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El árbitro más famoso del mundo

30 de junio de 2002

Quien lo ha visto en acción, difícilmente lo olvida. Más conocido que muchos jugadores, tiene incluso un fan-club. El rey de los árbitros, Pierluigi Collina, dirigió en forma impecable la final entre Alemania y Brasil.

Pierluigi Collina: un italiano en la final de Yokohama.Imagen: AP

Italia estuvo presente, aunque en forma indirecta, en la final de Yokohama. De Bologna proviene el hombre que arbitró el último encuentro de este Mundial. Tras la encendida polémica que desató la actuación de algunos referees en las pasadas semanas, la Fifa optó por lo seguro.

La integridad y la capacidad de Pierluigi Collina están más allá de toda discusión. En cuatro oportunidades fue elegido como el "mejor árbitro del año" por la federación internacional de fútbol y, desde su primer partido internacional, en 1996, le ha tocado hacer sonar el silbato en más de un encuentro difícil.

También la publicidad descubrió hace tiempo las virtudes de Collina, cuyo rostro está por doquier en los afiches que inundan Japón con motivo del mundial. Y, en televisión, aparece junto a Zidane y Raúl, en una campaña publicitaria de la empresa Adidas.

La teoría de la conspiración

En este caso, el honor de los árbitros está en buenas manos. Cosa que no puede decirse de todos sus colegas, que han dado tanto qué hablar, negativamente, en este Mundial. Sobre todo aquellos a los que se achaca la responsabilidad de la eliminación de España e Italia del torneo: el egipcio Gamal Ghandour y el ecuatoriano Byron Moreno, respectivamente. Lo curioso es que, en ambos casos, el equipo favorecido por los errores arbitrales fue uno de los dueños de casa: Corea del Sur.

Los funcionarios de la Fifa niegan resueltamente cualquier asidero a las teorías de confabulación que echaron a correr algunos medios italianos y españoles. No obstante, el problema de las decisiones equivocadas de los árbitros se toma en serio.

Propuestas de reforma

Las autoridades del fútbol están pensando en cambiar la modalidad de elegirlos, con el fin de que en los mundiales prime el criterio profesional y no el de la nacionalidad de la persona. Igualmente se ha planteado la idea de que haya dos árbitros en cada partido, con lo cual siempre uno estaría cerca de la jugada.

No parece demasiado factible que esa propuesta resulte finalmente acogida. Por una parte, quién sabe cuántas nuevas polémicas se desatarían si hubiera desacuerdo entre ambos jueces. Y, por otra, los costos seguirían aumentando. Los honorarios de cada referee en este Mundial ascienden a la nada despreciable cantidad de 21.600 euros. Eso sin contar los viáticos, de 192 euros diarios.

Por esas sumas, bien se puede esperar buenas actuaciones. Aunque ello no garantice que todos queden satisfechos porque, como dice Pierluigi Collina, "el mejor árbitro es el que tiene el valor de tomar las decisiones que sean necesarias".

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