Potencias occidentales piden a Irán retomar el pacto nuclear
30 de octubre de 2021
Los líderes de las potencias occidentales manifestaron su preocupación por las medidas adoptadas por Teherán y le solicitaron que deje de incumplir el acuerdo de 2015 y así reactivarlo en conjunto.
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Los mandatarios de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania se reunieron en forma paralela a las citas agendadas en el contexto del G20 que se realiza en Roma, para abordar la situación actual del Acuerdo Nuclear con Irán. Es así como las potencias expresaron su creciente preocupación por el incumplimiento del acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní por parte de Teherán, al que instaron a "cambiar de rumbo".
Joe Biden, Emmanuel Macron, Angela Merkel y Boris Johnson firmaron una declaración conjunta en la que señalan: "expresamos (...) nuestra viva y creciente preocupación frente al ritmo acelerado de las provocadores medidas adoptadas por Irán en el ámbito nuclear", que además advierte que Washington no volverá al pacto si Teherán persiste en su actitud.
Estos países, junto a China y Rusia, alcanzaron en 2015 un histórico acuerdo para limitar el alcance del programa nuclear de Irán y evitar que este país se dote de la bomba atómica, a cambio del levantamiento de sanciones internacionales que tienen un efecto directo en su economía. Sin embargo, Estados Unidos, entonces presidido por Donald Trump, abandonó el pacto unilateralmente en 2018.
Ante la reimposición de sanciones por parte de la administración estadounidense, Irán, dirigido en aquel momento por Hasan Rohani, decidió reanudar la producción de uranio altamente enriquecido, generando preocupación entre los europeos que querían salvaguardar el pacto. Irán, ahora con el presidente ultraconservador Ebrahim Raisi al frente, expresó esta semana su disposición a retomar en noviembre la negociación para salvar el acuerdo, al que además se plantea regresar Estados Unidos, ahora gobernado por el demócrata Joe Biden.
"Estamos convencidos de que sigue siendo posible lograr rápidamente y poner en marcha un acuerdo sobre la vuelta al cumplimiento" del pacto, indicaron los cuatro dirigentes occidentales, para quienes esto podría permitir levantar sanciones, si Irán "cambia de rumbo".
"Llamamos al presidente Raisi a aprovechar esta oportunidad y a reanudar un esfuerzo de buena fe para llevar nuestras negociaciones a buen puerto con carácter de urgencia. Esta es la única forma segura de evitar una peligrosa escalada, que no beneficia a ningún país", advirtieron.
mn (efe, afp)
¿Guerra Fría recargada?
Con la suspensión del tratado nuclear INF, una de las principales iniciativas de desarme de los años 80 ha sido archivada. Este acuerdo fue un mérito de la diplomacia y del movimiento por la paz. Aquí una revisión.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Rearme verbal y material
EE. UU. suspendió primero su participación en el tratado nuclear INF durante seis meses, y un día después, lo hicieron los rusos. Por el momento, estas decisiones ponen fin a una fase de tres décadas de entendimiento y desarme entre las principales potencias. Los militares y los políticos participaron en este pacto, igual que la sociedad civil, que se movilizó masivamente en los años ochenta.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Arsenal del terror
El INF fue uno de varios tratados diseñados para frenar el terrorífico arsenal atómico creado por el rearme de la Guerra Fría. Aquí hay un misil Pershing II de EE.UU. equipado con una cabeza nuclear en la base estadounidense Mutlangen, en Baden-Württemberg (Alemania).
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Brindis por el entendimiento
El avance hacia el tratado INF fue logrado por el entonces presidente de EE. UU. Ronald Reagan (izquierda) y el líder soviético Mijail Gorbachov (derecha) en diciembre de 1987. Tras su firma en Washington, ambos políticos presionaron para un nuevo comienzo en las relaciones Este-Oeste.
