La Justicia estadounidense le dio el visto bueno al veto migratorio promovido por Trump que les prohíbe a altos funcionarios del Gobierno venezolano poner pies en el país norteamericano. ¿Qué peso tiene esta sanción?
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Buenas noticias para el "hombre fuerte” de Washington, Donald Trump, y malas para el de Caracas, Nicolás Maduro: cuando la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos permitió la completa entrada en vigor del veto migratorio promovido desde la Casa Blanca este lunes (4.12.2017), se les prohibió a funcionarios del establishment chavista y a sus familiares más cercanos poner pies en el país norteamericano durante noventa días. La medida, que afecta principalmente a los ciudadanos de Corea del Norte y de seis Estados donde predomina la religión musulmana –Chad, Irán, Libia, Siria, Somalia y Yemen–, está siendo debatida en tribunales de menor rango para que pueda tomarse una decisión definitiva a escala federal más adelante.
Trump trató de implementar este veto por primera vez el 27 de enero de 2017, apenas una semana después de llegar al poder, y terminó fracasando en el intento tres veces debido a la resistencia ofrecida por magistrados según los cuales el presidente estaba incurriendo en un inaceptable acto de discriminación basado en la religión de los aludidos, en primer lugar, y en su nacionalidad, en segundo. En cambio, los adversarios de Maduro –que se cuentan por millones, dentro y fuera de Venezuela–, celebraron la moción de este 4 de diciembre como celebraron las sanciones previas impuestas por Washington sobre la cúpula chavista. La pregunta de rigor es si tienen motivos para entusiasmarse. ¿Qué peso tiene este veto migratorio?
Castigo simbólico
"Esta es una iniciativa tan simbólica como la primera ola de sanciones aprobada por Estados Unidos para castigar a servidores públicos venezolanos acusados de corrupción, narcotráfico y violación de derechos humanos. Ninguna de ellas puso ni pondrá a tambalear al régimen de Maduro. La que sí le causó problemas fue la segunda medida punitiva, la que restringió la capacidad del Estado venezolano para refinanciar su deuda. Pero no nos equivoquemos: Trump también enfrenta dilemas. Él está bajo enorme presión porque hay un montón de gente en Wall Street que invirtió dinero en bonos de la deuda venezolana y está interesada en recuperar por lo menos el monto correspondiente a los intereses”, comenta el politólogo Klaus Bodemer.
"Por otra parte, Trump tiene a los Gobiernos de América Latina pidiéndole que propicie el diálogo entre Maduro y sus opositores, y rogándole que ni siquiera piense en una intervención militar. Una invasión sería la forma más extrema de poner fin a la crisis venezolana, una opción menos controvertida aunque igualmente peligrosa sería dejar que Venezuela se desmorone por completo. Estados Unidos también podría suspender la importación de petróleo venezolano, pero hay un lobby muy poderoso alegando que eso sería fatal para sus intereses. Este veto migratorio, por ridículo que parezca, es lo único que Trump se puede permitir hacer en este momento”, agrega el investigador del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA).
Política exterior, política interior
Stefan Peters, de la Universidad de Kassel, lo secunda. "Sí, la prohibición de entrar al territorio estadounidense les causará molestias a los altos funcionarios del Gobierno venezolano afectados por la medida y a su entorno familiar; pero no tanto como para propiciar la caída de Maduro y de quienes apuntalan su Gobierno. Por otro lado, aunque las sanciones que le impidieron a Venezuela emitir deuda en dólares fueron más drásticas y golpearon más duramente al establishment, éstas son descritas por la élite cívico-militar chavista y percibidas por un amplio sector de la población como las causas de problemas sociales y económicos como el desabastecimiento de alimentos y medicamentos”, sostiene este conocedor del acontecer latinoamericano.
"Y esa narrativa, que esconde la corrupción prevalente y el mal manejo de la administración pública en Venezuela, es relativamente fácil de sostener porque luce plausible”, añade Peters. El experto subraya que este asunto de política exterior surte más efecto sobre la política interior estadounidense que sobre la venezolana. A sus ojos, el veto migratorio de Trump es un mensaje dirigido a sus simpatizantes, a un determinado grupo de electores que espera de él una postura de ‘mano dura' frente al terrorismo islamista o a la amenaza nuclear norcoreana o a un régimen cuya crisis desestabiliza al continente americano. En lo que respecta a Venezuela, esa audiencia no parece saber ni darle importancia a que el veto migratorio es una sanción desdentada.
