Ejército de Siria combate al EI por el control de Palmira
24 de marzo de 2016
Las fuerzas de Damasco tomaron una zona en las afueras de la ciudad y se producen fuertes enfrentamientos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
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Tropas del Ejército de Siria alcanzaron este jueves (24.03.2016) el distrito hotelero de la ciudad de Palmira, en la zona central de Siria, informaron fuentes de Gobierno y la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Las fuerzas gubernamentales llegaron por el sudoeste hacia la localidad -tomada por el Estado Islámico en mayo de 2015- tras varias semanas de bombardeos de la aviación siria, apoyada por la fuerza aérea de Rusia.
El Observatorio Sirio aseguró que se han producido fuertes choques entre los radicales del EI y los soldados del régimen. “Intensos enfrentamientos están en marcha dentro de la ciudad”, dijo a la agencia dpa Rami Abdelrahman, director del Observatorio. El especialista aseguró que el avance del Ejército se ha visto dificultado debido a que el EI sembró con minas las carreteras y otras zonas estratégicas en torno a la localidad.
La agencia de noticias estatal Sana mostró aviones de guerra sobrevolando la zona, helicópteros lanzando misiles y soldados y vehículos blindados llegando a Palmira. Los civiles comenzaron a huir luego de que combatientes de EI les pidieron por megáfono que dejaran el centro porque habría combates, dijo el Observatorio. El activista Abul Mayed al Tadmuri, de la Coordinadora de la Revolución, dijo que “hasta ayer (miércoles) quedaban unas 5.000 personas en la urbe, hoy no queda nadie”.
Palmira y más allá
El objetivo de las tropas sirias es abrir una ruta hacia la provincia oriental de Deir al-Zor, que en su mayoría controla el Estado Islámico y donde se encuentra la ciudad fuerte de los yihadistas, Raqqa, cuyos milicianos han destruido templos y tumbas antiguas desde que capturaron Palmira, algo que la UNESCO, la agencia cultural de la ONU, ha calificado como un crimen. La ciudad, en el centro de Siria, está rodeada por desierto.
El canal de televisión Al Ijbariya, financiado por el Gobierno, informó del avance de las fuerzas hacia el “corazón” de la ciudad. Un soldado declaró en un reportaje emitido por esa señal que las tropas irían más allá de Palmira. “Les decimos a esos hombres armados, estamos avanzando e iremos más allá, si Dios quiere hasta Raqqa, el centro de las bandas del Daesh”, en referencia a la capital de facto del EI.
DZC (EFE, dpa, Reuters)
Cuando la locura destruye la cultura
Bamiyan, Palmira y Timbuctú: lugares con monumentos milenarios, pero demasiada cultura e historia para los radicales islamistas. Las huellas de su destrucción van desde el Asia Central hasta el África Occidental.
Imagen: picture-alliance/dpa/N. Ahmed
Las ruinas de Timbuctú
Esta ciudad oasis que limita en el sur con el Sáhara se la conocía como la perla del desierto. En 2012, las milicias islamistas ocuparon la ciudad y destruyeron mausoleos de sabios islámicos por tratarse de "idolatría". Unos de los autores tendrá que comparecer en juicio en La Haya. Catorce de los mausoleos medievales ya fueron reconstruidos.
Imagen: Getty Images/AFP
Miedo a las letras
No solo se ensañaron con el Patrimonio de la Humanidad de piedra sino que también destrozaron, robaron y dañaron valiosos manuscritos. Se pudo recuperar una parte del tesoro escrito y ahora se está restaurando meticulosamente.
Imagen: DW/P. Breu
Antes y después
En Palmira, Siria, la milicia de la organización terrorista Estado Islámico parece que no soportaba el recuerdo de la diversidad cultural y la abundante historia del país. En 2015 dinamitaron el histórico templo de Baal.
Imagen: picture-alliance/dpa
Monumentos sacros
También las ruinas del templo de Baalshamin volaron por los aires, uno de los más relevantes monumentos antiguos sacros de todo el Oriente Próximo.
Imagen: Reuters/Stringer
Columnas convertidas en humo
Los terroristas de Estados Islámico usaron recipientes llenos de dinamita para destruir, captando en imágenes los hechos como parte de su propaganda. Así demuestran poder y fuerza. La diversidad cultural y religiosa es destruida ante los ojos de todo el mundo.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Visita de bárbáros a los museos
Los terroristas de Dáesh también filmaron el museo de Mosul en Irak mienras destruían su patrimonio cultural. Hay otro motivo por el que los museos están en peligro: con el robo y el tráfico ilegal de piezas antiguas, la organización terrorista Estado Islámico gana mucho dinero.
Imagen: picture-alliance/dpa/IS/Internet
A la sombra del Estado Islámico
Nínive, Hatra o la imagen Nimrud: donde rige el terrorismo asesino y destructor de Estado Islámico desaparece la memoria histórica y, por lo tanto, se pierde un patrimonio cultural incalculable e irreemplazable. Pero lo peor no son las pérdidas culturales, sino la pérdida de incontables vidas y los sufrimientos de personas torturadas y violadas.
Imagen: Militant video via AP
Los Budas de Bamiyan
Las estatuas de los Budas de Bamiyan medían más de 50 metros de altura, estaban ubicadas en un valle en el corazón de Afganistán y eran testimonio de la creencia budista de la época medieval. Las figuras pertenecían al Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. En marzo de 2001, un grupo de talibanes las dinamitaron y hasta ahora solo se han encontrado una parte de las ruinas.