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LiteraturaAlemania

El alemán sin patria: 150 años de Thomas Mann

7 de junio de 2025

Fue un narrador de su época e incluso desde el exilio permaneció vinculado al destino del pueblo alemán. Thomas Mann nació hace 150 años. Su legado literario sigue siendo significativo hasta hoy.

Retrato del escritor y Premio Nobel alemán Thomas Mann (1875-1955), en torno al año 1930 del archivo de la CSU, Colección Everett.
Los nazis le retiraron a Thomas Mann la ciudadanía alemana.Imagen: CSU Archives/Everett Collection/picture alliance

El mundo literario está de acuerdo: la vida y la obra de Thomas Mann (1875-1955) estuvieron estrechamente ligadas. El autor alemán alcanzó fama mundial, tanto como una voz importante en la cultura como un viajero entre dos mundos. Su fama se asienta principalmente en su obra literaria: escribió grandes novelas como Los Buddenbrook (por la que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1929), La montaña mágica y El doctor Fausto. No obstante, su compromiso político también fue relevante. Escribió ensayos y discursos radiofónicos: Thomas Mann vivió tiempos turbulentos, con nada menos que dos guerras mundiales, el régimen nazi y el Holocausto. Mucho de ello se ve reflejado en su obra.

Años escolares: el alemán no era lo suyo

Nada de esto era evidente cuando Thomas Mann nació el 6 de junio de 1875, hijo de un comerciante de Lübeck. Creció en una familia numerosa con cuatro hermanos. Ya en la escuela escribió sus primeros bosquejos en prosa. Al igual que su hermano Heinrich, desarrolló una pasión por la literatura, lo que no le gustó a su padre. Pero hasta las más grandes figuras literarias empiezan desde abajo: tuvo que repetir curso más de una vez y en su clase de alemán nunca obtuvo una calificación muy superior a "suficiente".

Cuando su padre falleció en 1891, Mann dejó la escuela antes de graduarse, se mudó con la familia a Múnich y comenzó allí una formación en seguros que pronto abandonó. Vivió de la herencia de su padre y comenzó a trabajar como escritor independiente. Su primera obra, Gefallen, apareció en 1894 en la revista Die Gesellschaft. Mann quería entonces ser periodista.

Cartel de la versión cinematográfica de 'Los Buddenbrooks', de 2008.

Él y su hermano Heinrich viajaron por Italia por dos años. Allí escribió Los Buddenbrook, que publicó en 1901 tras su regreso. Basada en la historia familiar del propio Mann, la novela narra la caída de una acaudalada familia de comerciantes. La crítica elogió su primera novela, concebida inicialmente como una obra en colaboración entre los hermanos. A partir de entonces, Thomas Mann se convirtió en una estrella literaria en Alemania y pudo vivir de escribir.

Primera Guerra Mundial y disputa entre hermanos

Después de Los Buddenbrook, llegaron otras obras: inicialmente la colección de relatos Tristán (1903), que también incluía Tony Kröger, un relato sobre el contraste entre el artista y el burgués, entre espíritu y vida. En su afán por llevar una vida burguesa, Mann se casó en 1905 con Katia Pringsheim, hija de una adinerada familia de eruditos muniqueses. Sin embargo, también se sentía atraído por los hombres jóvenes, algo que aparentemente no incomodaba a Katja. La pareja tuvo seis hijos. Algunos siguieron los pasos de su padre y se hicieron escritores.

El mundo seguía girando. Estalló la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Thomas Mann se enemistó con su hermano Heinrich, quien también se había convertido en un escritor exitoso. El punto de discordia era la guerra: Heinrich publicó un panfleto contra ella. Thomas se opone y cuatro años después explica por qué: en el ensayo Contemplación de un hombre apolítico (1918) defiende el Imperio alemán y su política bélica. No fue hasta 1922 que cambió de postura. Para entonces, Alemania había perdido la guerra y la democracia se había instaurado en el país con la frágil República de Weimar. En un discurso, declaró su apoyo a la democracia de Weimar.