¿El turno de Europa?
El 8 de noviembre de 2017, la Unión Europea prohibió exportar a Venezuela armas, municiones y equipos susceptibles de ser usados por el Gobierno de Maduro para reprimir a la ciudadanía o "vigilar” sus comunicaciones electrónicas. El bloque comunitario se reservó la potestad de aplicar otras sanciones si el Ejecutivo no se esforzaba de manera creíble en solucionar pacíficamente la crisis político-institucional del país. ¿Es inminente un veto migratorio europeo? "Sería un error porque Bruselas tiene algo que no tiene Washington: aunque la UE no es vista como una instancia neutral, todavía podría ser aceptada por la oposición y por el oficialismo de Venezuela como facilitador en sus negociaciones”, dice Peters.
"Si quiere aplicar restricciones efectivas, la UE puede limitar el comercio con Venezuela; pero yo no veo que eso esté entre las intenciones de Bruselas. Después de todo, las sanciones que la UE le impuso a Rusia han terminado convertidas en un arma de doble filo porque Moscú ha respondido con la misma moneda y golpeado los intereses europeos”, opina Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín. También Bodemer tiene sus dudas: "La UE no tiene medios para ejercer verdadera presión. Además, increpa el especialista del GIGA, ¿por qué querría Bruselas intensificar las medidas punitivas cuando el panorama en Venezuela es tan incierto y la oposición está tan desunida? ¿Quiénes son actualmente sus portavoces? ¿Los políticos que negociaron con los emisarios de Maduro en República Dominicana o Antonio Ledezma, que viaja alrededor del mundo criticando el diálogo de Santo Domingo?”.
Evan Romero-Castillo (jov)
Venezuela: ¿quién es quién en el oficialismo?
Chavistas prominentes le han dado la espalda al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Esta galería presenta a aquellos que sobresalen por su lealtad al “hombre fuerte” de Caracas, Nicolás Maduro Moros.
Imagen: Getty Images/J. Barreto
Nicolás Maduro
Ungido por Hugo Chávez poco antes de su muerte, Nicolás Maduro (en primer plano, flanqueado por la élite militar del país) llegó a la presidencia de Venezuela tras vencer al líder opositor Henrique Capriles Radonski en unos comicios controvertidos. Su control sobre la mayoría de los poderes públicos y sus esfuerzos para neutralizar a un Parlamento insumiso han llevado a que se le tilde de tirano.
Imagen: Reuters/C.G. Rawlins
Diosdado Cabello
Militar retirado, es descrito con frecuencia como el segundo “hombre fuerte” del PSUV y, más precisamente, como el líder del ala castrense del partido de Gobierno. Ha ocupado varios cargos importantes, desde diputado y gobernador hasta presidente interino durante el vacío de poder que quedó tras el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002, que duró algunas horas.
Imagen: picture alliance/AP Photo/Cubillos
Cilia Flores
Nicolás Maduro conoció a Cilia Flores –con quien se terminaría casando– cuando la abogada formaba parte del equipo de defensa legal de Hugo Chávez, quien había sido encarcelado tras encabezar un fallido golpe de Estado en 1992. Desde 1999, Flores ha recalado en la jerarquía estatal como diputada, presidenta del Parlamento, procuradora y primera dama …o “primera combatiente”, como dice Maduro.
Imagen: imago/Xinhua
Tareck el Aissami
Criminólogo formado en la Universidad de Los Andes, entró a formar parte de la jerarquía chavista como diputado (2006). Luego ocupó los cargos de viceministro del Interior (2007), ministro del Interior (2008-2012), gobernador de Aragua (2012-2017) y vicepresidente de la república, apoyándose en la reputación que se ganó de radical defensor del proyecto socialista bolivariano.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
Delcy Rodríguez
La abogada se desempeñó como ministra de Comunicación e Información en 2013 y 2014, pero ganó prominencia internacional como canciller de Venezuela por su talante irreverente; fue durante su gestión que se oficializó la ruptura de Venezuela con la Organización de Estados Americanos (OEA). Rodríguez fue elegida presidenta de la controvertida Asamblea Nacional Constituyente el 4 de agosto de 2017.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Vladimir Padrino López
General en jefe del Ejército, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional y ministro para la Defensa, cargo que ocupa desde el 24 de octubre de 2014 pasó a ocupar el Ministerio de la Defensa en sustitución de Carmen Meléndez. Durante una entrevista declaró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana estaba blindada contra los llamados de la oposición (29.1.2017).
