialista Correa y los medios.
Correa buscó una comunicación directa con los votantes, erigió un holding de medios públicos (tres canales de televisión, dos periódicos, una docena de radioemisoras, una agencia de noticias y varios portales informativos) y envió a la Asamblea Nacional (AN) una ley de comunicación calificada por la prensa como "ley mordaza".
"El presidente Correa profería toda clase de insultos y rompía periódicos ante las cámaras", recuerda Ruiz en declaraciones a la agencia dpa, calificando esas actitudes como símbolos "muy fuertes" ante la opinión pública. Recuerda que se escenificaban semana a semana desde escenarios con pantallas gigantes, banderas de Ecuador y centenares de empleados públicos invitados a presenciar las presentaciones del gobernante.
Moreno, en cambio, tiene un talante distinto hacia los medios, con los que "está abierta una puerta de relación mejor", señala Ruiz, quien confía en las próximas reformas de la Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador (LOC).
Moreno "traicionó los postulados de la 'revolución ciudadana'"
En contraste, el analista de comunicación Hernán Reyes, del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina con sede en la capital ecuatoriana, advierte que en la consideración del tema entre un gobierno y otro, "hay claroscuros, hay situaciones más estructurales y actuaciones políticas que se complementan".
Dice que Correa propuso una suerte "de discurso renovador" y embistió contra el pasado ecuatoriano dominado por tres sectores dominantes, que fueron el bancario, los partidos políticos tradicionales y los medios privados", explica Reyes a dpa.
En este sentido, defiende que Correa haya utilizado los medios para dar voz a los sin voces, puso sobre el debate el tema de la comunicación y creó nuevos imaginarios en la identidad colectiva.
"Hubo una traición rotunda del nuevo presidente (Moreno) a lo que fueron los postulados de la 'revolución ciudadana'", lo que a su vez generó una reacción de Correa, quien se puso pronto en el sector de la oposición, comenta Reyes, si bien reconoce que Moreno ha logrado cambiar el modelo vertical en comunicación que impuso su antecesor.
"No ha cambiado absolutamente nada"
Otra apreciación diferente la tiene el director de la emisora pública "Pichincha Universal", Washington Yépez, para quien la política de comunicación en el Gobierno de Moreno, "no ha cambiado absolutamente nada".
En su opinión, el actual gobierno, a través del manejo de la comunicación, "lo que ha hecho es profundizar el control de los medios públicos y privados".
Yépez considera que a Correa se le acusó de un control de medios para conseguir un estado de propaganda, pero que el actual Gobierno "está haciendo exactamente lo mismo y más aún, ha radicalizado ese control".
La radicalización se manifiesta, apuntó Yépez en declaraciones a dpa, en que la actual administración tiene un control absoluto de los medios privados que nunca convivieron con Correa y que hoy apoyan al Gobierno de Moreno "porque están en una estrategia de desmontar todo lo que aparezca como positivo del anterior Gobierno".
Según Yépez, a este esquema se escapan algunas radios públicas y privadas y obviamente las redes sociales, "en las que el Gobierno no puede ejercer ningún control".
La reforma es "un paso importante"
Por su parte, para el director del portal LaRepublica.ec, Carlos Jijón, la Ley Orgánica de Comunicación debió ser derogada. Sin embargo, cree que la opción de reforma es un avance, "un paso importante". "En este año de Gobierno, Moreno ha demostrado respeto y un acercamiento a los medios", resalta Jijón.
En la misma línea, el director de noticieros del canal Teleamazonas, Iván Melo, dice que la política comunicacional del actual gobierno "tiene un tratamiento mucho más amplio, más democrático, inclusive más generoso". Critica, sin embargo, que éste haya demorado un año en elaborar reformas a la ley del sector.
¿Adiós a la situación conflictiva entre medios y gobierno?
