EE.UU.: la democracia sigue frágil tras ataque al Capitolio
Ines Pohl
6 de enero de 2022
Suena alarmista, y debería: el futuro de la democracia está en juego en Estados Unidos. Lo que pasó hace un año es apenas una muestra de lo que vendrá, a juicio de Ines Pohl.
Publicidad
El ataque al Capitolio en Washington del 6 de enero de 2021, en realidad, no debería sorprender a nadie.
Incluso antes de que se abrieran los locales de votación, el entonces presidente Donald Trump ya anunciaba que solo había una razón para explicar una eventual derrota suya en las elecciones: el fraude. No pensaba aceptar la derrota, ni tampoco lo harían sus millones de seguidores.
Cerca del golpe
Trump perdió. Y sus partidarios radicales atacaron el Capitolio el día en que el Congreso debía confirmar formalmente la elección de Joe Biden como mandatario. Las imágenes del emblemático edificio bajo ataque impactaron a todo el mundo.
Sin embargo, recién hace pocas semanas supimos cuán cerca estuvo Estados Unidos realmente de un verdadero golpe de Estado. Fue solo gracias a la presencia de ánimo de algunos funcionarios que se evitó un baño de sangre en la Cámara de Representantes. Incluso pudimos tener un vicepresidente muerto, asesinado por seguir las reglas de la democracia y no las órdenes del presidente. Estuvo muy cerca.
Pero eso que debió ser un llamado de atención para todas las fuerzas democráticas, más allá de sus afiliaciones partidarias, se convirtió apenas en otro juego más en el destructivo escenario político estadounidense.
Hasta hoy, la mayoría de los republicanos trata de dificultar el esclarecimiento de los hechos que ocurrieron ese día. En lugar de entrar en razón y volver al debate político donde se impone el argumento más convincente, uno en donde los hechos y el respeto de las opiniones divergentes son centrales, han optado por profundizar la guerra de trincheras.
Demócratas, peligrosamente divididos
Desde el día uno de la era Biden, los republicanos se han estado preparando para la siguiente campaña presidencial. Mientras, los demócratas -en el poder- están atrapados en luchas intestinas entre diversas facciones, y hasta la crisis del COVID-19 está siendo explotada políticamente. Los republicanos están bloqueando la ayuda financiera federal para evitar que la administración Biden sume puntos de cara a la próxima campaña.
Lo más peligroso, sin embargo, es el rediseño de los distritos electorales, o gerrymandering, que pondrá en peligro los derechos democráticos elementales de personas negras y otras minorías. Además, hay varios otros asuntos que buscan alcanzar el mismo objetivo: evitar que potenciales votantes demócratas puedan emitir sus sufragios.
Publicidad
Los pilares democráticos no están seguros
Estados Unidos estaba orgulloso de los logros del movimiento de los derechos civiles, y con justa razón. Por más defectuoso que siga siendo este país, los pilares básicos de la democracia parecían seguros, junto con el derecho a voto de todos sus ciudadanos.
Esto ya no es así. Tenemos que prepararnos para lo peor en un país donde gracias a las redes sociales han cambiado las reglas del juego, y los teóricos de la conspiración racista propagan sus ideas mucho más rápido que las posiciones del presidente en ejercicio.
Al menos por el momento, nadie parece tener una respuesta sobre cómo detener a los populistas dispuestos a derrocar el sistema para asegurarse un poder duradero para ellos mismos. (dz/ers)
Washington, a un año del asalto al Capitolio
Hace un año, partidarios de Donald Trump asaltaron la sede del Congreso de Estados Unidos. Las investigaciones aún continúan.
Imagen: Allison Bailey/NurPhoto/picture alliance
La turba en el Capitolio
Miles de simpatizantes de Donald Trump se congregaron en torno al Capitolio el 6 de enero de 2021, protestando por un supuesto fraude en los comicios en que el entonces presidente fue derrotado por Joe Biden. 800 de ellos lograron entrar por la fuerza al edificio, donde asediaron a políticos, golpearon a policías y causaron graves destrozos. Cinco personas murieron y decenas resultaron heridas.
