EE. UU. y Rusia fracasan en negociaciones sobre Siria
5 de septiembre de 2016
Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para lograr un alto en fuego que permita la entrada de más ayuda humanitaria en Siria fracasaron en China, al margen de la cumbre del G20, pero "el proceso continuará".
Publicidad
Fuentes diplomáticas anunciaron que no se ha logrado llegar a un acuerdo, después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, mantuviera reuniones este domingo y lunes (4-5.09.2016) con su par ruso, Serguéi Lavrov.
Kerry ya advirtió la víspera de que, si bien se habían producido avances considerables en importantes cuestiones técnicas en las conversaciones con Lavrov, aún quedaban al menos dos asuntos difíciles en los que pactar para que pudiese haber un alto el fuego.
Estados Unidos: "dos asuntos difíciles" por pactar
Aunque ninguna de las dos partes ha querido confirmar cuáles son ese par de escollos, el departamento de Estado de EE. UU. dijo recientemente que sólo apoyará un alto el fuego nacional entre el Ejército de Bachar al Asad y los rebeldes, y no otro "cese de hostilidades" a corto plazo en algunos puntos del país.
Aunque los presidentes de ambos países, Barack Obama y Vladímir Putin, se reúnen también en Hangzhou (este de China), la posibilidad de que ambos países lleguen a un acuerdo antes de que acabe la cumbre del G20 en China parece ya frustrada, después de tampoco lograrlo en reuniones previas en Moscú, Washington o Ginebra.
También Obama se mostró este domingo precavido y "escéptico" sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo en Hangzhou, con Moscú como aliado del régimen de Bachar al Asad y Washington del lado de las fuerzas de la oposición.
"El proceso continuará"
El mandatario estadounidense reconoció en una rueda de prensa las "profundas diferencias con los rusos tanto en las partes que apoyamos, como en el proceso que se requiere para llevar la paz a Siria", donde cinco años de conflicto han dejado más de 250.000 muertos y por encima de 4 millones de refugiados. Asimismo, advertía a Moscú: "si no vemos ningún avance de los rusos en reducir la violencia y aliviar la crisis humanitaria, es muy difícil ver cómo pasamos a la siguiente fase".
De momento, se desconoce cuándo ambas delegaciones reanudarán las conversaciones para impulsar la paz en Siria. No obstante, fuentes del ministerio rusa de Exteriores aseguraron a la agencia rusa Interfax que no hay motivo para el dramatismo tras este fracaso: "el proceso continuará", insistieron.
Tras su reunión de este lunes con Putin, Obama dará una rueda de prensa al término de la cumbre, en la que se espera que elabore más sobre los pormenores de las conversaciones con el Gobierno ruso sobre Siria. Por el momento, según fuentes de la Casa Blanca, ambos líderes "aclararon los puntos pendientes de las discusiones" y efectivamente urgieron a Kerry y Lavrov a que continúen las negociaciones para llegar a un acuerdo, después de este fracaso inicial en Hangzhou.
RML (efe, dpa, reuters)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.