El sector oficialista considera superada la situación conflictiva que vivieron los medios de comunicación con el Gobierno de Correa y que, con reformas a la Ley de Comunicación, se viabilizará una relación de respeto. El manejo de los medios públicos en esa etapa se hizo "de manera propagandística y mediocre, dispendiosa e indolente", considera el secretario de Comunicación de la Presidencia de la República, Andrés Michelena.
Michelena ha sido encargado de encabezar la elaboración de un paquete de reformas a la Ley de Comunicación que da al traste con las iniciativas del anterior Gobierno en la materia.
La reforma, por ejemplo, suprime la cuestionada Superintendencia de Comunicación (Supercom), entidad por medio de la cual fueron enjuiciados y sancionados medios de comunicación y amenazados periodistas.
Con los cambios "se incorpora el manejo de medios públicos al servicio ciudadano, tras diez años anteriores en los que se manejaron los medios públicos al servicio del partido (Alianza Pais)", subraya Michelena.
Las reformas ya fueron enviadas a la Asamblea y el oficialismo confía en su aprobación porque fueron fruto del diálogo que emprendió el presidente con todos los sectores nacionales.
Ramiro Carrillo (VT)
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La disputa entre Lenín Moreno y Rafael Correa
Se suponía que Moreno continuaría el proyecto político de Correa, pero fue gradualmente distánciandose e incluso ha sido despojado de la presidencia de Alianza País. Ahora, ¿podría Correa rescatar su revolución?
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Presunta garantía de continuidad
Moreno ganó las elecciones presidenciales de Ecuador en abril con solo dos puntos porcentuales sobre su competidor, Guillermo Lasso, quien era el principal opositor de la llamada "revolución ciudadana" y del "socialismo del siglo XXI", el modelo creado por Hugo Chávez. En ese momento, Moreno era la garantía de continuidad del proyecto político de Correa, quien lo apoyó a lo largo de la campaña.
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Una aparente alianza
En mayo se realiza la toma de posesión. Un Correa sonriente le traspasó la banda presidencial a Moreno. Hasta entonces, la revolución ciudadana tiene un heredero. Los asistentes a la ceremonia, entre ellos diputados de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, gritaron al inicio "¡Rafael, Rafael, Rafael!
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¿"Engaño" desde el principio?
En su discurso, Moreno celebró la gestión del gobierno de Correa: "Hoy, cuando se une la herencia del pasado con el presente y el futuro que estamos construyendo desde hace 10 años, este proceso tiene un pueblo entero y tiene un nombre: revolución ciudadana. Esta revolución tiene un líder: Rafael Correa Delgado, gracias Rafael, hasta siempre hermano querido".
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La paz duraría poco
Pero las relaciones entre los dos líderes políticos comenzaron a deteriorarse rápidamente, en gran contraste con esa aparentemente armónica toma de posesión de mayo. Moreno se empeñó en impulsar un diálogo con la oposición y luchar contra la corrupción, algo que no le agradó a Correa. En Twitter comenzarían las peleas públicas entre estos dos "aliados"...
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Lucha anticorrupción no se hace esperar
Moreno comenzó su prometida lucha contra la corrupción muy temprano. En junio, cinco personas supuestamente vinculadas con el caso de corrupción de Odebrecht fueron detenidas. Moreno lo celebró al decir que no estaba "hablando en el aire" cuando ofreció "hacer una lucha frontal, abierta y una cirugía mayor a cualquier tipo de corrupción".
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La disputa comienza en Twitter
Pero Correa aparentemente quería compartir los créditos y mostrar que su administración también había trabajado en contra de la corrupción. En su cuenta de Twitter escribió: "Creer que las detenciones y allanamientos de esta madrugada son fruto de una semana de trabajo es ingenuidad extrema", lo que se interpretó como un primer roce entre Moreno y Correa.
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Correa no quiere a la ONU en la lucha anticorrupción de Moreno
Pocos días después, Correa criticó la decisión de Moreno de firmar un convenio de cooperación con la ONU para luchar contra la corrupción. En una columna publicada en el diario estatal El Telégrafo, Correa afirmó que le sorprendía que "se pida 'ayuda' a organismos internacionales, claudicando en lo avanzado todos estos años en cuanto a institucionalidad y soberanía se refiere".
