Ejército de Níger abate a 75 yihadistas de Boko Haram
13 de mayo de 2020
Las dos operaciones tuvieron lugar el lunes y se llevaron a cabo en torno al Lago Chad en coordinación con tropas nigerianas.
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Setenta y cinco yihadistas del movimiento terrorista Boko Haram murieron en la región del Lago Chad, cerca de la frontera con Nigeria, en dos operaciones llevadas a cabo por el Ejército de Níger en coordinación con soldados nigerianos. Según informó el Ministerio de Defensa el miércoles (13.05.2020) en un comunicado, las dos operaciones ofensivas y de rastreo se llevaron a cabo el lunes sobre las 15:00 horas, hora local, por soldados nigerinos en el marco de una fuerza mixta formada por Níger, Nigeria, Camerún y Chad para combatir exclusivamente a Boko Haram.
El batallón nigerino intervino en reacción a "los ataques perpetrados por Boko Haram contra posiciones de las fuerzas de defensa y de seguridad, en los puestos fronterizos de Diffa los pasados 3 y 9 de mayo", explicó la nota. En estas operaciones, el Ejército contó con el apoyo de la aviación del país que atacó a los combatientes de Boko Haram en una aldea situada a unos 74 kilómetros al sur de Diffa.
La primera operación el Ejército mató a 25 terroristas y confiscó un vehículo y cuatro motos así como armas, munición y una bomba artesanal. Además destruyó dos motos y material de uso militar. La nota explica también que en la mañana del 11 de mayo, las fuerzas militares conjuntas llevaron a cabo bombardeos aéreos y disparos de artillería en la localidad de Tongo-Fulani, una isla situada a unos 24 kilómetros al noreste de Bosso, en lo que corresponde a la parte nigerina del lago, que causó la muerte de 50 yihadistas.
Según el ministerio, las operaciones militares continuarán hasta acabar con la presencia de estos grupos terroristas de Boko Haram en la región de Diffa. Los enfrentamientos con grupos yihadistas como Boko Haram o el Estado Islámico de África del Oeste (Iswap) han provocado la muerte de más de 36.000 personas desde 2009 en el noreste de Nigeria y unos dos millones de personas se han visto obligadas a huir.
Tras un período de calma, Boko Haram volvió a perpetrar ataques el pasado 3 de mayo contra un puesto militar en Diffa, que causó la muerte de dos soldados nigerinos y de cincuenta de combatientes del grupo terrorista. El mismo puesto fue atacado nuevamente seis días después, pero sin provocar víctimas. Ayer mismo, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) denunció que la violencia en el noroeste de Nigeria llevó a 23.000 personas a huir a Níger y a 19.000 nigerinos a desplazarse hacia el interior de su país solo durante el mes de abril.
lgc (efe/afp)
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Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.