El 80 % de la basura del mar proviene de productos plásticos
10 de junio de 2021
El estudio a escala global reveló que la mayor parte de la basura encontrada en el mar corresponde a botellas, bolsas y artículos de un solo uso. Los expertos exigen un mayor control en la producción de estos productos.
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Un nuevo estudio pone cifras a su composición a escala global y confirma la abrumadora prevalencia de los residuos plásticos en los océanos: en promedio, el 80 % de los objetos encontrados en los mares son de este material, sobre todo bolsas y botellas.
El plástico es por lejos el material dominante, seguido del metal, vidrio, ropa y otros textiles, goma, papel y madera procesada. La mayor proporción de plástico está en las aguas superficiales (95%), seguida de las costas (83 %), mientras que los lechos de los ríos muestran el menor porcentaje de estos objetos (49 %).
Estos datos se recogen en un artículo publicado en la revista Nature Sustainability, en el que se analizan 112 categorías de basura -de más de 2,5 centímetros- en siete entornos distintos: ríos, lechos de ríos, playas, aguas costeras, aguas abiertas, fondos costeros, y en grandes profundidades oceánicas.
Los responsables de la investigación advierten de que la producción irresponsable de artículos plásticos de un solo uso, el comportamiento inadecuado de algunos usuarios y las deficiencias en los sistemas de recuperación conllevan una fuga continua de este material, por eso proponen un mayor control del consumo y producción de aquellos productos con mayor presencia en la naturaleza.
"No nos sorprendió que el plástico fuera el 80% de la basura, pero nos sorprendió la alta proporción de artículos para llevar, que no solo eran de McDonald's, sino botellas de agua, botellas de bebidas como Coca-Cola y latas", dijo al medio británico The Guardian Carmen Morales-Caselles, de la Universidad de Cádiz, España, quien dirigió la nueva investigación.
"Esta información facilitará que los legisladores tomen medidas para tratar de cerrar el grifo de la basura marina que fluye hacia el océano, en lugar de simplemente limpiarlo", agregó.
Aunque el estudio hace diversas clasificaciones según los siete tipos de ecosistemas analizados, recoge valores medios. Así, de las 112 categorías de residuos examinados, diez de ellos suponen las tres cuartas partes de la basura, un "top diez" que encabezan bolsas, botellas, envases de comida y cubiertos, y envoltorios.
En cuanto al origen, los productos de consumo para llevar -bolsas, envoltorios, envases de comidas o latas- representan la mayoría en todos los entornos (del 50 al 88 %), excepto en el mar abierto donde mayormente proceden de actividades oceánicas (66 %). En tanto, los de origen médico y/o higiénico -como toallitas- están ante todo en fondos marinos cercanos a la costa.
JU (efe, theguardian.com, nature.com)
Nuestro planeta azul: celebrando la salud de los océanos
El Día Mundial de los Océanos 2021 marca un impulso para proteger un tercio de nuestro "planeta azul" de aquí a 2030, y para garantizar que el precario ecosistema se mantenga en óptimas condiciones.
Imagen: World Resources Institute
Proteger nuestro planeta azul
Este año, el objetivo del Día Mundial de los Océanos es el de proteger al menos el 30% del "planeta azul" para 2030. Además de salvaguardar la vida marina, que está desapareciendo al doble de velocidad que las especies terrestres, el objetivo del 30% también aspira a proteger los océanos del aumento de la temperatura relacionado con el calentamiento global, que balnquea los arrecifes de coral.
Imagen: Colourbox
El sistema de apoyo a la vida en la Tierra
Los océanos, que cubren más del 70% de la superficie terrestre, producen al menos el 50% del oxígeno del planeta, albergan la mayor parte de su biodiversidad y son la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas. Las economías y comunidades basadas en los océanos deben convertirse en custodios de los mares, que son el sistema de soporte de la vida en la Tierra.
Imagen: Imago-Images/Leemage/Novapix/P. Carril
Almacenando carbono
La protección de los manglares (como los del archipiélago de Guinea-Bissau), las hierbas marinas y las marismas que componen los ecosistemas de "carbono azul" pueden retener hasta cuatro veces más CO2 que los bosques terrestres por superficie. Por ello, son vitales para que el mundo cumpla los objetivos de reducción de emisiones del Acuerdo de París para 2050.
Imagen: picture-alliance/dpa/ESA/USGS
La economía azul
Los océanos solo seguirán siendo una fuente vital de trabajo y sustento cuando las llamadas economías azules se gestionen de forma sostenible. La pesca artesanal, por ejemplo, permite a las economías costeras del Sur Global mantener sus medios de vida al tiempo que preservan su biodiversidad y su cultura.
Imagen: picture-alliance/Demotix
Detener la sobrepesca
Para la sostenibilidad de los océanos es fundamental detener la sobrepesca y la pesca ilegal generalizadas, que amenazan la vida marina de las Islas Galápagos, ricas en biodiversidad. Mientras los arrastreros chinos están en el punto de mira por el saqueo de las aguas latinoamericanas, Greenpeace lleva tiempo exigiendo la creación de reservas marinas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Solaro
Vertedero
El Gran Parche de Basura del Pacífico es una enorme isla de plásticos y microplásticos que ya tiene el doble de tamaño que el estado de Texas (EE. UU.). Con 1,8 billones de piezas de plástico y 80.000 toneladas de residuos, la creciente mancha de basura marina encarna la desconexión de la humanidad con lo que la escritora medioambiental Rachel Carson llamó "esa gran madre de la vida, los mares".
Imagen: Greenpeace/Justin Hofman
Potencial energético
La energía limpia de las olas y las mareas procedente del océano podría proporcionar el 10% de las necesidades de electricidad de Europa en 2030. El mayor potencial energético de las cuencas marinas europeas se encuentra en el Reino Unido. Posee alrededor del 50% de la energía mareomotriz de Europa y el 35% de la energía de las olas o unidmotriz.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Bielmann
En armonía con el océano
"Todos nosotros tenemos en nuestras venas el mismo porcentaje exacto de sal en la sangre que existe en el océano, y, por tanto, tenemos sal en nuestra sangre, en nuestro sudor, en nuestras lágrimas", dijo una vez el expresidente estadounidense John F. Kennedy. "Estamos atados al océano. Y cuando volvemos al mar", continuó, "volvemos de donde vinimos".