Ecuador detuvo construcción de muro en frontera con Perú
13 de julio de 2017
"Vamos a encontrar una salida, porque un parque lineal o un muro no pueden desconocer veinte años de paz permanente", dijo la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa.
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El Gobierno de Ecuador detuvo la construcción de un muro en la frontera con Perú que provocó la llamada a consultas del embajador peruano en ese país, Hugo Otero, informó este jueves (13.07.2017) la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa.
La ministra, quien hoy participó en Lima en la Reunión del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, señaló que tratará el tema en un encuentro que sostendrá desde las 15.00 hora local (20.00 GMT) de hoy con su homólogo peruano, Ricardo Luna.
"Nosotros hemos solicitado la reunión, creo que es necesaria, importante, para llegar a un acuerdo definitivo sobre este asunto y además creo que hemos tenido un diálogo permanente sobre este asunto con el canciller Luna", declaró Espinosa a Efe.
Buscando solución definitiva
La canciller ecuatoriana, quien presentó en Lima el plan de trabajo Pro Témpore 2017-2018 ante los cancilleres de los países de la Comunidad Andina (CAN), señaló que parte importante de su agenda en la capital peruana será el encuentro con Luna, en el que espera encontrar una solución definitiva al tema.
"Pensamos que es un tema técnico que se puede resolver de la manera más adecuada para ambos países. Estamos seguros de que vamos a encontrar una salida, porque un parque lineal o un muro no pueden desconocer veinte años de paz permanente y duradera en beneficio de la población fronteriza", dijo.
Espinosa agregó que la extensión del muro es de "solo 900 metros, frente a una frontera que tiene 1.500 kilómetros" y que ha venido funcionando como "una frontera viva y dinámica", por lo que reiteró que su país ha "detenido su construcción a pedido del Perú".
CT (EFE, El Comercio)
Seis muros que pretenden separarnos en América Latina
Ya sea entre países o dentro de ciudades, los muros cumplen un solo objetivo: separar. A ricos de pobres, a vecinos y conciudadanos. Acá les mostramos seis ejemplos de ello.
Imagen: picture-alliance/Abaca Press/G. Bizzarri
Lima: ricos y pobres
Diez kilómetros de largo tiene el llamado "Muro de la vergüenza" en la capital de Perú. Coronado por filosos alambres de púa, su objetivo es partir por la mitad un cerro: por un lado las "invasiones" (terrenos tomados fuera del marco legal por pobladores de menos recursos) y, por el otro, barrios acomodados. Empezó a construirse en los 80 y hasta 2012 se seguían sumando metros a este murallón.
Imagen: picture-alliance/AA/S. Castaneda
Argentina-Paraguay: socios del Mercosur separados
Tante polémica generó en 2015 el levantamiento del muro de cinco metros de altura y 1,3 kilómetros que separa a Posadas (Argentina) de Encarnación (Paraguay), que una petición online en la plataforma Change.org reunió más de 8 mil firmas para exigir su demolición. Pero el muro sigue ahí, construido a medias entre el Estado y la empresa que opera la central hidroeléctrica en el río Paraná.
Imagen: Clarin
México: freno al sueño americano
Aunque la frontera entre México y EE. UU. está amurallada en muchos sectores, el presidente Donald Trump hizo de la construcción de un muro fronterizo su bandera de lucha. Tras llegar al poder, prometió cumplir su palabra. Pese a la oposición casi unánime de la comunidad internacional, Trump parece decidido a seguir adelante. La frontera entre ambos países tiene casi 3.200 kilómetros de longitud.
Imagen: Reuters/J. L. Gonzalez
Perú-Ecuador: pared a pasos de monumento a la paz
Perú reclamó en junio de 2017 ante las autoridades ecuatorianas por los trabajos para levantar un muro en la frontera entre Aguas Verdes (Perú) y Huaquillas (Ecuador). Con 2,5 kilómetros de extensión y 4 metros de altura, el muro forma parte de los acuerdos de paz firmados en 1998 tras la Guerra del Cenepa, en 1995, dicen en Quito, e incluye un parque y un centro comercial.
Imagen: El Comercio
Río de Janeiro: favelas amuralladas
A comienzos de 2009, las autoridades de Río de Janeiro decidieron cercar algunas favelas con enormes muros de entre 80 centímetros y tres metros. La explicación oficial era que con estas paredes se buscaba contener el crecimiento de los barrios y proteger la vegetación circundante. Otros pensaron que, en realidad, se buscaba encerrar a los pobres para evitar que sus barrios siguieran ampliándose.
Imagen: picture-alliance/abaca
Chile: ya no hay muro, hay reja
En 2002, la alcaldesa de Lo Barnechea (un barrio adinerado de Santiago), Marta Ehlers, mandó a construir un muro para separar a las casas más acomodadas de la población La Ermita, más pobre. Tras la polémica, se decidió echar abajo el muro y vincular ambos sectores de la comuna a través de un paso que es vigilado por una caseta con guardias. Y en vez de muro, hoy hay una reja.