EE.UU. solo ha reunido a 450 niños migrantes con sus padres
21 de julio de 2018
Un juez dio al Ejecutivo estadounidense hasta el 26 de julio para reunificar a un total de 2.500 menores separados de sus familias en la frontera.
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El Gobierno de EE.UU. ha reunificado hasta este viernes (20.07.2018) a 450 niños entre 5 y 17 años de edad que fueron separados de sus padres en la frontera, de un total de más de 2.500 que debe reunir para el próximo 26 de julio.
Durante una audiencia en una corte federal de San Diego, donde se sigue una demanda entablada contra la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, abogados del Gobierno señalaron que del total de 2.551 niños identificados en esa franja de edad solo son elegibles para la reunificación 1.606 niños
Representantes del Departamento de Justicia señalaron, tal como lo hicieron el jueves en un reporte remitido al juez federal Dana Sabraw, que en el resto de casos los padres cuentan con antecedentes criminales o han renunciado a este beneficio dado que prefieren ser deportados sin sus hijos, entre otras razones.
Los abogados del Gobierno señalaron este viernes que 954 padres ya han sido entrevistados y han recibido la aprobación de las autoridades federales y, en ese sentido, esperan que el número de reunificaciones crezca en los próximos días, cuando se acerca el plazo impuesto por el magistrado.
El juez Sabraw reconoció estar "muy impresionado" con el "gran progreso" hecho por el Gobierno para cumplir con el plazo establecido, al menos entre los menores que ya han sido considerados elegibles. Sabraw manifestó incluso que ve un panorama "prometedor" para que se realice el total de reunificaciones en tiempo y de manera segura para los menores.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la organización que interpuso la demanda colectiva a nombre de los padres separados de sus hijos, solicitó al juez que la Administración entregue la lista de los 136 padres que renunciaron a su derecho de reunificación para asegurarse que estos hayan comprendido lo que esto implica.
Reunificación de casi 3.000 menores separados de sus familias
El juez Dana Sabraw ordenó a la actual Administración en junio pasado la reunificación de los cerca de 3.000 menores que fueron separados de sus familias tras cruzar la frontera con México como parte de la política de Trump de "tolerancia cero" con la inmigración ilegal.
El pasado martes se cumplió la primera parte del plazo dado por el magistrado al Gobierno para reunificar a las familias de los niños más pequeños. El Gobierno debía entregar a 103 menores de 5 años, aunque finalmente esa cifra quedó reducida a poco menos de 60 debido, según el Ejecutivo, a medidas de seguridad con los niños, entre otros motivos.
EAL (efe, ap)
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Deportados por Trump: volver a una realidad desconocida
Bajo el presidente Donald Trump son cada vez más los inmigrantes indocumentados que son deportados. Muchos de ellos han pasado la mitad de su vida en Estados Unidos. Cada semana llegan tres aviones a Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Amarga llegada
Los aviones aterrizan en una zona especial del aeropuerto de Ciudad de México. Los inmigrantes indocumentados son deportados desde los centros de detención en Estados Unidos. Esposados los llevan al avión. Veinte minutos antes de aterrizar los liberan.
Imagen: DW/S. Derks
Illegal alien
George Niño de la Riviera supo que había estado viviendo ilegalmente en Estados Unidos cuando cumplió 18 y postuló a un trabajo. Le dijeron que no tenía número de seguro social. Sus padres lo habían llevado a ese país siendo un bebé. Allí creció. Hace cinco meses fue deportado. Había pasado 34 años en Estados Unidos. Sus cuatro hijos viven con su exesposa en Fresno.
Imagen: DW/S. Derks
Un país extraño
María Herrera, de 27 años, fue deportada el 10 de abril. Estaba esperando la renovación de su visa DACA (Acción diferida para los llegados en la infancia) cuando tuvo un accidente automovilístico. Fue detenida y llevada a prisión. Dos meses después la deportaron. Tenía tres años cuando salió de México, un país que le es ajeno.
Imagen: DW/S. Derks
Renacer de la herida
Se encontró con George en New Comienzos, una organización sin ánimos de lucro que da asistencia a los repatriados. Comenzaron a salir juntos. “Es lindo tener un amigo especial que haya pasado por todo esto también”, cuenta María. Cuando estaba detenida sufrió de depresión y ataques de ansiedad. Ahora ambos están tratando juntos de abrirse camino en Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Detenido y deportado
En 2003 tuvo una pelea con su exnovia. Entonces, Diego Miguel María, de 37 años, fue detenido. Fue deportado en 2016.
Imagen: DW/S. Derks
"Dump Trump and his walll"
Junto con otros cinco compatriotas recientemente repatriados, Diego Miguel María ha conseguido un fondo especial del gobierno mexicano para montar una empresa de impresión de textiles. Su marca es “Deportados”. Se especializa en imprimir camisetas y bolsas con lemas como “"Dump Trump and his wall" (abajo Trump y su muro).
Imagen: DW/S. Derks
Una mano amiga
El trabajo de Diego no va a volverlo rico, pero le deja tiempo para trabajar de voluntario ayudando a nuevos deportados en el aeropuerto. “Me sentí tan perdido cuando atravesé esa puerta. Me parece importante guiar a aquellos que están tu mismo pellejo”, cuenta. Lo más difícil fue dejar a su hijo. Vivían juntos antes de que fuera deportado. Su exesposa no le permite ahora tener contacto con él.
Imagen: DW/S. Derks
Recomenzar
Daniel Sandoval fue deportado en febrero de 2018. No obstante parece estar tranquilo. “En Estados Unidos nunca hubiese podido invertir en un futuro, porque no tengo documentos. ¿De qué sirve una educación si nadie va a contratarme? Aquí en México tengo la posibilidad de recomenzar. Voy a poder tener una mujer e hijos sin temor a perderlos”, cuenta a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Amañándose
Daniel vive en un hogar para refugiados que queda sobre la imprenta de “Deportados”. Un pastor de su iglesia le organizó, al comienzo, un albergue en casa de una mujer de 75 años. Ella lo recogió de la estación de autobuses de Ciudad de México. “Me quedé allí dos semanas, pinté la casa. Luego contacté a “Deportados” y me enteré que ayudaban a inmigrantes. Ahora vivo aquí junto con otros dos”.
Imagen: DW/S. Derks
Del lado de la luz
Aunque la mayoría no sabe a dónde los van a enviar y tienen mucho miedo de perderlo todo en una fracción de segundo, el sacudón que sufren no siempre termina mal. “Ahora me parece que mi vida en Estados Unidos estuvo siempre cargada de temor y tristeza debido a mi situación legal. Ahora tengo un lastre menos, porque al fin soy libre y me siento en casa”, contó María a DW.