EE.UU. busca extender detenciones de familias de inmigrantes
30 de junio de 2018
El Gobierno de Donald Trump pretende poner fin a una serie de beneficios legales, argumentando que busca proteger a los “ciudadanos”.
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Documentos judiciales conocidos este viernes (29.06.2018) en Estados Unidos aseguran que el Gobierno de Donald Trump busca alargar la detención de familias de inmigrantes indocumentados durante meses, en lugar de dejarlas en libertad. Según la administración estadounidense, el fallo de un juez federal de San Diego que requiere al Gobierno que reúna a las familias separadas en las fronteras implica que las autoridades pueden mantener a esos grupos familiares detenidos hasta que sus casos sean aclarados.
Esta interpretación del fallo implica que podrían pasar meses e incluso años antes de que las familias sean puestas en libertad, incluso en los casos en que se solicita asilo. Esto, porque los tribunales de inmigración están saturados. "El Gobierno no separará a las familias, sino que las mantendrá unidas mientras se tramiten los procedimientos de inmigración, cuando sean detenidos en o entre los puertos de entrada", defendieron los abogados del Departamento de Justicia.
Hasta hoy, mientras se realizaban esos trámites las familias quedaban en libertad gracias a la práctica de "catch and release" ("atrapar y liberar"), con la que Trump quiere acabar. Es por eso que el presidente implementó la "tolerancia cero" con la que separaba a las familias imputando delitos migratorios a los padres para enviarlos a la cárcel mientras recluía a los niños en albergues.
Culpa del Congreso
Como la Justicia ordenó reunificar a los niños con los padres, el Gobierno debe poner a las familias en libertad en virtud del acuerdo "Flores" de 1997, que no permite la detención de menores por más de 20 días. Es este acuerdo "Flores" el que Trump quiere modificar ahora para poder mantener detenidas a las familias indefinidamente mientras se resuelven sus procesos judiciales migratorios y su posible deportación.
El documento presentado por el Gobierno ante un tribunal federal de California no explicita que vaya a detener a las familias más de 20 días, sino "mientras se tramiten los procesos de inmigración". Según el Departamento de Justicia, los casos en que los inmigrantes permanecen detenidos mientras se revisan sus casos hacen que el sistema opere con mayor velocidad.
"El Gobierno se ha preocupado, desde enero de 2016, de restaurar el orden y la fuerza de la ley en la frontera sur y, con ello, proteger a nuestros ciudadanos, pero nos enfrentamos a un sistema de inmigración fallido que el Congreso se ha negado a mejorar y que las cortes han empeorado”, aseguró el Departamento de Justicia por medio de un comunicado.
DZC (EFE, AP)
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Deportados por Trump: volver a una realidad desconocida
Bajo el presidente Donald Trump son cada vez más los inmigrantes indocumentados que son deportados. Muchos de ellos han pasado la mitad de su vida en Estados Unidos. Cada semana llegan tres aviones a Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Amarga llegada
Los aviones aterrizan en una zona especial del aeropuerto de Ciudad de México. Los inmigrantes indocumentados son deportados desde los centros de detención en Estados Unidos. Esposados los llevan al avión. Veinte minutos antes de aterrizar los liberan.
Imagen: DW/S. Derks
Illegal alien
George Niño de la Riviera supo que había estado viviendo ilegalmente en Estados Unidos cuando cumplió 18 y postuló a un trabajo. Le dijeron que no tenía número de seguro social. Sus padres lo habían llevado a ese país siendo un bebé. Allí creció. Hace cinco meses fue deportado. Había pasado 34 años en Estados Unidos. Sus cuatro hijos viven con su exesposa en Fresno.
Imagen: DW/S. Derks
Un país extraño
María Herrera, de 27 años, fue deportada el 10 de abril. Estaba esperando la renovación de su visa DACA (Acción diferida para los llegados en la infancia) cuando tuvo un accidente automovilístico. Fue detenida y llevada a prisión. Dos meses después la deportaron. Tenía tres años cuando salió de México, un país que le es ajeno.
Imagen: DW/S. Derks
Renacer de la herida
Se encontró con George en New Comienzos, una organización sin ánimos de lucro que da asistencia a los repatriados. Comenzaron a salir juntos. “Es lindo tener un amigo especial que haya pasado por todo esto también”, cuenta María. Cuando estaba detenida sufrió de depresión y ataques de ansiedad. Ahora ambos están tratando juntos de abrirse camino en Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Detenido y deportado
En 2003 tuvo una pelea con su exnovia. Entonces, Diego Miguel María, de 37 años, fue detenido. Fue deportado en 2016.
Imagen: DW/S. Derks
"Dump Trump and his walll"
Junto con otros cinco compatriotas recientemente repatriados, Diego Miguel María ha conseguido un fondo especial del gobierno mexicano para montar una empresa de impresión de textiles. Su marca es “Deportados”. Se especializa en imprimir camisetas y bolsas con lemas como “"Dump Trump and his wall" (abajo Trump y su muro).
Imagen: DW/S. Derks
Una mano amiga
El trabajo de Diego no va a volverlo rico, pero le deja tiempo para trabajar de voluntario ayudando a nuevos deportados en el aeropuerto. “Me sentí tan perdido cuando atravesé esa puerta. Me parece importante guiar a aquellos que están tu mismo pellejo”, cuenta. Lo más difícil fue dejar a su hijo. Vivían juntos antes de que fuera deportado. Su exesposa no le permite ahora tener contacto con él.
Imagen: DW/S. Derks
Recomenzar
Daniel Sandoval fue deportado en febrero de 2018. No obstante parece estar tranquilo. “En Estados Unidos nunca hubiese podido invertir en un futuro, porque no tengo documentos. ¿De qué sirve una educación si nadie va a contratarme? Aquí en México tengo la posibilidad de recomenzar. Voy a poder tener una mujer e hijos sin temor a perderlos”, cuenta a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Amañándose
Daniel vive en un hogar para refugiados que queda sobre la imprenta de “Deportados”. Un pastor de su iglesia le organizó, al comienzo, un albergue en casa de una mujer de 75 años. Ella lo recogió de la estación de autobuses de Ciudad de México. “Me quedé allí dos semanas, pinté la casa. Luego contacté a “Deportados” y me enteré que ayudaban a inmigrantes. Ahora vivo aquí junto con otros dos”.
Imagen: DW/S. Derks
Del lado de la luz
Aunque la mayoría no sabe a dónde los van a enviar y tienen mucho miedo de perderlo todo en una fracción de segundo, el sacudón que sufren no siempre termina mal. “Ahora me parece que mi vida en Estados Unidos estuvo siempre cargada de temor y tristeza debido a mi situación legal. Ahora tengo un lastre menos, porque al fin soy libre y me siento en casa”, contó María a DW.