Ecuador otorgará amnistía a migrantes de Venezuela
4 de junio de 2022
Ecuador alberga a unas 513.000 personas venezolanas, de acuerdo con el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes.
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Ecuador, que acoge a unas 513.000 personas venezolanas, concederá amnistía migratoria y regularizará la situación de quienes se encuentren de manera irregular en su territorio, según un decreto presidencial difundido el viernes (03.06.2022).
El presidente conservador Guillermo Lasso dispuso "otorgar amnistía migratoria y proceso de regularización extraordinario" a personas venezolanas que hayan ingresado por los puntos oficiales de control de migrantes y se encuentren de forma irregular a la fecha de expedición del documento, señala el decreto emitido el 1 de junio.
Para beneficiarse de la medida, las personas venezolanas deberán cumplir con un proceso de inscripción de permanencia migratoria ante el Ministerio del Interior y no ser consideradas una amenaza o riesgo para la seguridad de Ecuador, para lo cual no deberán aparecer en registros oficiales relacionados con orden público.
Quito entregará una visa gratuita de residencia temporal de excepción, por dos años renovables por una sola ocasión, y aceptará como válidos pasaportes hasta con cinco años de vencimiento y las cédulas de identidad vigentes para quienes entraron con ese documento, según el decreto publicado el viernes en la página electrónica de la Presidencia.
Ecuador alberga a unas 513.000 personas venezolanas, de acuerdo con el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM). Hasta el 2021, 62% estaban en situación irregular. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que más de seis millones de personas venezolanas han salido de su país hacia diversas partes del mundo, siendo Ecuador, detrás de sus vecinos Colombia y Perú, el que más acoge.
Desde 2019, cuando Quito empezó a regular la situación migratoria de las personas venezolanas, unas 200.000 recibieron una visa humanitaria para dos años. Quienes poseen esa visa y de la de residencia temporal de UNASUR deberán someterse al nuevo proceso migratorio, que tomará un año en ser aplicado.
ama (afp, efe)
Los venezolanos encuentran refugio y solidaridad en Colombia
Maicao es famosa por su tráfico de drogas y personas, violencia y explotación sexual. Los refugiados venezolanos que viven allí son un blanco fácil. Pero un centro de recepción dirigido por ACNUR ofrece una salida.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperar en fila por comida
Los migrantes venezolanos hacen fila para verificar su número de registro y otros detalles antes de recibir su almuerzo. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU sirve comida tres veces al día.
Imagen: DW/Eline van Nes
Un techo en circunstancias difíciles
Filas de carpas provistas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se extienden para los venezolanos migrantes en el centro de recepción en Maicao y brindan la mayor comodidad posible en estas circunstancias.
Imagen: DW/Eline van Nes
Buscar una salida
El centro de recepción recientemente inaugurado en Maicao, en la región de La Guajira, una colaboración entre ACNUR y las autoridades colombianas, es el primero de su tipo en Colombia. Las agencias gubernamentales locales y nacionales solicitaron ayuda a ACNUR debido al constante flujo de migrantes y refugiados venezolanos que cruzan la frontera hacia Maicao.
Imagen: DW/Eline van Nes
Sin un propósito y con la salud amenazada
Domingo Fernández, un experiodista y profesor de 72 años, solía escuchar sobre los refugiados y verlos en las noticias, pero nunca pensó que terminaría en un refugio también. Habiendo trabajado la mayor parte de su vida, ahora se siente inútil. Cada mañana se levanta, espera su desayuno y riega el área cerca de la entrada de su tienda de campaña porque el polvo está afectando sus pulmones y ojos.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperando una vida mejor
Rusmari Luna trajo un brazalete de Venezuela que su madre le hizo para el viaje. Tuvo que irse con sus hijos porque ya no podía mantenerlos. Ella cuenta que algunas personas en Venezuela entregan sus hijos a otras familias, otras los abandonan en las calles. También dice que encontraba esas historias difíciles de creer, pero ahora entiende lo desesperadas que están algunas de esas personas.
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Soñar con casa
Rosmery Castillo dejó Venezuela hace un mes con dos de sus hijos y dejó un tercero con su hermano. Era enfermera en Valencia, pero la alta inflación desaparecía su salario mínimo y la dejaba sin casi nada para comprar comida. Ella planea regresar a Venezuela tan pronto como la situación mejore para estar con su madre y su abuela, a quienes tuvo que dejar atrás.
Imagen: DW/Eline van Nes
Compartir el techo y la voluntad de sobrevivir
Rosmery Castillo (34, izquierda) y Vanesa Añez (19) no se conocían cuando ambas llegaron al centro de recepción de ACNUR al mismo tiempo. Ahora comparten una carpa.
Imagen: DW/Eline van Nes
Una mano amiga
Una clínica de la Cruz Roja Colombiana en el centro de recepción atiende los problemas de salud que pueden sufrir los migrantes y refugiados, como los problemas pulmonares causados por el polvo del desierto de La Guajira.
Imagen: DW/Eline van Nes
Solidaridad y entendimiento
La xenofobia siempre está acechando en el fondo, pero La Guajira tiene una conexión histórica con la ciudad venezolana de Maracaibo. Muchas personas de La Guajira se mudaron a Venezuela durante el conflicto colombiano de las FARC. Hay solidaridad entre personas de ambos lados. También hay muchos desplazados internos en Colombia, que entienden cómo es para los venezolanos estar en esta situación.
Imagen: DW/Eline van Nes
Tomar la ruta legal
El cruce oficial entre Colombia y Venezuela está marcado por algunas vallas y soldados haciendo guardia. Hay una forma oficial de cruzar entre Colombia y Venezuela, pero también unos 150 atajos ilegales, muchos de los cuales terminan justo en frente del cruce oficial.