EI se atribuye ataque que dejó 51 muertos en Siria
24 de febrero de 2017
La milicia radical instaló un coche bomba frente a un centro de mando rebelde en el distrito de Suesian, poco después de ser expulsada de la ciudad.
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Apenas un día después de que las fuerzas rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) anunciara la conquista de Al Bab, el último feudo urbano de la milicia terrorista Estado Islámico en la provincia de Alepo (Siria), el grupo radical hizo explotar este viernes (24.02.2017) un coche bomba en la ciudad, causando la muerte de al menos 51 personas y dejando a decenas de heridos, muchos de ellos en estado de suma gravedad.
Estado Islámico se atribuyó el atentado por medio de su agencia, Amaq, donde aseguró que en ataque murieron ocho soldados turcos, 60 rebeldes, además de dejar 100 heridos. También afirmó que dos vehículos militares de Turquía, país que apoya las operaciones del ELS, fueron destruidos. La explosión ocurrió en el distrito de Suesian, frente a dos edificios de los rebeldes, que combaten tanto a los radicales islamistas de EI como a las tropas de Bashar al Assad.
"Hay 34 civiles entre los muertos”, dijo, por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdelrahman, quien sostuvo que los "milicianos que están dentro de Al Bab se han retirado a zonas del sureste de la ciudad”, cuya importancia estratégica radica en que se encuentra cerca de la frontera con Turquía y era uno de los principales feudos de Estado Islámico en la región, después de Al Raqqa, su "capital” de facto.
Turquía analiza próximos pasos
El Ejército turco, que combate para afianzar una "zona segura” en el norte de Siria, emitió un comunicado asegurando que Al Bab está bajo su control y señaló que Turquía controla ahora 1.925 kilómetros cuadrados en el norte de Siria, mientras las fuerzas aliadas en el territorio cercano controlan otros 300 kilómetros cuadrados. Ahora, las tropas turcas trabajan en despejar de minas la localidad, acción en la que ya han muerto dos soldados.
Batallones del ELS y las tropas turcas comenzaron a rodear la ciudad el pasado 10 de diciembre, en el marco de la operación Escudo del Éufrates, que comenzó en agosto de 2016 y cuyo objetivo es expulsar de la zona tanto al EI como a las milicias kurdo-sirias. Ahora Turquía estudia los próximos pasos a seguir en su ofensiva terrestre, que fue lanzada en agosto contra la voluntad del gobierno del país y que tiene como fin cortar el paso a los kurdos, que aspiran a constituir un protoestado en esa región.
DZC (dpa, EFE)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.