Las diferencias en cuestiones bélicas entre Alemania y Estados Unidos parece no haber dejado huella en el ámbito artístico. En la actualidad tienen lugar numerosas exposiciones que están siendo acogidas muy positivamente por el público. En Nueva York, el arte alemán celebró el segundo aniversario de la inauguración de "Neue Galerie". La ciudad de St. Louis, por otro lado, muestra con mucho éxito "German Art Now". El museo de la Universidad de Harvard, Busch-Reisinger, se centra en el arte germano del siglo XX, y las obras de Käthe Kollwitz son el tema central en el Vasser College.

Comunicación a través del arte

La catedrática de arte en la Universidad de Duke, Dorothea Dietrich, comenta que el interés por el arte procedente de Alemania incluso ha aumentado. Anteriormente, los norteamericanos sentían predilección por las obras francesas. Hoy en día, el número de asistentes a las exposiciones de arte germano supera considerablemente al resto.

A diferencia de los políticos, quienes con frecuencia no tienen nada que decirse, los artistas se comunican, y sus obras actúan además como medio para la reflexión de los conflictos mundiales. De hecho, siempre ha existido un intercambio muy enriquecedor entre los artistas, y seguirá prevaleciendo, afirma Dietrich.

¿Público tolerante?

Anne Wagner, catedrática de historia del arte, cree que el éxito de las exposiciones alemanas se debe a que en Estados Unidos, los amantes del arte son más tolerantes que el resto de la población o a que muchos no ven una relación entre el arte y la política.

Ahora más que nunca, los propulsores del arte alemán en Norteamérica, como el foro cultural Altana, desean seguir acercando a los norteamericanos y a los germanos, para que pueda producirse un foro, donde los conflictos mundiales se discutan a otro nivel.