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Twitter, la herramienta predilecta de Correa para la crítica
Correa volvió a Twitter días después para criticar de forma más abierta al gobierno de Moreno: "Qué lástima que desde ciertos funcionarios del Ejecutivo, autoridades de control y hasta jueces, se esté siguiendo el discurso de la oposición. El frente externo no me preocupa, sí el interno, donde, por torpeza o deslealtad, se habla de marcar 'distancia' con mi gobierno".
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Movida temeraria
En julio, Moreno le entregó dos inmuebles en Quito en comodato por 100 años a la mayor organización de indígenas del país, la Conaie, la cual no disfrutaba de la simpatía de Correa, quien le había despojado del comodato en 2015. En su cuenta de Twitter, Correa lamentó la movida: "Otro innecesario desaire a mi Gobierno. Estrategia de 'diferenciarse' no sólo es desleal, es mediocre".
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Moreno acepta la batalla en las redes
Al día siguiente, Moreno se unió al desahogo digital de Correa y, aunque sin nombrarlo, atizó la disputa al publicar en su cuenta de Twitter una foto con el mensaje: "Sindrome de abstinencia: reacción provocada por la reducción o suspensión brusca de una sustancia de la que se tiene dependencia como el azúcar, el alcohol, las drogas...o el poder".
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"Cambios de estilo"
El 10 de julio, Correa parte a Bélgica para radicarse y aprovechó el momento para criticar a Moreno, aunque indirectamente: "Yo estoy seguro que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro si venció la Revolución Ciudadana. Que no me digan que es cambio de estilo las claudicaciones y el entreguismo". Ese mismo día, Moreno había admitido "cambios de estilo" en su gestión.
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"La mesa no está servida"
Correa aseveró en enero que iba a dejar la "mesa servida" a su sucesor. Pero un día después de la partida de Correa a Bélgica, Moreno advirtió que Correa “podía haber sido más mesurado al dejar cuentas en mejores condiciones" y que “no hay tal mesa servida", porque "la condición económica de Ecuador es muy difícil”. Moreno se refería a la deuda del país de más de 40 mil millones de dólares
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Vicepresidente despojado y destituido
En agosto, Moreno emitió un decreto con el que despojó al vicepresidente de la República, Jorge Glas, de todas sus funciones. La decisión de Moreno vino después de que se difundieran audios que supuestamente vinculaban a Glas en la trama de corrupción de Odebrecht. En octubre, la Contraloría General del Estado ordenó la destitución de Glas como vicepresidente por cargos de peculado.
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La fractura más evidente
El 1 de noviembre, la dirigencia de Alianza País (AP) destituyó a Moreno de la presidencia del partido por beneficiar a "opositores a la política de la Revolución Ciudadana". En Twitter, Correa escribió. "¡Basta que oportunistas hablen en nombre de las bases! (...) nuestra militancia lo que siente es profunda indignación, al ver cómo en 5 meses nos han regresado al pasado".
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La reelección indefinida aprobada y desaprobada a través de la ley
Correa no participó en las elecciones de 2017 porque la Constitución le impedía gobernar por un tercer periodo. Sin embargo, la Asamblea Nacional aprobó enmiendas en diciembre de 2015 que, entre otras cosas, permiten la reelección indefinida del presidente a partir de 2021. El contrataque de Moreno: una consulta popular para revocar la reelección indefinida cuyas preguntas ya fueron presentadas.
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¿La vuelta de Correa?
Además de despedir a Moreno, la dirigencia de AP también invitó a Correa a "acompañar el proceso de fortalecimiento orgánico y la reestructuración del movimiento". En Twitter, Correa escribió: "Ahí estaremos, y veremos cuántos de los que han permitido tanta infamia, persecuciones, oscuros pactos con lo peor de la partidocracia, en nombre de la 'gobernabilidad', me pueden mirar a los ojos".