TikTok se enfrenta a una prohibición en Estados Unidos, a menos que su empresa matriz, ByteDance, venda sus operaciones nacionales a un comprador estadounidense antes del 19 de enero.

Durante meses, legisladores han ejercido una creciente presión, argumentando que el hecho de que ByteDance sea de propiedad china supone un riesgo para la seguridad nacional, ya que el gobierno de Pekín podría acceder a los datos de los usuarios o influir en los contenidos de la plataforma. ByteDance ha negado las acusaciones.

Los defensores de los derechos digitales advierten que prohibir una sola plataforma no protegerá a los usuarios y, en última instancia, podría ser contraproducente.

De un "juego peligroso” habla Natalie Campbell, directora de asuntos gubernamentales y normativos para Norteamérica de la organización sin ánimo de lucro Internet Society. Considera que, aunque la preocupación por la seguridad y la privacidad en TikTok es legítima, una prohibición total llevaría a algunos usuarios a buscar soluciones inseguras y los dejaría más vulnerables que antes. "Las personas que dependen de TikTok para su sustento, para sus ingresos, tratarán de encontrar formas de seguir utilizando la plataforma”, dijo a DW.

Vulnerabilidad en la red

Si la prohibición entra en vigor, los nuevos usuarios estadounidenses ya no podrán descargar TikTok de las tiendas de aplicaciones de Apple o Google. No está claro si las personas que ya utilizan la aplicación podrán seguir haciéndolo, ni si tendrán que utilizar una red privada virtual (VPN) para ocultar sus direcciones IP.

Lo que sí parece seguro es que perderían el acceso a actualizaciones de seguridad y nuevas funciones, por lo cual los usuarios se volverían más vulnerables a los ciberataques.

Líneas políticas difusas

En abril de 2024, los legisladores estadounidenses aprobaron la prohibición con apoyo bipartidista. TikTok apeló, y el caso llegó al Tribunal Supremo. Durante una vista celebrada a principios de este mes, los jueces se mostraron escépticos ante los argumentos de TikTok de que la ley era inconstitucional. Su decisión de mantenerla, o no, podría producirse en cualquier momento.

Donal Trump, que apoyó la prohibición de TikTok durante su primer mandato, se ha retractado recientemente. Al parecer, ahora está sopesando un plan para retrasar la prohibición mediante una orden ejecutiva, aunque sigue sin estar claro si eso sería legalmente posible. Según el New York Times, el jefe de TikTok, Shou Zi Chew, ha sido invitado a la toma de posesión de Trump.

Entretanto, varios inversionistas estadounidenses habrían manifestado interés en adquirir la plataforma. Según Bloomberg News, una opción sería vender partes de TikTok a X, la empresa de redes sociales de Elon Musk. Tal adquisición podría dar al multimillonario control sobre una plataforma aún mayor que X, y ampliar su influencia.

Implicaciones globales

Según Natalie Campbell, una prohibición estadounidense podría alimentar aún más una tendencia ya registrada mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos.

India aplicó una prohibición en 2020, alegando motivos de seguridad nacional. Desde entonces, países como Jordania, Kirguistán y Nepal han seguido su ejemplo, y también Albania anunció un bloqueo de un año de la plataforma a finales de diciembre.

Campbell argumenta que, en lugar de prohibir una única aplicación, el gobierno estadounidense debería centrarse en aprobar una legislación integral sobre privacidad que protegiera a los usuarios en todas las plataformas: "Esto nos permitiría exigir a todos los servicios y aplicaciones los mismos estándares”, señaló.

(ers/cp)