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Línea directa
Una de las grandes preocupaciones durante la Guerra Fría fue que las dos grandes potencias podrían declararse la guerra entre sí por un simple error de comunicación. Es por eso que los ingenieros de ambos países establecieron la llamada "línea directa" en 1963: una conexión directa entre Washington y Moscú. Esta imagen muestra un télex en el Pentágono en 1963.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Entre dos frentes
Durante la Guerra Fría, el Telón de Acero corrió por el centro de Alemania. La República Federal de Alemania (RFA) estaba vinculada a Occidente, y la República Democrática Alemana (RDA) a la esfera de influencia oriental. En el caso de una guerra nuclear, el Gobierno federal tenía su propio búnker cerca de Ahrweiler, en su sede ubicada en Bonn.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
Gobierno subterráneo
En caso de una guerra nuclear, el Gobierno de Alemania Occidental debía continuar trabajando. Por lo tanto, el búnker estaba equipado con todo lo necesario. En el subsuelo también había una sala de reuniones con colores cálidos que supuestamente aliviaban el horror del búnker.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
¿Guerra nuclear? No, gracias
El temor a una posible guerra nuclear también impulsó a gran parte de la población a manifestarse. A fines de la década de 1970 surgió un movimiento por la paz que durante años exigió desarme y entendimiento. Aquí hay un pin correspondiente a una de las reuniones celebradas en Bonn, en octubre de 1981.
Imagen: HDG
Demostración histórica en el Hofgarten
El 10 de octubre de 1981, alrededor de 300 mil personas se reunieron en Bonn, entonces la capital de la República Federal, para protestar contra el armamento nuclear. La última reunión en el Hofgarten de Bonn se convirtió en una de las manifestaciones más impresionantes de la historia del movimiento alemán por la paz.
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"Reunión de los valientes..."
"...no de los temerosos". Así describió el político del SPD Erhard Eppler, uno de los actores clave en el movimiento por la paz, al mitin de Bonn. Las palabras de Eppler se referían a que justamente quienes expresaban temor a la guerra eran valientes por ello.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Athenstädt
Bloqueo por la paz
En septiembre de 1983, los opositores a las armas nucleares bloquearon el depósito de armas de EE.UU. en Mutlangen. Entre ellos estaban el Nobel de Literatura Heinrich Böll y su esposa, Annemarie. Böll dijo que estaba allí "porque sería muy fácil defender algo tan primordial solo desde mi escritorio. También deseo solidarizarme con todas aquellas personas que tanto se sacrifican".
Imagen: picture-alliance / dpa
Críticas desde las Fuerzas Armadas
Uno de los opositores al rearme más famosos fue el general de división Gert Bastian. Junto con la política Petra Kelly, protestó contra el despliegue de misiles nucleares de mediano alcance en Europa. En 1983, ambos fueron de los primeros políticos del partido ecologista Los Verdes en ser electos para ingresar al Parlamento alemán.
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Objetivos comunes en Occidente y Oriente
Muchas personas también tomaron las calles en la parte oriental de Alemania. "Espadas en arados" fue el lema del movimiento por la paz allí. Fue inventado en 1980 por el joven pastor Harald Bretschneider. Desde las filas de los activistas por la paz de Alemania oriental también surgió un movimiento de protesta contra el sistema político de la RDA.
Imagen: DW/W. Nagel
Logro I: desarme en el Este
El tratado INF llevó el desarme masivo del potencial nuclear a ambos lados del Telón de Acero. Esta foto de 1989 muestra una serie de misiles soviéticos SS-20 destruidos.
Imagen: picture-alliance/akg-images/Russian Picture Service
Logro II: desarme en Occidente
Los estadounidenses también retiraron sus armas nucleares de Europa. En 1988 abrieron el depósito de Mutlangen para la prensa internacional. Luego se llevaron los cohetes Pershing II a EE.UU., donde fueron desarmados. El peligro de que Europa pudiera convertirse en el escenario de una guerra nuclear parecía haber acabado.