Supremo permite total implementación del veto de Trump
4 de diciembre de 2017
El Tribunal Supremo de EE.UU. permitió la entrada en vigor por completo del veto migratorio del presidente Donald Trump, para prohibir la entrada a nacionales de países de mayoría musulmana.
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En una breve orden judicial, el Tribunal Supremo aprobó una petición del Gobierno de EE.UU. para que se eliminaran las restricciones impuestas por cortes inferiores a la última versión del veto migratorio proclamado el 24 de septiembre.
En el momento de su entrada en vigor, el 18 de octubre, dos jueces -primero uno de Hawái y, luego, uno de Maryland- bloquearon la implementación de ese veto al considerar que podría dirigirse contra una minoría religiosa y, por tanto, violar la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de culto.
No obstante, esos jueces permitieron la entrada en vigor de ese veto para Corea del Norte y Venezuela, países donde viven muy pocos musulmanes y donde, por tanto, no pudo probarse que Trump buscaba discriminar a los miembros de esa religión, el argumento usado para las otras seis naciones. Las restricciones relativas a Venezuela no se aplican a toda la población, sino a algunos funcionarios y su "familia inmediata".
Supremo espera revisión para decisión definitiva a nivel federal
El Tribunal Supremo no dio a conocer hoy las razones que le guiaron a la hora de tomar su decisión, pero dijo que espera que las cortes inferiores revisen lo antes posible los asuntos que tienen pendientes para que pueda haber una decisión definitiva a nivel federal. Las juezas progresistas Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor se mostraron en desacuerdo parcialmente con la decisión del tribunal.
Justo esta semana, tienen previsto celebrar audiencias para estudiar la legalidad del veto migratorio el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito, con sede en Richmond (Virginia), y el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco (California).
Desde que llegó al poder el pasado 20 de enero, Trump ha intentado hasta en tres ocasiones implementar un veto migratorio, cuya primera versión fue proclamada el 27 de ese mes.
Después de un gran caos en los aeropuertos y numerosos reveses judiciales, Trump proclamó en marzo su segunda iniciativa contra refugiados y países de mayoría musulmana, que entró en vigor en marzo y que fue sustituida por ese tercer veto, proclamado en septiembre y que hoy comenzará a aplicarse por completo.
JOV (efe, voa)
Refugiados en Lesbos: callejón sin salida
Los solicitantes de asilo varados en la isla griega de Lesbos temen que las cosas empeoren aún más: numerosas ONG que proporcionan servicios de salud, jurídicos y de otro tipo se están retirando o ya se han marchado.
Imagen: DW/V. Haiges
Atrapados en el Egeo
La financiación europea para las ONG que respondieron a la crisis migratoria en las islas griegas terminó en agosto. Desde entonces, el Estado griego es el único responsable de ocuparse de los solicitantes de asilo. Pero no existe un plan de transición claro, y los huecos en los servicios humanitarios han quedado evidentes en Lesbos.
Imagen: DW/V. Haiges
Ni aquí ni allá
Moria, el principal centro de acogida de Lesbos y otros campamentos de este tipo, no pueden hacer frente a la continua llegada de solicitantes de asilo, que arriban en grupos pequeños. La tensión aumenta; la frustración se convierte rápidamente en agresión, las peleas entre los individuos se transforman en peleas entre diferentes grupos étnicos.
Imagen: DW/V. Haiges
Complicada situación higiénica
Botellas vacías de champú y agua se encuentran junto a una ducha improvisada en las afueras de Moria. Debido a la escasez de instalaciones higiénicas en el campamento, muchas personas buscan otras opciones. A sus ojos, la escasez de instalaciones adecuadas es una estrategia deliberada para empeorar sus condiciones de vida.
Imagen: DW/V. Haiges
Esperando una decisión
Aman, de Eritrea, se disculpa por no poder ofrecer té o agua en su tienda de campaña. Ha estado esperando una decisión sobre su solicitud de asilo desde que llegó a Lesbos hace tres meses. "Hay demasiados problemas dentro de Moria. Pocas tiendas para demasiada gente y las tensiones entre los diferentes grupos a menudo acaban en peleas".
Imagen: DW/V. Haiges
"Somos seres humanos"
Un solicitante de asilo afgano protesta contra las malas condiciones en Moria. La mayoría de los afganos que protestan han estado en Lesbos durante más de un año y todavía están esperando una respuesta a sus solicitudes de asilo. La falta de información, las duras condiciones de vida y el temor de ser deportados de regreso a Afganistán, dejan a muchos de ellos en constante estado de ansiedad.
Imagen: DW/V. Haiges
Los límites de la generosidad
Los residentes de Lesbos discuten sobre la protesta de los afganos. La crisis de los refugiados ha conducido a una disminución masiva del turismo en Lesbos, un descenso de casi un 75 por ciento en este año en comparación con 2015. Aunque muchos lugareños simpatizan con los solicitantes de asilo, no creen que Grecia sea capaz de albergarlos en este momento.
Imagen: DW/V. Haiges
Ayuda voluntaria
Los voluntarios han venido llenando vacíos, como el suministro de atención médica. La médica alemana Jutta Meiwald vino a Lesbos por dos semanas para ayudar. Dice que muchos de los problemas de salud son el resultado de las condiciones de vida en Moria. Los refugiados se han quejado de que, independientemente de sus síntomas, los médicos generalmente sólo les dan analgésicos.
Imagen: DW/V. Haiges
Recuperando la vida
En el Centro de Apoyo Mosaik, los solicitantes de asilo transforman los chalecos salvavida recogidos en la playa en bolsas y carteras. Actividades como ésta son una interrupción bienvenida de la monotonía en los campamentos, además de darles a los que se quedan aquí, como a esta mujer iraní, un pequeño sueldo.
Imagen: DW/V. Haiges
Cada día llegan nuevos inmigrantes
Desde principios de 2015, los recién llegados se han visto obligados a permanecer en la isla hasta que se procesen sus solicitudes de asilo. Pero a consecuencia de una acumulación de solicitudes y largos procesos de apelaciones sólo muy pocos casos se han evaluado. El año pasado Grecia concedió asilo a alrededor de 12.500 personas, mientras que unas 173.000 llegaron al país.