El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha publicado hoy (28.04.2015) un informe en el que asegura que el autoproclamado grupo terrorista Estado Islámico habría ejecutado a 2.154 personas desde que declarase un califato en las zonas bajo su control en Siria, el 28 de junio de 2014. Según el comunicado hecho público por la ONG, en los últimos diez meses los extremistas habrían acabado con la vida de 1.362 civiles, entre ellos 930 miembros del clan tribal Al Shuitat, nueve menores y diecinueve mujeres.

“Reiteramos nuestro llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que actúe urgentemente y detenga los asesinatos de hijos del pueblo sirio, a pesar de la sordera de los miembros ante los gritos de dolor del pueblo sirio", indica la ONG en el comunicado.

Al parecer, las víctimas habrían sido ejecutadas en las provincias de Damasco, Rif Damasco, Al Raqa, Al Hasaka, Alepo, Homs, Hama y Deir el Zur. En esta última habrían muerto los miembros del clan Al Shuitat.

Entre los métodos usados por los terroristas aparecen todo tipo de barbaridades. Mientras que la mayoría fueron fusilados o decapitados, el resto murieron degollados, lapidados, quemados vivos o lanzados desde la azotea de edificios ante el horror de los ciudadanos de estas regiones. Asimismo, los miembros del EI habrían ejecutado a 137 miembros de facciones rebeldes y brigadas islamistas, así como a milicianos del frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- y de las Unidades kurdas de Protección del Pueblo.

La mayoría de ellos prisioneros

El denominador común de los asesinados era su condición de prisioneros. Y es que el EI acostumbra a ejecutar personas que caen en sus manos durante enfrentamientos armados, o víctimas del control de personas en puestos yihadistas. La cifra incluye también a 126 integrantes del EI que fueron acusados de espiar para otros países y que, en su mayoría, fueron capturadas cuando intentaban huir de Siria. Por último, 520 oficiales y efectivos de las fuerzas leales a Damasco habrían sido ejecutados por los terroristas. El Observatorio no descartó que la cifra de fallecidos sea mayor a la que ha logrado registrar, debido a que hay cientos de prisioneros en centros de detención yihadistas.

Los datos no incluyen a varios periodistas extranjeros que fueron decapitados ni al piloto jordano que fue quemado hasta la muerte, así que la cifra es incluso mayor, dijo el fundador del Observatorio, Rami Abdulrahman.

A fines de junio pasado, el EI proclamó un califato en las zonas conquistadas tanto en Siria como en el vecino Irak, donde en esas fechas se hizo con el control de amplios territorios, incluida la ciudad de Mosul, la segunda del país. En Siria, el grupo yihadista tiene su bastión en Al Raqa.

JC (EFE, Reuters)