Thomas Mann recibió el Premio Nobel de Literatura en 1929 por Los Buddenbrook. Fue un gran éxito para el escritor y volvió a situar la literatura alemana en el panorama mundial. Sólo le molestó la justificación que dio el jurado: La montaña mágica, una de sus obras cumbre y aterradoramente actual, publicada en 1924, ni siquiera se citaba.

Los hios de Thomas Mann siguieron sus pasos. La escritora y actriz Erika Mann y su hermano, Klaus, también escritor, en una imagen de 1930.Imagen: akg-images/picture alliance

Mucho antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Thomas Mann intuyó el peligro. Se posicionó contra el creciente poder de los nacionalsocialistas, y en 1930, tres años antes de la llegada de Hitler al poder, pronunció un apasionado alegato contra los nazis y a favor de la socialdemocracia. En la primavera de 1933, apenas Hitler había asumido el cargo, Thomas Mann no regresó a Alemania de una gira de conferencias por Europa. Se instaló en Suiza. Se publicó el primer volumen de la tetralogía José y sus hermanos. En la novela, Mann describe la encarnación de la figura bíblica de José.

Inicialmente, mantuvo silencio respecto a lo que sucedía en Alemania. Hasta 1936, cuando denunció la política alemana en una carta pública al periódico suizo Neue Züricher Zeitung. La respuesta no se hizo esperar: Berlín le revocó la ciudadanía alemana y su doctorado honoris causa de la Universidad de Bonn. Incluso antes de eso, los nazis ya le habían robado su fama y reputación, y después también parte de su fortuna.

Emigración a Estados Unidos

Los Mann dieron así finalmente la espalda a Alemania. En 1938, Thomas y Katja emigraron a Estados Unidos. Él aceptó un puesto de profesor visitante en una universidad de Princeton. Cuando un periodista le preguntó a su llegada si consideraba el exilio una carga, Thomas Mann respondió: "Donde estoy es Alemania Llevo mi cultura dentro de mí y no me considero un hombre abatido". Luego vivió también en Los Ángeles, donde se conserva su casa.

A partir de 1940, Thomas Mann hizo un llamado a los alemanes a la resistencia. La emisora ​​británica BBC transmitió sus alocuciones radiales mensuales en onda larga a la antigua patria de Mann, eludiendo la censura alemana. En más de sesenta 60 emisiones, apeló a la conciencia de sus compatriotas, sin omitir el asesinato en masa de judíos.

100 Buenos Libros: "Los Buddenbrook", de Thomas Mann

02:09

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Pero incluso entre los opositores a la guerra, Mann también se crea enemigos: cuando finalmente callaron las armas, escribió la carta pública Por qué no regreso a Alemania (1945). En ella, culpa a todos los alemanes de los horrores de la época nazi. Los críticos le niegan el derecho, como exiliado, a juzgar la vida bajo Hitler.

También provoca incomprensión la frase con la que Mann se refiere al bombardeo de ciudades alemanas, algo así como "todo tiene un precio". También genera controversia en el ámbito literario, como con su novela Doctor Fausto, de 1947, que narra el pacto del compositor Adrian Leverkühn con el diablo, y se trata del análisis que hace Mann de las condiciones sociales que hicieron posible el nacionalsocialismo.

Pero las cosas tampoco van del todo bien en Estados Unidos: el país de caza de brujas de la posguerra sospecha de él como simpatizante del partido comunista y es citado por el comité de actividades antiestadounidenses. Así, el escritor abandona Estados Unidos de nuevo en 1952. Y no se siente atraído por ninguno de los dos Estados alemanes. En cambio, regresa a Suiza, donde falleció el 12 de agosto de 1955 en el Hospital Cantonal de Zúrich, a la edad de 80 años. Con su literatura, pero también con su inquebrantable postura frente a los inhumanos nazis, Thomas Mann dio un ejemplo de valentía. Un legado que perdura.

(lgc/rr)

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