El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los presidentes centroamericanos trataron la crisis humanitaria provocada por la llegada en los últimos 8 meses de 57.000 niños indocumentados no acompañados, procedentes de Centroamérica. Por su parte, el Se­cre­ta­rio de Se­gu­ri­dad In­te­rior de Es­ta­dos Uni­dos, Jeh John­son, de­jó en cla­ro que Washington de­por­ta­rá a los ni­ños mi­gran­tes que lle­gan a su país, sin im­por­tar la edad. "Las per­so­nas de­te­ni­das en la fron­te­ra van a ser una prio­ri­dad pa­ra el pro­ce­so de re­ti­ro y de­vo­lu­ción a su país, y es­to in­de­pen­dien­te­men­te de la edad", di­jo John­son tras una reunión con las au­to­ri­da­des gua­te­mal­te­cas.

Biden habló por teléfono con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina; el de Honduras, Juan Orlando Hernández, y el de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén sobre las medidas que están tomando para hacer frente a la llegada masiva de niños no acompañados o de adultos con niños a la frontera entre México y Estados Unidos, así como las campañas que están realizando para advertir a los padres centroamericanos del peligro que corren la vida de sus hijos si los envían solos con "coyotes" a cruzar la frontera.

Las autoridades estadounidenses buscan además, contrarrestar los rumores infundados difundidos por las redes de tráfico de personas, que aseguran a los padres que si los niños logran cruzar la frontera no serán deportados.

“Mayoría de niños serán deportados”, afirma EE.UU.

En las últimas semanas, Washington ha reiterado que los niños que crucen ahora la frontera no obtendrán ningún beneficio migratorio y que la mayoría de ellos serán deportados. Biden y los presidentes centroamericanos también señalaron la necesidad de perseguir a los traficantes de personas y de abordar las raíces de esta crisis humanitaria.

El vicepresidente les informó de que el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso fondos adicionales por 3.700 millones de dólares para responder a esta crisis "a tiempo y de forma eficaz", añadió el comunicado.

¿300 millones para repatriaciones?

Si el Congreso aprueba el dinero extra que le ha pedido Obama, se destinarán 300 millones de dólares en ayuda a los gobiernos centroamericanos para que repatrien y reintegren a los migrantes deportados y para que logren crear las condiciones económicas, sociales y de seguridad necesarias para evitar estas olas migratorias ilegales.

Por su parte, los presidentes centroamericanos se comprometieron a trabajar con el gobierno de Estados Unidos para demostrar "resultados concretos" a la hora de luchar contra las redes de tráfico de personas, frenar la ola de inmigración ilegal, repatriar a los deportados y promover seguridad y oportunidades económicas en Centroamérica, precisó el comunicado.

El pasado mes de junio, Biden viajó a la región para abordar la crisis humanitaria con los presidentes centroamericanos y el secretario de Estado, John Kerry, también lo hizo a principios de julio.

JOV (dpa, Caracol)