El periódico berlinés Die Tageszeitung (TAZ) dedica un editorial al asesinato del candidato Fernando Villavicencioy su impacto: "Ecuador fue considerado por largo tiempo como una isla de paz en una región llena de conflictos. Los asesinatos por encargo, motines carcelarios, y desbordante corrupción, se asociaban con la vecina Colombia, pero no con Ecuador. La república, bendecida con bosques tropicales, salpicada de volcanes, a la que pertenecen las islas Galápagos, fue considerada segura por largo tiempo y de eso se benefició también el turismo. Pero eso es historia.

Desde ayer, tras el brutal asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, rige en todo el paísel estado de excepción. El presidente archiconservador y neoliberal, Guillermo Lasso, ha hecho uso profusamente de ese instrumento. Eso es más que indicio de que en Ecuador varias cosas no andan bien. El presidente es corresponsable de muchas cosas y por eso se ha convertido desde hace mucho tiempo en símbolo de un gobierno incompetente y corrupto. Pero Lasso, quien según los Papeles de Pandora tiene cuentas en paraísos off-shore, es solo un representante de una elite que piensa primero en sí misma y utiliza el sistema político para su propia ventaja”.

En las garras del narcotráfico

El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung pone el foco en las dimensiones que ha alcanzado el problema del narcotráfico en Ecuadory plantea: "El país andino elegirá un nuevo presidente en elecciones anticipadas. Según las encuestas, Villavicencio no tenía muchas posibilidades de ganar. Pero el asesinato del político traslada la atención, una vez más, hacia la dramática situación que vive Ecuador en relación con el tráfico mundial de drogas. El asesinado llamó la atención reiteradamente sobre vínculos entre políticos, funcionarios estatales y la mafia de las drogas.

Por eso, no es descabellada la sospecha de que con el asesinato se haya querido acallar a un conocedor de esas conexiones. Dado que él había colocado el tema de la corrupción en el campo de las drogas en el centro de su campaña, se convirtió en un peligro para poderosos criminales en el aparato estatal y en los carteles.

Una serie de factores, en los que el país difícilmente pudo influir, lo convirtieron en los últimos años en un centro del tráfico de cocaína. En el año 2000, Ecuador reemplazó su moneda por el dólar, para controlar la alta inflación. La medida dio resultado desde el punto de vista económico, pero convirtió a Ecuador en un terreno atractivo para la mafia colombiana de las drogas. Colombia, el mayor productor de cocaína, limitaba de pronto con un país que utilizaba la misma moneda que el mayor mercado de cocaína del mundo, Estados Unidos. Eso simplificó considerablemente el lavado de los ingresos de negocio de la droga”.

¿Un "Estado fallido”?

El diario Tagesspiegel apunta que no se sabe aún a ciencia cierta qué repercusión tendrá el asesinato de Villavicencio y se pregunta, en el título de su nota, si convertirá Ecuador en un Estado fallido: "El 20 de agosto se votará. En realidad, con ello se quería poner fin a la crisis política del país. Para evitar un proceso de destitución, el presidente conservador, Guillermo Lasso, había disuelto el Parlamento en mayo. El país vive una grave crisis económica y hay acusaciones de corrupción contra el entorno de Lasso. Durante su gobierno hubo reiteradas manifestaciones, en parte violentas, que la policía sofocó con brutalidad.

La situación de seguridad en Ecuador empeoró notablemente. En las cárceles, guerras entre bandas costaron cientos de vidas humanas. Se produjeron atentados contra políticos comunales, activistas fueron asesinados. La criminalidad cotidiana aumenta. El asesinato de Villavicencio es una nueva cúspide de este proceso”.

(elm)