Arte a la hoguera: Ucrania prohíbe literatura y música rusas
Daria Ninko | Alexander Sawizkij
27 de junio de 2022
El Parlamento de Ucrania prohíbe con una nueva ley la literatura y la música rusas. ¿Qué escritores e intérpretes se ven afectados por la medida? ¿Qué excepciones hay?
Publicidad
Interpretar o difundir música rusa en lugares públicos, así como ingresar libros en grandes cantidades desde Rusia y Bielorrusia está ahora prohibido por ley en Ucrania. La prohibición que aprobó el Parlamento de Kiev abarca "productos de artistas y autores que fueron o son ciudadanos del Estado agresor”. En consecuencia, tampoco los intérpretes rusos pueden entrar a Ucrania.
El presentador de televisión y productor Ihor Kondratjuk recolectó más de 25.000 firmas, ya antes de la invasión rusa de Ucrania, para una petición de prohibición de conciertos de artistas rusos en Ucrania. Para él, esta nueva ley es un paso lógico hacia la protección de su país.
"Esto también forma parte de la defensa de Ucrania, como lo que están logrando las fuerzas del Ejército contra el país agresor. Los artistas rusos seguirán siendo personas no gratas en Ucrania hasta que las relaciones con Rusia alcancen una base amistosa”, dijo Kondratjuk en entrevista con DW. Sin embargo, la ley prevé también excepciones, como los intérpretes rusos que condenan la agresión de su país contra Ucrania. Es Ucrania la que decide quiénes son.
Prohibición de libros de Rusia y Bielorrusia
Pero, además, el Parlamento ucraniano aprobó otra ley que determina que la introducción y distribución de productos editoriales de Rusia, Bielorrusia, así como de los territorios ocupados en Ucrania, están prohibidas. Se trata, por un lado, de libros que fueron escritos en esos territorios, pero también de obras escritas por ciudadanos rusos. Quedan exceptuados los libros que fueron editados antes de la ocupación rusa.
Sin embargo, la literatura publicada en otros países en lengua rusa puede seguir entrando a Ucrania, en tanto se cuente con el permiso necesario. Según la legislación, un perito debe comprobar primero si la obra contiene propaganda antiucraniana.
Además, en Ucrania tampoco pueden imprimirse libros de autores que han tenido o tienen un pasaporte ruso.
¿Cómo debe implementarse la prohibición?
El bloqueo tiene en la mira, sobre todo, a autores con pasaporte ruso, dice a DW Oleksandr Krasovyzki, propietario y director de la editorial "Folio”, corredactor de la ley. Según él, el consejo de peritos verificará cada caso en particular. Por ejemplo, obras de Alexander Pushkin o León Tolstoi que se impriman ahora en Rusia, ya no pueden ser introducidas en Ucrania. En cambio, si obras de esos autores son publicadas en otros países, entonces sí pueden ser traídas a Ucrania.
Pero para algunos, la cuestión se vuelve complicada. Por ejemplo, los libros impresos en Rusia del escritor Boris Akunin, que, si bien ya no vive en Rusia, sigue siendo ciudadano ruso, no pueden introducirse en Ucrania. Sus libros solo pueden venderse de forma legal en aquel país solo si fueron publicados en otro lugar, y si han sido revisados por un perito en cuanto a su posible retórica antiucraniana. También puede haber una excepción para personas privadas: si alguien introduce no más de 10 ejemplares de una obra que no figura en la lista de literatura antiucraniana, y que no está destinada a ser distribuida, puede hacerlo. Como era de esperar, Moscú ha reaccionado a esas recientes leyes, diciendo que anclar el idioma ucraniano en la vida cotidiana supone la opresión de la gran cantidad de ucranianos de habla rusa.
Publicidad
¿Plan de estudios sin los clásicos rusos?
El próximo paso podría ser la exclusión de la literatura rusa del currículo escolar. Un grupo de trabajo del Ministerio de Educación de Ucrania ya ha recomendado vetar las obras de cerca de 30 autores y poetas rusos y soviéticos, entre ellos, León Tolstoi, Alexander Pushkin, Fiódor Dostoievski y Mijaíl Bulgakov. "En este momento, no veo cómo se puede acercar a los alumnos la belleza de la poesía rusa. En el aula hay niños cuyos hogares han sido destruidos, que tuvieron que huir, o sufrieron bajo el fuego y los bombardeos rusos, o han perdido a familiares”, dijo el escritor Rostyslav Semkiv en la televisión ucraniana. La literatura alemana no volvió a aparecer en los planes de estudio de las escuelas soviéticas sino hasta 1960, es decir, 15 años después de la victoria sobre el nazismo
(cp/ms)
Lo que piensan los caricaturistas de la guerra en Ucrania
La invasión rusa de Ucrania sumió al mundo en crisis. Con un agudo sentido de la actualidad, los caricaturistas han reaccionado a la situación, desde el comienzo de la guerra desatada por Moscú.
Rusia hambrienta
Al igual que Ucrania, Lituania fue alguna vez parte de la poderosa Unión Soviética, hasta que declaró su independencia en 1990. En los antiguos "estados hermanos", saben cómo actúa Moscú. Por ello, no solo el caricaturista Kazys Kęstutis Šiaulytis teme que las ansias de poder de Vladimir Putin se extiendan a otros países.
