En Washington dicen que Corea del Norte habla mucho y hace poco. Así podría resumirse la actual situación en la península coreana, a juzgar por las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney (en la foto), quien este lunes (01.04.2013) aseguró que la fuerte retórica del régimen de Kim Jong-un no va de la mano con acciones.

"A pesar de la dura retórica que oímos de Pyongyang, no estamos viendo cambios en la postura militar norcoreana, como una movilizacion de tropas a gran escala o el posicionamiento de fuerzas", dijo el vocero. Pese a ello, Estados Unidos se toma en serio el asunto y por ello está tomando posiciones en la zona, como medida de precaución.

Carney aseguró que Washington está monitoreando la situación en Asia de forma “diligente”. Una prueba de ello sería el desplazamiento de una plataforma naval con radares hacia las cercanías de la costa norcoreana. El objetivo sería, dijo CNN citando a una fuente del Pentágono, monitorear movimientos militares, incluido el lanzamiento de misiles.

La Marina se desplaza

Carney describió las acciones de Estados Unidos en la región, incluidos los recién aprobados vuelos de aviones B-2 y B-52, así como el envío de dos cazas F-22, como "prudentes", y aseguró que su objetivo es calmar a los aliados de Washington, en especial a Corea del Sur y Japón.

“Creemos que esto ha reducido la posibilidad de errores de cálculo y provocaciones. También quiero señalar que este patrón de retórica belicosa no es nuevo. Es conocido. Y tomamos medidas prudentes en respuesta a ello, pero es consistente con comportamientos anteriores", agregó el portavoz.

La cadena NBC afirmó también que la Marina ha movilizado a un destructor, el "USS Fitzgerald", hacia la península coreana. El buque es capaz de "interceptar y destruir un misil, en caso de que Corea del Norte decidiera lanzar uno", agregó la televisión, citando a una fuente del Pentágono no identificada.

DZC (Reuters, dpa, CNN)