Ejército de Siria ingresa a Palmira para expulsar a EI
1 de marzo de 2017
Por segunda vez en menos de un año, las fuerzas armadas intentan recuperar la antigua ciudad. Ya controlan los suburbios del oeste y noroeste.
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El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó este miércoles (01.03.2017) que el Ejército sirio y sus aliados ingresaron a Palmira, en el marco de una nueva operación para expulsar de la antigua ciudad a las fuerzas del grupo terrorista Estado Islámico. De acuerdo con esa ONG, que cuenta con una amplia red de informantes en el país, las tropas leales a Damasco controlan los suburbios del oeste y noroeste de Palmira.
Estado Islámico ingresó a la ciudad monumental en mayo de 2015. En marzo de 2016, gracias a una ofensiva lanzada por las fuerzas sirias con respaldo de la aviación rusa, el Gobierno pudo recuperar el control sobre Palmira. Sin embargo, a fines de 2016 los yihadistas volvieron a tomar la localidad, ocasión en que perpetraron una serie de actos criminales y, además, destruyeron importantes monumentos históricos.
De acuerdo con el director del Observatorio Sirio, Rami Abdelrahman, hay reportes no confirmados de que Estado Islámico finalmente habría retirado a sus hombres de Palmira. Esto, pese a que en las últimas jornadas había presentado una fuerte resistencia al avance del Ejército, que cuenta con apoyo de unidades rusas. Por su parte, la agencia de noticias oficial siria, SANA, aseguró que las tropas gubernamentales controlan todos los montes desde los que se divisa la ciudad.
"Crimen de guerra”
El grupo terrorista –que aprovechó que las fuerzas sirias se concentraron en la recuperación de Alepo para recapturar Palmira– dinamitó el pasado 20 de enero el frente escénico del teatro romano y el Tetrapilón de la ciudad monumental, lo que fue calificado por Unesco como "crimen de guerra”. Por ello, solicitó a la comunidad internacional defender los bienes culturales de las agresiones del grupo extremista.
Ya en 2015, los yihadistas habían destruido numerosos restos arqueológicos de 2.000 años de antigüedad, entre ellos el Templo de Bel y el Arco del Triunfo, así como parte de su gran
columnata. Según afirmó entonces la Unesco, "la mayor parte de las estatuas y sarcófagos fueron desfigurados" o destruidos, aunque el lugar histórico mantenía "en gran parte su unidad y su carácter originales".
DZC (EFE, dpa)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.