Liderada por EE. UU., la alianza militar internacional que combate a Estado Islámico se ha propuesto expulsar a esa organización terrorista simultáneamente de la localidad iraquí de Mosul y de la ciudad siria de Al Raqa.
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Este martes (25.10.2016) en París, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, y su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, anunciaron que la alianza internacional que combate a Estado Islámico (EI) buscaráexpulsar a esa organización terrorista simultáneamente de la localidad iraquí de Mosul y de la ciudad siria de Al Raqa. Un oficial de alto rango advirtió que orquestar operaciones militares mayores al mismo tiempo en torno a ambos bastiones de EI podría ser contraproducente para la coalición y recomendó esperar a que las fuerzas iraquíes hayan apretado el cerco alrededor de Mosul, donde la resistencia de EI ha sido feroz.
Carter y Le Drian no han comentado las debilidades de la estrategia anunciada, enfatizando más bien que el riesgo de sufrir atentados terroristas sigue siendo alto tanto en Estados Unidos como en Francia, a pesar del debilitamiento de los yihadistas. Ambos funcionarios participaron en una reunión ministerial con representación de otros once países de la coalición, entre ellos España, el Reino Unido y Alemania. El jefe del Pentágono no detalló el número de fuerzas que intervendrán en los ataques a Al Raqa, aunque excluyó la participación de Rusia, que apoya militarmente al régimen sirio.
Carter adelantó que, como las fuerzas iraquíes en torno a Mosul, serían combatientes sirios quienes lucharían por recuperar el control de Al Raqa. "Ya hemos empezado los preparativos junto con nuestros aliados para una operación con el objetivo de aislar Al Raqa”, señaló Ashton. El secretario estadounidense no dio plazos sobre esa ofensiva, que podría coincidir con la de Mosul e incluir fuerzas de asalto. En su declaración, Ashton abogó por destruir a EI en Irak y Siria antes de que se expanda hacia en otros países, como Afganistán y Libia. Al hablar sobre el ataque a Mosul, agregó que la coalición está "animada” por los resultados alcanzados.
Constató, eso sí, que se necesitan "más fuerzas de entrenamiento”, no solamente para el Ejército de Irak, sino también para su Policía y sus fuerzas de vigilancia fronteriza. El anfitrión de la reunión, el ministro de Defensa de Francia, Jean-Yves Le Drian, se refirió también a la batalla de Mosul, admitiendo que la segunda ciudad de Irak "todavía no ha caído, pero tambalea”. A su juicio, "las cosas van como fue planificado”, aunque la ofensiva "será difícil”. El ministro francés consideró que la siria Al Raqa es "un objetivo estratégico” y aseveró que está en "el centro de la atención” de la coalición.
ERC ( EFE / AP )
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.