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Néstor Reverol
Ministro del Interior, designado en cadena nacional por el presidente Nicolás Maduro el 3 de agosto de 2016, un día después de que fiscales estadounidenses lo acusaran formalmente de recibir pagos provenientes del narcotráfico a cambio de colaborar con la exportación de cocaína hacia Estados Unidos cuando se desempeñaba como director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
Antonio Benavides Torres
Comandante general de la Guardia Nacional, designado el 8 de julio de 2016 en sustitución de Néstor Reverol. Su carrera acumula polémicas vinculadas al tema de la violencia y la represión: fue uno de los defensores de la actuación militar contra las protestas antigubernamentales de 2014, considerada excesiva y desproporcionada por parte de voceros de varias organizaciones no gubernamentales.
Imagen: picture-alliance/dpa
Maikel Moreno
Designado presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el 24 de febrero de 2017. Bajo su gestión, esa institución despojó al Parlamento de sus facultades a finales de marzo de 2017, incurriendo en lo que la oposición y organizaciones multilaterales como la OEA perciben como un golpe de Estado. Esa moción dio pie a la ola de protestas antigubernamentales que comenzó el 1 de abril.
Imagen: picture alliance/AP Images/A. Cubillos
Tarek William Saab
Su carrera parlamentaria comenzó en 1999 y terminó en 2004, cuando fue elegido gobernador del estado oriental de Anzoátegui. Entre 2014 y 2017 fue Defensor del Pueblo. El 4 de agosto de 2017 fue juramentado como Fiscal General por la Asamblea Nacional Constituyente, elegida el 30 de julio de 2017 en circunstancias reñidas con la Carta Magna. Preside la Comisión por la Verdad y la Vida.
Imagen: Imago/Xinhua
Tibisay Lucena
Preside la máxima autoridad electoral de Venezuela desde el año 2006. El Consejo Nacional Electoral (CNE) es criticado severamente por su falta de independencia, por la oposición y por organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Lucena es acusada de retrasar comicios e incurrir en otro tipo de arbitrariedades para beneficiar al régimen de Maduro.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Elías Jaua
Ministro de Educación y vicepresidente de las Misiones Socialistas. Diputado al Parlamento venezolano por el estado de Miranda para el periodo 2016-2021. Al ser designado para encabezar la comisión presidencial sobre la Asamblea Nacional Constituyente, convocada el 1 de mayo de 2017 por Nicolás Maduro, Jaua allanó el camino para la elección de quienes redactarían una nueva Carta Magna.
Imagen: picture-alliance/dpa
Aristóbulo Istúriz
Docente de profesión, ha militado en varios partidos políticos, empezando por el socialdemócrata Acción Democrática y culminando con el PSUV. Fue alcalde de Caracas y desde 1999 ha ocupado varios despachos, entre ellos la vicepresidencia Ejecutiva y los ministerios de Comunas y Educación. El 4 de agosto de 2017 fue nombrado primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Miraflores
Iris Varela
Conocida como “Fosforito” por la facilidad con que se exalta, su carácter agresivo la ha convertido en una figura emblemática del oficialismo. Actualmente es ministra de Asuntos Penitenciarios y, como tal, ha amenazado a la fiscal general, la chavista disidente Luisa Ortega Díaz, con encerrarla en una cárcel de mujeres.
Imagen: Dedwison Alvarez/AFP/Getty Images
Héctor Rodríguez
El joven abogado es una de las figuras más visibles de la nueva generación de dirigentes del PSUV. Fue ministro de la Juventud en 2013 y 2014, y ministro de Educación en 2015. Ganó un cargo en el Parlamento en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 y asumió el liderazgo de la bancada oficialista que quedó en minoría.