Parte de Rutba, cerca de la frontera con Jordania, está bajo control de los yihadistas, que como contrapartida fueron desalojados de Bashiqa por los kurdos.
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Una nueva ofensiva lanzó Estado Islámico en Irak, como respuesta a los avances registrados por las fuerzas iraquíes en su lucha por recuperar Mosul. Tras su espectacular ataque contra Kirkuk, que no tuvo mayor efecto sobre la operación en Mosul, el grupo yihadista realizó este domingo (23.10.2016) un ataque contra Rutba, una remota ciudad cerca de la frontera con Jordania, donde cinco coches bomba explotaron.
Los combatientes también utilizaron atacantes suicidas, causando la muerte de al menos 12 soldados. En la acción, el EI capturó los distritos del norte de la urbe, además de las oficinas gubernamentales y el centro de la ciudad, según fuentes militares. Rutba había sido tomada por las fuerzas gubernamentales en mayo y el contraataque yihadista se produce apenas 48 horas después de la operación en Kirkuk.
En ésta, docenas de milicianos radicales provocaron caos al hacerse explotar, pero fracasaron en su objetivo de tomar algunas instalaciones gubernamentales. En tanto, las fuerzas iraquíes y las milicias que las apoyan avanzan hacia Mosul, camino en el que deben enfrentarse con trampas bombas y coches bomba. Asimismo, se ha registrado un incremento en ataques a menor escala lanzados por el EI en distintas zonas del país.
Éxito kurdo
Por otro lado, los peshmerga, nombre con que se conoce a los combatientes kurdos, informaron que tomaron el control de la localidad de Bashiqa, cerca de Mosul, la que fue arrebatada a Estado Islámico. Masoud Barzani, presidente de la región kurda de Irak, se encargó personalmente de informar al secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, que los kurdos habían tenido éxito en la liberación de la ciudad.
El máximo comandante estadounidense en Irak, el teniente general del Ejército Stephen Townsend, dijo que su propia información "sugiere que el presidente Barzani está en lo correcto, que ha habido un éxito considerable en Bashiqa”. Townsend declaró a periodistas que Bashiqa era una de las localidades en las afueras de Mosul de las que EI había desalojado a los civiles y fortificado durante los últimos dos años.
DZC (dpa, Reuters, AFP)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.