Ecuador enfrenta desde hace años una crisis de seguridad sin precedentes, con bandas criminales que han tomado las cárceles como centros de control. Se trata de uno de los desafíos del reciente electo presidente, Daniel Noboa, que se ha propuesto controlar la situación en un lapso de 18 meses. Noboa anunció que expulsará a los reos extranjeros más peligrosos para descongestionar las cárceles.