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EE.UU. se plantea sanciones contra el petróleo de Venezuela

Nieves C. Pérez
26 de enero de 2019

El gobierno estadounidense sopesa posibles sanciones económicas para debilitar al régimen de Maduro y fortalecer a Juan Guaidó. ¿Qué efectos tendrían en los Estados Unidos?

CITGO Erdölraffinerie
Imagen: Getty Images

La Casa Blanca no sólo ha reconocido a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, sino que está moviendo fichas diplomáticamente para conseguir que más aliados se sumen a desconocer a Nicolás Maduro. Ahora, la presión se concentra en lo económico como mecanismo de presión a una economía cuyos indicadores demuestran que está devastada, con una inflación prevista de 1.000.000 %, siendo la más grave de la historia moderna de acuerdo al Fondo Monetario Internacional.

El senador estadounidense Marco Rubio advirtió el jueves, que la Administración Trump podría imponer sanciones al petróleo venezolano. Dan Eberhart, CEO de Canary, una consultora en servicios petroleros, afirma que las amenazas de imponerle sanciones al régimen de Maduro son reales, sobre todo si los protestantes son privados de libertad. Explica que el peor de los casos se presentaría sí el presidente interino de Venezuela es apresado, en cuyo caso las sanciones serán aún más duras, lo que incluirán la prohibición de importación del crudo. Mientras apunta que la producción del petróleo venezolano ha venido cayendo en los últimos años.

Efectos sobre la economía estadounidense

Asimismo Eberhart explicó que para la economía estadounidense el efecto de estas medidas sería nulo. No habrá un mayor impacto en la dinámica económica doméstica, aunque reconoce que se verían afectadas las refinerías de la costa del golfo, que procesan crudo pesado para hacer gasolina y otros productos refinados.

Un país con dos presidentes: Nicolás Maduro y Juan GuaidóImagen: Reuters/Handout/M. Palace/C. G. Rawlins

Eberhart asevera que la razón por la que la Casa Blanca ha tomado la decisión de forzar la situación de Venezuela en este momento se debe a la presión que han recibido desde Colombia y Brasil, que son los principales países receptores del mayor éxodo de la región. Y todos los efectos que esta inmigración incontrolada lleva consigo.

La economía de Venezuela depende de la industria petrolera para su supervivencia. Y frente a la posibilidad de un embargo, sería realmente difícil para el Régimen de Maduro encontrar a quien venderle el petróleo, explica Fernando Cutz, quien fue asesor de Seguridad Nacional para la Administración Trump y para la Administración Obama. Según Cutz, China e India serían los dos únicos países con capacidad de procesar el crudo venezolano, que tiene una característica particular porque es muy denso, y requiere un proceso especial y unos equipos específicos para su refinamiento. Sin embargo, China ya recibe petróleo venezolano como parte de pago de sus deudas a Beijing y en el caso de India, sería un mercado mucho más complicado, ya que trasladar el crudo hasta allí aumentaría considerablemente su costo, y Cutz duda que India siendo aliado estadounidense esté dispuesta a comprarle a Maduro.

La embajada estadounidense en Caracas. Imagen: Getty Images/E. Gamez

Citgo en la mira

El ex embajador estadounidense Roger Noriega piensa, que la Administración Trump podría tomar medidas que prohíban a Citgo (filial de PDVSA en los Estados Unidos) pagar a Maduro, y que, por el contrario, encuentren un mecanismo por el cual el dinero podría transferirse al, según él, nuevo y legitimo gobierno de Venezuela.

El impacto de la crisis política en Venezuela tiene un profundo trasfondo económico. Hugo Chávez, el predecesor de Nicolás Maduro, contó con la suerte de gobernar mientras ocurrió la mayor subida del petróleo de la historia. El precio por barril llegó a tocar los 100 dólares, lo que le permitió tener una abundancia de recursos extraordinaria que esa nación no había nunca antes conocido. Sin embargo, la inadecuada distribución de esos recursos, junto con una corrupción desmedida y un control cambiario monetario, fue el caldo de cultivo que ocasionó el escenario actual, que se traduce en la mayor crisis económica y humanitaria no sólo de Venezuela sino de la región.

(gg/jov)

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