Ejército israelí advierte de trama de seducción de Hamás
12 de enero de 2017
Funcionarios israelíes dijeron que descubrieron una maniobra de Hamás para hackear teléfonos inteligentes de soldados al hacerse pasar por mujeres en línea para seducirlos en las redes sociales.
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El movimiento islamista Hamás trata de ganarse la confianza de soldados israelíes a través de perfiles imaginarios en las redes sociales, generalmente de atractivas jóvenes, para piratear sus datos y obtener información militar, lo cual ha descubierto el Ejército israelí en los últimos meses.
En un encuentro con periodistas celebrado este miércoles (11.01.2017) en el ministerio israelí de Defensa en Tel Aviv, mandos militares expusieron algunos de los casos en los que Hamás consiguió infiltrarse en los teléfonos de soldados y hasta oficiales de bajo rango
Obtener información militar
La maniobra consiste en internautas que, tras crear un perfil imaginario con fotos robadas de alguna chica atractiva, o con un logo proisraelí, se adentran en distintos foros de soldados regulares y reservistas ("hay más de 3.000") y, tras ofrecerles amistad, tratan de obtener todo tipo de información militar. En otros casos, el espionaje es más avanzado y tras chatear en hebreo con los soldados durante varios días les ofrecían bajarse una aplicación del sitio "apkpk" para seguir la comunicación. "En realidad la aplicación era un troyano que se apropiaba del teléfono de distintas formas, algunas veces llegando a tener control de su cámara, grabadora y sistemas de localización sin que el usuario lo supiera", agregaron.
"Lucha de cazadores"
Para frenar la incursión digital en sus filas y que estas "chicas virtuales" conquisten a los soldados con fines de espionaje, el Ejército ha lanzado recientemente la operación "Lucha de cazadores". Su objetivo: "concientizar" a los soldados de reemplazo, generalmente de entre 18 y 21 años, a que no compartan información con desconocidos ni acepten sus peticiones de amistad, así como evitar que descarguen aplicaciones de plataformas no autorizadas.
FEW (EFE, AFP, dpa)
Delicias gastronómicas israelíes y palestinas
En la ciudad de Jerusalén, los israelíes y palestinos poseen una amplia y variada tradición culinaria. Una mirada al interior de las cocinas ofrece un panorama de ambas culturas, unidas por el buen gusto gastronómico.
Imagen: Daniella Cheslow
El restorán "Azura"
Los israelíes y los palestinos reclaman a Jerusalén como su capital, y la ciudad es siempre centro de tensiones. Sin embargo, en su rica y tradicional cocina, ambas culturas se dan la mano. En el restorán "Azura", en el mercado principal, su jefe, Moshe Shrefler, prueba un guiso de lentejas. Azura es muy popular en la sección iraquí del mercado.
Imagen: Daniella Cheslow
Estofado de rabo de buey
La especialidad del restorán Azura es un estofado de rabo de buey, que se cocina durante dos días, en una exquisita salsa de ajíes colorados. Se sirve solo los martes, y los israelíes acuden en multitud para conseguirlo antes de que se acabe.
Imagen: Daniella Cheslow
A fuego lento
El guiso de rabo de buey se cocina a lo largo de dos días en una gran olla de aluminio antes de ser servido a los comensales. El restorán Azura ofrece cocina tradicional iraquí, sefaradí y kurda, preparada de manera artesanal.
Imagen: Daniella Cheslow
Hornos a queroseno
Estos hornillos a queroseno, que en hebreo se llaman “ptiliyot”, son un símbolo de los restoranes judíos tradicionales. Los cocineros del “Azura” dicen que las ollas más antiguas son las que le dan el mejor sabor a la comida.
Imagen: Daniella Cheslow
Tradición e innovación
En el restaurant Kosta’s, en el casco antiguo de la ciudad, su dueño, Fareed Harroubi, ofrece paloma acompañada de un arroz con nuez moscada, una especialidad palestina. Se sirve sobre una mesa en la que ya hay nabos en vinagre y ensaladas verdes y rojas. Además, también hay hummus, un plato hecho con una base de puré de garbanzos y una pasta de sésamo o tahina.
Imagen: Daniella Cheslow
Pequeña gran cocina
Fareed Harroubi dice que aprendió el arte de preparar platos con carne de paloma de un cocinero griego. Su plato especial, que lleva también un pastrami casero, lo prepara en la pequeña cocina de este restaurante de la antigua Jerusalén.
Imagen: Daniella Cheslow
Cocina abierta
Asaf Granit es uno de los tres dueños del Machneyuda, y dice que planeó el lugar con una cocina abierta, para que los clientes pudieran ver cómo trabajan los chefs. El restorán se convirtió en un éxito en el oeste de Jerusalén, y es uno de los pocos que también sirven comida no kosher.
Imagen: Daniella Cheslow
Alimentos frescos
En el restorán Machneyuda, llamado así por el emblemático mercado del oeste de Jerusalén, los chefs hallan sus ingredientes y también su inspiración en los puestos de alimentos frescos. El restorán se enorgullece en ofrecer nuevas interpretaciones de la platos tradicionales, y no solo de la región. Aquí, ensalada de ceviche con guarnición de fresas.
Imagen: Daniella Cheslow
Moliendo garbanzos
En el restorán Idkedik, en Jerusalén antigua, el cocinero Wafa Ishad Idkedik Walaa muele garbanzos a mano para hacer hummus. Dice que eso hace que tengan un mejor sabor.
Imagen: Daniella Cheslow
Recién exprimido
En el casco antiguo de Jerusalén se puede disfrutar tanto de una cena con ensaladas frescas en un restorán, hasta de un jugo de pomelo recién exprimido al paso.