"Tenemos indicios de que grupos terroristas como Al Qaeda y Hamas están sintiendo la presión y tienen problemas de dinero", afirmó el subsecretario del Tesoro, Stuart Levey, a las Asociaciones de Banqueros de California y Florida.

El funcionario señaló que la campaña para cerrar organizaciones de caridad ilegales y detener a las personas que financian operaciones "terroristas" había disuadido a algunos donantes de dar dinero a organizaciones de militantes.

Levey dijo que los "grupos terroristas evitan los canales formales de financiamiento y recurren a medios más riesgosos como el contrabando de dinero".

Estados Unidos ha adoptado una serie de medidas tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, incluyendo el congelamiento de fondos y pidiendo a los bancos que informen operaciones sospechosas para dificultar el uso del sistema financiero estadounidense por parte de los militantes.