EE.UU: protestas por centro de detención para niñez migrante
26 de febrero de 2021
El centro de detención de Homestead, en Florida -que estaría siendo reaperturado- albergó a más de 3.000 niñas y niños migrantes hasta que cerró en 2019.
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Liderazgos políticos y activistas expresaron este jueves (25.02.2021) su oposición por la supuesta reapertura de un centro de detención en Florida para niñas y niños migrantes que no están acompañados por parientes adultos y que había cerrado en medio de acusaciones de maltrato.
El centro de detención de Homestead, en el sur de Florida, albergó a más de 3.000 niñas y niños indocumentados hasta que cerró en agosto de 2019, en medio de las protestas contra las políticas migratorias del expresidente Donald Trump y reportes de prensa según los cuales el lugar no estaba preparado para protegerlos en caso de huracán.
La herida se reabrió el martes, cuando el diario local Miami Herald reportó -citando fuentes anónimas del Departamento de Seguridad Interior- que el Gobierno del nuevo presidente demócrata, Joe Biden, planea reabrir este centro tras haber hecho lo mismo con otro en Texas esta semana.
La Oficina para el Reasentamiento de Refugiados (ORR), un programa del Departamento de Salud que opera estos refugios, no confirmó a la prensa internacional esta aseveración. Pero Thomas Kennedy, coordinador en Florida de la organización de derechos de inmigrantes United We Dream, señaló o a la vicepresidenta Kamala Harris, quien había prometido cerrar estos centros de detención privados cuando los visitó como senadora y precandidata demócrata en 2019. "Esperamos que (Harris) muestre el mismo nivel de entusiasmo para oponerse a este centro, ahora que ella tiene un papel destacado como vicepresidenta del Gobierno", declaró Kennedy.
El refugio -que se compone básicamente de una serie de carpas- fue objeto de polémica nacional tras reportes de maltrato infantil y se volvió símbolo de la crisis migratoria de 2018, cuando una política de Trump separó en la frontera a miles de niñas y niños que migraban con sus familias. Aún falta reunir a cerca de 500 niños con sus parientes.
Melissa Taveras, de la Florida Immigrant Coalition, dijo en la conferencia de prensa frente al ayuntamiento de Homestead que "existen alternativas" distintas a estos cuestionados refugios de ORR para los niños que migran solos a Estados Unidos. "Ellos tienen familia, hay organizaciones como la nuestra, iglesias y otros líderes comunitarios que estarían felices de tenerlos con ellos y apoyarlos mientras completan su proceso de asilo", afirmó Taveras.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó el miércoles que estos refugios de ORR "no se trata de niños apresados en jaulas", una situación que se ha registrado en las instalaciones de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), en el límite con México. Añadió que el Gobierno "no expulsará a los niños sin acompañantes en la frontera, eso sería inhumano" y que, debido a la pandemia, se necesita encontrar lugares donde las niñas y niños estén seguros mientras son transferidos a familiares o representantes.
ama (afp, nbc, telemundo)
¿Qué pasa con los inmigrantes cuando salen de los centros de detención de Estados Unidos?
Cada día, cientos de inmigrantes son liberados de los centros de detención estadounidenses después de haber cruzado con éxito la línea que separa al país más poderoso del mundo con una región en crisis.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Libres por ahora
Los autobuses llegan a lo largo del día a la estación de McAllen, Texas, con inmigrantes liberados de los centros de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) a los que se les permitió permanecer en EE. UU. mientras se procesan sus casos. Entre octubre de 2018 y marzo de 2019, unos 268.000 inmigrantes fueron detenidos en la frontera, según las autoridades fronterizas estadounidenses.
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Entregados a voluntarios
Una vez fuera del autobús de Seguridad Nacional, los inmigrantes esperan que un agente los entregue a un voluntario de las Caridades Católicas del Valle del Río Grande (CCRGV). Debido al gran número de familias que cruzan la frontera y la magnitud de la crisis humanitaria que agobia al gobierno de EE. UU., organizaciones civiles ayudan a los inmigrantes en la frontera entre Texas y México.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Caos organizado
En el Centro de Ayuda Humanitaria de CCRGV, las personas pueden comer y bañarse antes de viajar con los que los recibirán mientras esperan las audiencias de la corte de inmigración. Hasta 800 inmigrantes llegan al centro cada día. "Ninguna de las partes políticas de EE. UU. parece tener una respuesta", dice Brianna Trifiletti, una ayudante. "La solución tiene que venir de América Central".
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Largo camino por delante
Los inmigrantes son devueltos a la estación una vez que obtienen un boleto de autobús. Aquí, la voluntaria Melanie Domínguez usa un mapa del país para indicar a los inmigrantes, muchos de los cuales solo hablan un idioma indígena, donde necesitan cambiar de autobús. "Es ocupado pero también es gratificante, ya que fui inmigrante una vez", dice. "Siento que es mi lugar estar aquí".
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Los números detrás del muro
Al este de McAllen hay un larguísimo muro construido en la década de 2000. En ese entonces, el número de inmigrantes detenidos en la frontera, en su mayoría hombres solteros, eran 81.550 por mes en promedio. Ahora son 32.012 por mes y el dilema es diferente, ya que los que vienen son en su mayoría familias inmigrantes con niños pequeños, que son más difíciles de detener y procesar.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Río de muerte
"Cada semana escucho sobre otro ahogado" en el río Bravo, dice Jennifer Harbury, quien trabaja con personas que huyen de la violencia en Centroamérica. "Una madre le pagó a contrabandistas para que la llevaran a ella y sus tres hijos en una balsa. Su hija de dos años cayó al agua luego de una turbulencia. 'No nos detenemos en medio del río', dijo el hombre de la balsa mientras el niño se hundía".
Imagen: DW/J. Jeffrey
Medidas de Estados Unidos para limitar el flujo de migrantes
En el lado mexicano del puente International Gateway, que une a las ciudades de Matamoros y Brownsville, los inmigrantes revisan listas que indican el orden en el que las personas podrán cruzar y acercarse al lado estadounidense. Esta es una de las muchas políticas nuevas introducidas por la Administración Trump que muchos argumentan contravienen las leyes de asilo internacionales y de EE. UU.
Imagen: DW/J. Jeffrey
Migrantes económicos vs. solicitantes de asilo
En otro puente, una madre e hija nicaragüenses esperan poder solicitar asilo. Uno de los debates es que si los que vienen deben obtener asilo, que es para los que huyen de la persecución y no de las dificultades económicas. "Tenía un trabajo como ingeniero civil, pero igual vine", dice Erving (27), de Nicaragua. "Estamos huyendo de la violencia, no se trata de encontrar trabajo".
Imagen: DW/J. Jeffrey
La esperanza se mezcla con el miedo
De vuelta en la estación de autobuses de McAllen, Valeria, de 9 años y de Honduras, espera el autobús que la llevará a ella y a su familia al norte. Los inmigrantes tienden a estar de buen humor una vez que han descansado y han sido alimentados en el centro de CCRGV. "Pero todavía hay miedo", dice una mujer hondureña. "No sé si después de mi audiencia en la corte podré quedarme o me deportarán".