La Central Termoeléctrica Adolfo López Mateos, ubicada en Veracruz, México, es supuestamente el mayor generador de energía en el país. En vez de trabajar a su plena capacidad, generando más de 2000 megawatts por hora, actualmente reporta solo 350MW. La termoeléctrica, considerada como una de las más eficientes de México y de Latinoamérica ha sido superada por el tiempo y la tecnología.

La termoeléctrica está en la mira del ingeniero electricista Luis Felipe Martínez Soto, que participa en Berlín en un programa que tiene por objetivo capacitar en eficiencia energética a un grupo de profesionales mexicanos provenientes de diversas disciplinas. Requisito es que al final de su estancia desarrollen un proyecto propio en su país.

Martínez Soto, de 28 años, se ha propuesto hacer un estudio de eficiencia energética de la termoeléctrica manejada por la Comisión Federal de Electricidad, CFE, la paraestatal mexicana que opera en monopolio la generación y el suministro de energía eléctrica del país. La termoeléctrica es para Martínez Soto lo que se conoce como “proyecto de transferencia”, en el que aplicará los conocimientos adquiridos en Alemania.

Capacitación de alto nivel

“Queremos estudiar la eficiencia energética global de la termoeléctrica, optimizar los equipos asociados a los procesos de combustión”, afirma el joven ingeniero, en conversación con DW.

Martínez Soto es uno de los 16 jóvenes talentos mexicanos que toman parte este año en el proyecto más importante en materia de desarrollo sustentable del Gobierno alemán. El llamado “Internacional Leadership Training” capacita a los participantes en la toma de decisiones para contribuir al desarrollo de manera sustentable.

“La globalización exige más de lo que hay disponible en conocimientos especializados, y esta situación requiere una actuación competente. Se trata de que el planeta siga vivo en unos 50 o 100 años. Es un entrenamiento que promueve las capacidades de decisión de los participantes”, afirma Ursula Nix, directora del programa en Berlín.

El programa es financiado por el Ministerio Federal para la Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y ejecutado por la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) en cooperación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT) y se concentra en eficiencia energética y energía renovable, dos temas que se alternan cada año.

Martínez Soto, que es egresado del Instituto Tecnológico de Querétaro y trabaja en el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial en la misma ciudad al norte de la capital mexicana, realiza una práctica en la empresa Ökotec, especializada en ingeniería para la optimización de energía.

México, ley energética ambiciosa

“Se trata de que los sistemas funcionen igual pero con menos consumo de energía, no sólo eléctrica sino de cualquier tipo", afirma Martinez Soto. "La empresa donde trabajo en Alemania ve el ahorro de energía desde un concepto global. Eso me ha servido mucho porque yo trabajaba sólo partiendo de la energía eléctrica. En Alemania trabajan con energía térmica, que tiene que ver con los sistemas de calefacción, de aire acondicionado. En la industria hay muchas posibilidades de ahorro de energía eléctrica y mecánica con sistemas de aire comprimido”.

El grupo en el que participa Martínez Soto, que incluye a cuatro profesionales mujeres, comenzó su estancia con cursos de alemán en Saarbrücken, en el suroeste de Alemania, durante los primeros tres meses. Posteriormente los jóvenes participaron en un curso en la Universidad de Wismar diseñado exclusivamente para ellos. En la fase final, de abril a agosto, han tomado cada uno un rumbo propio para hacer una práctica en una empresa alemana.

“México ha aprobado una ley energética muy ambiciosa, y para implementarla necesita personal capacitado. Cuando regresan a sus países, los profesionales continúan en contacto y nuestra labor es seguir apoyándolos a través de un programa llamado “Alumni”, que funciona a nivel mundial”, concluye Nix.

Autora: Eva Usi
Editora: Cristina Papaleo