EE. UU.: Servicio Secreto niega tener grabaciones de Trump
13 de junio de 2017
Las especulaciones sobre un sistema de grabación en la Casa Blanca surgieron el pasado 12 de mayo, cuando Trump planteó la existencia de "cintas" sobre sus contactos con el exdirector del FBI en la Casa Blanca.
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El Servicio Secreto estadounidense no posee copias o transcripciones de "cintas" o grabaciones hechas cuando el presidente, Donald Trump, ya estaba en la Casa Blanca, según reveló hoy (12.06.2017) The Wall Street Journal tras hacer una petición de libertad de información a la agencia gubernamental.
No obstante, que el Servicio Secreto haya negado tener registros no excluye la posibilidad de que otra entidad las pueda haber creado, apuntó el diario, que solicitó información sobre grabaciones o transcripciones hechas a partir de la toma de posesión de Trump el 20 de enero.
"En respuesta a su solicitud, el Servicio Secreto ha hecho una búsqueda razonable de grabaciones sensibles. Parece, según los principales índices del Servicio Secreto, que no hay grabaciones concernientes a su solicitud que estén anotadas en esos índices", respondió la agencia.
Acta de Grabaciones Presidenciales
El Servicio Secreto ha utilizado sistemas de grabación en la Casa Blanca durante los mandatos de otros presidentes, como Richard Nixon y John F. Kennedy. Las grabaciones de este tipo suelen estar sujetas al Acta de Grabaciones Presidenciales y se entregan a la Administración de Registros y Archivos Nacionales cuando el presidente deja su cargo.
Sin embargo, las grabaciones presidenciales no están sometidas al Acta de Libertad de Información mientras el presidente esté en el Gobierno, así como tampoco la mayoría de partes de la Casa Blanca, según explicó la Administración de Registros y Archivos Nacionales al diario.
Trump no declara si posee grabaciones
En un tuit, Trump sugería que al recién despedido jefe del FBI le convenía que no hubiera "cintas" de sus conversaciones con él. Trump evitó concretar el viernes pasado si tenía grabaciones de sus conversaciones con Comey, y dijo que aclararía ese punto "en un periodo muy corto de tiempo" aunque la respuesta podría "decepcionar" a los periodistas.
FEW (EFE, The Wall Street Journal)
Seis muros que pretenden separarnos en América Latina
Ya sea entre países o dentro de ciudades, los muros cumplen un solo objetivo: separar. A ricos de pobres, a vecinos y conciudadanos. Acá les mostramos seis ejemplos de ello.
Imagen: picture-alliance/Abaca Press/G. Bizzarri
Lima: ricos y pobres
Diez kilómetros de largo tiene el llamado "Muro de la vergüenza" en la capital de Perú. Coronado por filosos alambres de púa, su objetivo es partir por la mitad un cerro: por un lado las "invasiones" (terrenos tomados fuera del marco legal por pobladores de menos recursos) y, por el otro, barrios acomodados. Empezó a construirse en los 80 y hasta 2012 se seguían sumando metros a este murallón.
Imagen: picture-alliance/AA/S. Castaneda
Argentina-Paraguay: socios del Mercosur separados
Tante polémica generó en 2015 el levantamiento del muro de cinco metros de altura y 1,3 kilómetros que separa a Posadas (Argentina) de Encarnación (Paraguay), que una petición online en la plataforma Change.org reunió más de 8 mil firmas para exigir su demolición. Pero el muro sigue ahí, construido a medias entre el Estado y la empresa que opera la central hidroeléctrica en el río Paraná.
Imagen: Clarin
México: freno al sueño americano
Aunque la frontera entre México y EE. UU. está amurallada en muchos sectores, el presidente Donald Trump hizo de la construcción de un muro fronterizo su bandera de lucha. Tras llegar al poder, prometió cumplir su palabra. Pese a la oposición casi unánime de la comunidad internacional, Trump parece decidido a seguir adelante. La frontera entre ambos países tiene casi 3.200 kilómetros de longitud.
Imagen: Reuters/J. L. Gonzalez
Perú-Ecuador: pared a pasos de monumento a la paz
Perú reclamó en junio de 2017 ante las autoridades ecuatorianas por los trabajos para levantar un muro en la frontera entre Aguas Verdes (Perú) y Huaquillas (Ecuador). Con 2,5 kilómetros de extensión y 4 metros de altura, el muro forma parte de los acuerdos de paz firmados en 1998 tras la Guerra del Cenepa, en 1995, dicen en Quito, e incluye un parque y un centro comercial.
Imagen: El Comercio
Río de Janeiro: favelas amuralladas
A comienzos de 2009, las autoridades de Río de Janeiro decidieron cercar algunas favelas con enormes muros de entre 80 centímetros y tres metros. La explicación oficial era que con estas paredes se buscaba contener el crecimiento de los barrios y proteger la vegetación circundante. Otros pensaron que, en realidad, se buscaba encerrar a los pobres para evitar que sus barrios siguieran ampliándose.
Imagen: picture-alliance/abaca
Chile: ya no hay muro, hay reja
En 2002, la alcaldesa de Lo Barnechea (un barrio adinerado de Santiago), Marta Ehlers, mandó a construir un muro para separar a las casas más acomodadas de la población La Ermita, más pobre. Tras la polémica, se decidió echar abajo el muro y vincular ambos sectores de la comuna a través de un paso que es vigilado por una caseta con guardias. Y en vez de muro, hoy hay una reja.