El gobierno de Donald Trump sostiene que su objetivo es "endurecer las restricciones al programa nuclear del régimen".
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El Departamento de Estado de EE. UU. anunció este viernes (03.05.2019) nuevas sanciones contra Irán. Se trata, según Washington, de nuevas "restricciones" al programa nuclear civil para aumentar así su "máxima presión" contra Teherán.
"A partir del 4 de mayo, cualquier ayuda para aumentar la planta nuclear iraní de Bushehr, más allá del reactor ya existente, será sancionable. Además, cualquier actividad para transferir uranio enriquecido fuera de Irán a cambio de uranio natural podría ser sancionable", publicó mediante un comunicado la cartera de Exteriores estadounidense.
Este paquete de medidas, según Washington, incluye el control del programa nuclear civil iraní, reduce los riesgos de proliferación armamentística y disminuye la posibilidad de que Irán reconstruya infraestructuras antiguas.
La central de Bushehr
La central nuclear de Bushehr, en el sur de Irán, comenzó a construirse en la década de 1970 con ayuda alemana. Sin emabrgo, el proyecto se interrumpió tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 y no se reanudó hasta febrero de 1998, tras firmarse un acuerdo con Rusia.
Pese a que su construcción se prolongó durante años debido a la oposición occidental, la planta entró en funcionamiento en agosto de 2010 y alcanzó su pleno rendimiento en junio de 2013.
En octubre de 2017, Irán comenzó la construcción de dos nuevos reactores con el objetivos de lograr una capacidad de producción de unos 2.100 megavatios.
El proyecto, con una inversión de unos 10.000 millones de dólares, corre a cargo de la Compañía de Producción y Desarrollo de Energía Nuclear de Irán y de la Corporación de Energía Atómica estatal rusa (Rosatom), que suscribieron un acuerdo en noviembre de 2014.
Trump e Irán
El gobierno de Trump abandonó hace un año el acuerdo internacional firmado para impedir que la república islámica acceda a la bomba atómica. Argumentó en aquel momento que el pacto era demasiado permisivo.
Pero los demás suscriptores del acuerdo, fundamentalmente los países europeos aliados de Washington que mantienen el acuerdo, aseguran que Irán sigue respetándolo, según señalaron inspectores internacionales.
DG (efe, afp)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
Imagen: fanous.com
El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
Imagen: atraknews.com
Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
Imagen: akairan.com
El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
Imagen: akairan.com
Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
Imagen: Mehr
Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.