Una madre llamada Guerra
La parca o "Gevatter Tod", como se nombra al personaje en los cuentos del folklore alemán compilados por los hermanos Grimm, abraza a Putin y le da de comer. Para el italiano Paolo Lombardi, la guerra encontró en el líder ruso al hijo adoptivo ideal. Las moscas azules ya están esperando a sus próximas víctimas.
Evolución de las armas
Uno pensaría que la humanidad debería haber aprendido algo en los últimos milenios, para ser capaz de vivir en paz. Sin embargo, de acuerdo con el dibujante uzbeko Makhmud Eshonkulov, no es el intelecto, sino la calidad de las armas, lo que ha evolucionado. Los neandertales usaban garrotes en sus disputas; hoy, los soldados están equipados con fusiles de alta tecnología.
Arsenal de armas modernas
Las guerras no se libran solo con armas convencionales. La propaganda también forma parte de ellas en todos los frentes. Ya sea en Twitter, Instagram o Facebook, en las redes sociales, se pueden difundir noticias falsas de forma muy eficiente. Así lo ve el caricaturista cubano Miguel Morales. Lo peor de todo es que casi nadie cuestiona las informaciones infundadas.
No a la guerra
Los afganos conocen en carne propia lo que significa tener una guerra en su propio país. En su caricatura, Shahid Atiqullah toma prestada una idera del pintor noruego Edvard Munch, que en 1893 creó "El grito". Aquí, el rostro horrorizado debe entenderse como un comentario sobre las ciudades ucranianas bombardeadas por los invasores rusos.
Perspectiva de futuro
A primera vista, esta caricatura del rumano Marian Avramescu evoca al neerlandés M.C. Escher, que dibujaba objetos que desafiaban la lógica y donde la perspectiva adquiría ribetes caóticos. También los ucranianos parecían carecer de perspectivas ante la superioridad militar rusa. Sin embargo, sus soldados han mostrado al mundo que tienen bastante que decir en esta guerra.
Mejor la OTAN
Durante mucho tiempo, Ucrania estuvo cerca de sus "hermanos" rusos. Pero la independencia del país a la hora de tomar decisiones no encajaba con la visión del mundo de Putin, que ve a Ucrania como parte de un Gran Imperio Ruso. Para Amer, de Emiratos Árabes Unidos, no resulta extraño que Ucrania mire con codicia hacia la OTAN. Pero Rusia no pretende dejar que Kiev se salga con la suya.
Amor en vez de guerra
Desde que Rusia invadió Ucrania, miles de personas en todo el mundo han protestado contra la brutal guerra. En vano, dice la turca Menekşe Çam. Ni los déspotas ni la muerte se dejan impresionar por los movimientos pacifistas; esto ha quedado bastante claro a lo largo de la historia.
El peor de todos los equipos
La muerte al volante, el Diablo leyendo el mapa. Ambos, como un equipo imbatible, llevan a Putin directo a la Tercera Guerra Mundial. El fuego ya arde en sus ojos. Así de desesperada considera la situación el neerlandés Tjeerd Royaards. ¿Se podrá reprogramar el sistema de navegación o todo está ya decidido?
Amenaza global
Desde la perspectiva del tanzano Popa, esta guerra no es solo sobre Ucrania, sino también una pugna por el poder global. Rusia amenaza al mundo occidental con una guerra nuclear si sigue interfiriendo en el conflicto. El anuncio no causa gracia en Estados Unidos, que de inmediato podría lanzar un ataque de represalia. Así que todo el mundo teme que alguien apriete el botón rojo.
Negociaciones à la Putin
En el escenario diplomático, los políticos occidentales hacen todo lo posible para llevar al líder ruso al campo de las negociaciones. La larga mesa que usa Putin para recibir a sus invitados internacionales ha causado sorpresa, y hasta risas, en todo el mundo. Para el dibujante alemán Agostino Tale, al narcisista Putin solo le importa lo que piense Putin: que Ucrania no debería existir.
Dr. Octoputin tiene el control
En sus negociaciones con Occidente, Vladimir Putin tenía un argumento de peso: muchos países europeos dependen del gas y petróleo rusos. El "Dr. Octoputin", como lo ve el caricaturista Rodrigo, de Macao, tiene el sartén por el mango. Pese a todas las sanciones, Alemania y otros Estados siguen comprando energía a Rusia y, con ello financian el cofre de guerra de Putin.
¿Refugiados de primera clase?
Los ucranianos huyen en masa de la guerra y Europa los recibe con los brazos abiertos. En las fronteras simplemente se les dice que entren. A pesar de la simpatía que despiertan los refugiados, el filipino Zach se pregunta si no hay doble moral y si no es el color de piel el que permite entrar en Europa con tanta facilidad. Porque lo habitual es que la UE cierre sus fronteras herméticamente.
Reflexiones chinas
Desde hace años, Australia se siente amenazada por China, que lucha por la supremacía del Pacífico Sur y no esconde su intención de tomar por la fuerza Taiwán. El dibujante Broelman lo refleja con la imagen del panda que vigila si el oso ruso se atraganta con la miel ucraniana y es ahuyentado por la colonia de abejas. Si eso no ocurre, el panda podría probar suerte en su propio bote de miel...