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El último acto de autodeterminación

chp6 de diciembre de 2003

La vejez es un tema poco discutido en la sociedad alemana. Muchas personas no están preparadas para esta etapa de la vida y ven en el suicidio la única salida al deterioro físico y el aislamiento social.

¿Vejez feliz una ilusión?Imagen: Bilderbox

Dormir hasta bien entrada la mañana mientras que otros tienen que ir a trabajar, reunirse con amigos por la tarde a tomar un café o ir al museo, pasar la vida viajando. Los últimos años de vida un verdadero paraíso terrenal, por lo menos este es el mensaje que transmite la publicidad. Quien a trabajado una vida entera, recibirá después de la jubilación una renta jugosa que le permitirá vivir holgadamente. La realidad de millones de ancianos alemanes es muy distinta: enfermedad y soledad cada día. Una realidad que se prefiere ignorar, lo mismo que el hecho de que cada tercer suicido que se registra en Alemania, lo comete una persona de la tercera edad.

Poner fin al sufrimiento

Según las estadísticas, en Alemania cada 47 minutos se suicida una persona. Al año unas 11.000. La tasa de suicidios aumente fuertemente entre las personas mayores a los 65 años. Cada tercer suicido es cometido por un anciano. A diferencia de las personas jóvenes, que tratan de mandar un llamado de auxilio velado, en el caso de los ancianos se trata del deseo real de acabar con la vida que ha dejado de ser deseable pues está llena de sufrimiento.

Norbert Erlemeir, profesor de psicología de la Universidad de Münster, explica que en la llamada tercera edad, muchas personas padecen sufrimientos físicos crónicos combinados con fuertes depresiones. A esto se suman factores de riesgo como la soledad y experiencias de pérdida, no sólo de la pareja o amigos, sino también del trabajo que fue el centro durante buena parte de la vida. Muchas personas no logran acoplarse al periodo que sigue a la jubilación. En muchos casos las familias están desintegradas, los hijos viven lejos, la pareja ha muerto y puesto que en las grandes ciudades la gente no suele tener contacto con sus vecinos, es muy fácil caer en el aislamiento social.

Imagen: Bilderbox

Decisión bien planeada

Los psicólogos observan que son especialmente los hombres mayores los que no saben como manejar la situación. El sentimiento de falta de protección les desespera. Muchos ven la única salida en el suicidio, se ahorcan, se dan un tiro o se lanzan de algún puente. Dos de cada tres suicidios de ancianos los cometen los hombres. Al contrario de hombres jóvenes que se suicidan por algún problema repentino y acuciante, los hombres ancianos han planeado cuidadosamente su decisión. En cuanto surge una enfermedad temida ponen en marcha el plan de forma consecuente. Su último acto de autodeterminación es el suicido.

Los expertos y los psicoterapeutas aún no han desarrollado estrategias para enfrentar el problema. Señalan sin embargo, que el tema de la tercera edad es uno poco discutido. De ahí que muchas personas se sientan abandonadas a su suerte con los cambios que acompañan a la edad. También el tema de las depresiones en la tercera edad es un tema que se evita. Los expertos pronostican un crecimiento del nivel de suicidios de ancianos. En Alemania viven actualmente más personas mayores a los 60 años, que jóvenes menores a los 20.

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