Imagen: Leah Millis/REUTERS
La versión de Donald Trump
Para muchos, se trató de un levantamiento o incluso de un intento de golpe de Estado, azuzado u orquestado por el propio Donald Trump. Una comisión extraordinaria del Congreso investiga aún el papel del expresidente en lo ocurrido. Trump, por su parte, mantiene su versión de los hechos: "El 6 de enero tuvo lugar una protesta, sin armas, contra las elecciones manipuladas", declaró recientemente.
El asalto al Capitolio causó consternación en el mundo entero. Sin embargo, algunos republicanos siguen viéndolo como una protesta legítima contra una supuesta manipulación electoral. Incluso han organizado actos frente a cárceles donde se recluyó a sospechosos. Quien logre imponerse con su versión de lo ocurrido tendrá mayores oportunidades de ganar las elecciones intermedias del 8 de noviembre.
Imagen: Brent Stirton/Getty Images
Más de 720 acusados
El asalto al Capitolio tuvo consecuencias legales para los implicados. Más de 50 ya han sido condenados. Las pruebas más sólidas en su contra provienen con frecuencia de los propios acusados, que se jactaron de sus actos en las redes sociales. Aquellos que lleguen a un acuerdo y se declaren culpables, pueden esperar sanciones más leves y quedar en libertad condicional.
Imagen: Brent Stirton/Getty Images
Los "Proud Boys" en la mira
La ciudad de Washington demandó a la agrupación de extrema derecha el pago de indemnizaciones. Los "Proud Boys" son considerados uno de los más leales grupos que apoyan a Trump. Según la demanda civil en su contra, sus líderes se confabularon para "aterrorizar" a Washington, en una "acción coordinada de terrorismo nacional". Hay investigaciones penales en curso contra algunos miembros del grupo.
Imagen: Alex Edelman/AFP/Getty Images
El instigador Alex Jones
El locutor radial y adepto de las teorías de conspiración Alex Jones se cuenta entre los promotores de los disturbios. Él hizo propaganda para la marcha de protesta en Washington, y llamó a que que un millón de personas se manifestaran a favor de Donald Trump y contra los demócratas corruptos. Según la comisión investigadora, Jones también habría colaborado en la financiación de la protesta.
Imagen: Jon Cherry/Getty Images
Cárcel para el "chamán" de QAnon
Las imágenes de su rostro, su torso tatuado y su gorra de piel con cuernos de búfalo dieron la vuelta al mundo y lo convirtieron en símbolo del asalto al Capitolio: el autodenominado chamán Jacob Chansley, seguidor de la teoría de la conspiración de QAnon, oriundo de Phoenix, Arizona, se declaró culpable. Fue condenado a casi tres años y medio de cárcel.
Imagen: Win McNamee/Getty Images
El trauma de los policías
Al mirar un video de los sucesos del 6 de enero de 2021, el policía Aquilino Gonell no puede contener las lágrimas. "Podría haber muerto ese día. No solo una vez, sino varias veces", dijo al prestar declaraciones ante el Congreso. Un policía murió en los violentos enfrentamientos y otros cuatro se suicidaron posteriormente.
Imagen: Chip Somodevilla/Getty Images
Medidas de seguridad en el Capitolio
Que los partidarios de Trump lograran entrar al Capitolio obedeció también a fallas de los organismos de seguridad. La investigación del Senado llegó a la conclusión de que la cúpula policial no dio instrucciones, pese a los indicios de que se preparaba un posible ataque. La intervención de la Guardia Nacional se retrasó y el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional subestimaron la amenaza.
Imagen: Al Drago/Getty Images
¿Regresará Trump a Washington?
Para los opositores a Donald Trump sería una pesadilla; para sus partidarios, un regreso triunfal. Muchos analistas políticos cuentan con que el expresidente vuelva a presentar su candidatura. Hasta ahora, ningún escándalo le hizo mella realmente. Y tampoco su papel en los sucesos del 6 de enero de 2021 parece ser impedimento para que intente retornar a la Casa Blanca.