A un idioma al que se le ha extendido un tapete rojo no le puede ir tan mal. El alemán se habla desde hace 1200 años, independientemente de que muchos ciudadanos teman su declive y se sientan amenazados por el incremento del uso de anglicismos, y de que a diferencia del francés, el alemán jamás haya contado con una instancia estatal que se ocupara de ella.

Con 120 millones de personas que hablan alemán, este idioma es en realidad un "gigante", opina Hans Ottomeyer, director general del Museo de Historia Alemana, que cree que no se le trata con el debido respeto. Por lo mismo se han decidido ahora a promover la imagen del alemán que cuenta con un total de 300.000 palabras, que no son pocas, y a las que cada año se suman 1000 términos nuevos. La exposición muestra verdadera joyas bibliófilas, por ejemplo "Abrogans", el libro en alemán más antiguo que se conoce, un diccionario del siglo VIII, especializado en términos bíblicos. También se puede admirar una carta en alemán de Martin Lutero.

El idioma nacional

A lo largo de la historia el alemán estuvo amenazado de muerte, por ejemplo durante la Guerra de los 30 años. En ese entonces dominaban los elementos franceses, italianos y españoles. Se crearon las primeras sociedades de protección del idioma y con volantes se promovía la figura del "Deutscher Michel" contra la influencia extranjera.

El idioma y su aprendizaje, la poesía y el idioma, idioma y técnica así como la lengua viva, el Museo de Historia Alemana presenta en una sola muestra estos cinco capítulos. Cada visitante pasa de una estación a la siguiente, de una instalación moderna a un salón circular en el que se encuentran todos los títulos publicados hasta ahora por la editorial Reclam, con sus cuadernillos de mano que invitan a leerlos.

Idioma para escuchar

¿Pero se puede exponer un idioma? ¿Cómo presentar lo que se encuentra atrapado entre dos pastas? Para que la exposición "El Idioma Alemán" no se convirtiera en una aburrida presentación de lecturas se ha introducido la palabra hablada por medio de proyecciones de video y grabaciones que le dan gran sensualidad a la muestra.

La literatura ocupa un lugar central. Los textos de Walter von der Vogelweide y de Johann Wolfgang von Goehte se pueden escuchar mediante una audio guía, así como la voz original del poeta dadaísta Kurt Schwitters o del premio Nobel de la Paz Thomas Mann. Sus emisiones de radio en contra del régimen nazi, "Deutscher Hörer" (oyente alemán), se exponen junto a un artículo de periódico de febrero de 1943 referido al discurso del ministro de Propaganda, Joseph Göbeles sobre la guerra total "totaler Krieg".

Desde diciembre del año pasado se discute sobre anclar el idioma alemán en la Constitución. En opinión de los organizadores de la exposición esto es completamente superfluo. En su opinión el alemán es un idioma vivo y multifacético.